A petición suya :3
Cuando dio un paso fuera del apartamento, la platinada se giró a ver al peliblanco que ya estaba vestido, En cambio Elsa llevaba puesto una playera del peliblanco debido a que había mojado la suya cuando entró a la regadera.
-Necesitas distraerte un poco – Dijo la platinada "Y yo también".
-Tomaré turnos extra en el trabajo.
-¿De verdad? ¿El trabajo? – Elsa aferró su playera en su mano – Hablo a que.....respecto a las clases prenatales, me gustaría que me acompañaras.
Jack le miró tranquilo, analizando sus palabras o lo que le pedía.
"No lo cambiaría por nada, ni siquiera por ti".
-¿Y Hans? ¿Él no te.....
-¿De verdad crees que me acompañaría a una clase prenatal? -Le dijo con media sonrisa.
Jack sonrió a medias, pero no con ternura ni alegría sino con tristeza.
-Me.....Me encantaría -Jack respondió sin ánimos -Gracias.
-Gracias a ti -Elsa se recorrió su cabello a un lado debió a que comenzaba a tener calor, pero tal acto le hizo ver a Jack el chupetón de su cuello.
Jack gesticuló extrañeza ante aquel color, pues tenía manchas pequeñas moradas dentro de la zona.
-Te veré luego -Elsa sonrió con ternura sin darse cuenta de lo que miró Jack.
-Hasta luego – Jack la vio entrar a su apartamento, para después regresar al suyo.
Cada uno sintió inmediatamente un vacío que regresaba a ellos junto a una necesidad de estar cerca del otro.
A la mañana siguiente Elsa creyó que las náuseas la habían dejado atrás, pero hoy que desayunó un poco de calabazas entomatadas corrió inmediatamente a vomitar al baño.
Cuando terminó de lavar sus dientes el timbre de su apartamento se hizo escuchar. Pensó en el peliblanco ¿Habría olvidado algo en su apartamento?
Avanzó tomando calma hacia la puerta y cuando la abrió unos fuertes brazos para atrajeron a pegarse a su cuerpo.
-Hola nena ¿no viste mi mensaje?
-Hola Hans -Elsa estaba tensa ante su incomodidad -No, creo que no.
-No pude venir a comer ayer, tuve pendientes y te mandé mensaje que te visitaría hoy ¿Cómo están los dos?
-No le gustó el desayuno -Dijo llevando una mano a su vientre.
-¿Qué desayunaste?
-Una tortilla de huevo con calabazas.
-Eugh a nadie le gustaría -Hans le miró su vientre – Tienes una forma perfecta.
-Por ahora -Elsa sonrió tímida.
Hans le devolvió la sonrisa, después suspiró mientras tomaba asiento en un sofá.
-¿Recuerdas cuando a una de esas citas de ver películas en el auto? A las afueras de San francisco.
-Sí -Elsa caminó para sentarse a su lado -Ni siquiera vimos la película.
-Fue una de las mejores noches contigo sobre mí- Hans le acarició su mejilla – Y estando embarazada ¿No has tenido ganas?
-¿Ganas de qué? -Elsa le miró extrañada.
-De un poco de...-Hans le sonrió divertida y Elsa abrió su boca.
-No, déjame en paz -Dijo quitándole la mano mientras reía.
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Dulces lágrimas de mamá.
Fiksi PenggemarSu vida estuvo realizada cuando cumplió su sueño de vivir en San Francisco, con una vocación de artista visual pero ese sueño se vio interrumpido dos años después tras haberse enterado de su embarazo. ¿Cuenta con el padre? Para nada. A pesar de ve...