El Omega y El Sapo • [Kookgi]

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Principe Jeon, hombre obstinado y prepotente. No le interesa más que lo que pueda beneficiarle a él. Con veintiún años de vida se encuentra en sus aposentos tratando de verse lo mejor posible para su presentación.

-Eres una tonta. - dá un golpe a la beta que estaba arreglando su capa, dándose cuenta que de tan fuerte que la ha apretado se le ha arrugado. Frunce el ceño molesto notando como  la muchacha pone los brazos en un instinto de defensa de aquel alfa egocéntrico como nadie y eso sólo lo hace enfurecer aun más.

-Disculpe, príncipe, soy una tonta. Le ruego me perdone.- dice de la manera más sincera posible, reteniendo las lágrimas que le amenazan en salir, pero eso no es suficiente para el joven príncipe y llama a sus guardias.

-Encierrenla en una celda.  Dos días sin comer.- escupe volviendo a verse en el espejo tratando de que la arruga no se note.

Su monarca llega a atenderlo y terminarlo de vestir. Para el príncipe estar con ella era un poco mejor. La anciana le recordaba un poco a su abuelita así que es un poco menos duro. También había que rescatar que la señora le llevaba sirviendo desde bebé y estaba al tanto del temperamento del joven, así que por lo tanto sabe como tratarlo y prevenir aquellos malos tratos hacia su persona.

-Está listo, su majestad. Debería evitar hacer esperar a la corte, este es un día muy especial para usted así que le aconsejo que se marche ya.

Jungkook se da unos cuantos vistazos más para salir de sus aposentos en dirección de la sala comunal.

El rey y la reina junto a la corte y los invitados están esperando por él.

Se arrodilla frente a sus padres sosteniendo su corona como signo de respeto. El rey y la reina solo asienten en respuesta, lo que lo hace levantarse, volviendo a ponerse de pie para  sentarse en su silla de plata al lado de sus padres.

El conde de Boldur se hace presente sosteniendo el pergamino y comienza hablar después de raspar su garganta.

-Mis señores y señoras presentes, este día me complace llevar a cabo la ceremonia en que el príncipe Jeon. - todos  vuelven a verlo cuando el conde hace una reverencia en dirección al joven - aquí presente, se proclama como próximo rey, resitaré ahora mismo los mandamientos de preparación a los cuales el debe responder con un "si acepto".
¿Me concedería el honor de ponerse de pie y mostrar su mano en son de paz, mi señor?- pide el hombre de larga barba hacia el  joven quien obedece al ponerse de pie y quita el guante blanquecino de su mano derecha.

-¿Príncipe Jeon, acepta usted serle fiel al reino en toda su extensión por lo que dure su reino?

-Sí, acepto.

-¿Príncipe Jeon, acepta usted tolerar todas la peticiones y necesidades del pueblo y complecerlas siempre y cuando sea posible?

-Sí, acepto.

-¿Príncipe Jeon, acepta usted, gobernar tanto terrenal como monetario todo lo que dure su reino?

-Sí, acepto.

-Y por último, pero menos importante. ¿Principe Jeon, acepta usted casarse para mantener el legado del reino y conservar su sangre mientras le sea posible?

-Sí, acepto.

-Eso es todo.- el duque desarma su espada al aire- Por favor arrodíllese para que pueda hacer los respectivos votos.

El joven se arrodilla como se le ha ordenado y a la vista de todo siente como el filo de aquella enorme espada está a dos centímetros de su hombro.

-Como don y señor Duque de Boldur y el poder que se me concede por su majestad el rey y la reina, tanto acabas de hacer el juramento de aceptación a los mandamientos y la sangre te condena, te nombro el próximo rey no más hayas cumplido con ellos.