Ocho

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—Pero no se lo digas —prosiguió TaeYong.

—Tu secreto está a salvo —le dio unas palmadas al hombro y desvío la mirada.

—YoonOh... —TaeYong se había acercado a su rostro, el más alto hizo un gesto de escucharlo, parece que TaeYong no lo notó —YoonOh...

—Dime, Tae —lo tenía tan cerca que podía sentir su aliento.

TaeYong puso sus manos alrededor del cuello del castaño mirándolo a los ojos almendrados —YoonOh —repitió —, ¿por qué no puedes dejar de ser heterosexual?

Puchereó, ¿este chico era real? No tenía un hueso de tímido o quizás era el alcohol en su sistema, tal vez no aguantaba muy bien la bebida, eso sonaba más acertado.

TaeYong lo besó.

Había estampado sus labios con un poco demasiado fuerte, no se apartó pero tampoco correspondió, el peliblanco probablemente no lo recordaría. Yuta tenía razón, la boca de TaeYong no era distinta a una boca cualquiera, ni siquiera a la de SeulGi, ese beso no podía ser más extraño que su polla en la garganta del chico.

El peliblanco se apartó un poco menos borracho, al menos tuvo la decencia de parecer algo avergonzado, eso a YoonOh le hizo sentir algo.

—Lo... Lo siento —se pasó la punta de la lengua por los labios, la mirada del castaño de desvío justo ahí.

—No importa —se aclaró la garganta, se sentía un poco incómodo ahora —. Te veré en clases.

Huyó, realmente había huido y el peliblanco no pudo evitar sentirse tan estúpido, él solo quería un beso, le gustaban los besos, le gustaba tener algo en la boca, algo con qué mantenerse ocupado; no es como si tuviera fijación oral o algo similar.

Suspiró.

Fue por un vaso real de agua fría al gigantesco refrigerador color gris detrás de él y se dirigió al sofá donde Lisa le había dicho que estaría. Se sentía mal, físicamente también, probablemente le pediría que se fueran y su hermana lo apoyaría.

Bueno sí, así fue.

TaeYong despertó con resaca y una rubia tirada en medio de su cuarto con la falda alzada y su hermana trayéndole un plato de sopa, al menos todavía era domingo.

YoonOh solo le dio vueltas al beso de TaeYong. Probablemente debería dejar de pensar en ello, a él no le había gustado en absoluto, por supuesto que no.

Hasta que llegó el lunes.

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TaeYong había perdido su día tratando de recordar completamente la noche de ayer; solo recordaba haber estado bailando y haberse ido, mas no recordaba las tonterías que había dicho. Un destello cruzó su mente, ese destello tenía forma de YoonOh.

YoonOh.

¡Se había visto con YoonOh ayer! Y eso era malo.

Llegó al aula de su primera clase y se sentó, era el primero en estar allí así que solo se sentó a esperar mientras revisaba sus redes sociales.

Se aburrió un poco demasiado rápido, dejó sus cosas y salió caminando por los pasillos de la universidad, tomaría el camino más largo para ir hacia la entrada y esperar a Lisa, ella no quería irse de su casa luego de las diez de la noche. Habían estado durmiendo todo el día.

No estaba muy lejos del portón cuando alguien llegó tacleándolo por detrás.

—¡Buh! —el tailandés trató de ocultar su sonrisa escondiendo el rostro en la espalda de su amigo. TaeYong casi cae. Casi.

Johnny los miraba a distancia.

—Hola, Ten —trató de zafarse del fuerte abrazo del más bajito, este solo se aferró un poco más.

—¿Qué haces?

—Espero a Lisa.

No hubo respuesta.

—¿Ten?

—Tengo que hablar contigo, quiero contarte algo.

El peliblanco asintió.

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—Chicos, creo que le gusto a TaeYong.

Soltó YoonOh apenas habían atravesado el umbral de la escuela. Que Yuta pasara por ellos era rutina, compartían la mayoría de las clases.

—¿Eh? —Johnny desvío su mirada de Ten y su amigo.

—Le gusto a TaeYong —dijo el castaño un poco más convencido.

—Ajá ¿y luego? ¿vas a corresponderle? —Yuta no lo miró, sinceramente no veía el problema y no era algo que le sorprendiera, no porque supiera los sentimientos del chico si no que ver a dos chicos, o chicas, besándose no lo escandalizaba.

YoonOh le dio una mirada.

—¿Cómo que "y luego"? Yuta, es TaeYong, y es un chico, yo... yo no puedo.

—Bueno, ayer te vi bailando con él, es un buen chico. ¿Cierto, Johnny?

El estadounidense asintió, no había visto una mierda en la fiesta además de Ten, joder, ni siquiera le gustaba el chico, lo encontraba exasperante y coqueto, demasiado para su gusto. Lo odiaba.

—Eso, bailábamos —el castaño no les diría sobre ese beso ni tampoco sobre que TaeYong era quien se la había chupado, no TaeYeon.

—El único problema que veo es que TaeYong no te guste nada en absoluto, pero por favor, ¿a quién no le gustaba TaeYong?*

—Bueno no lo hace, no me gusta.

Yuta le dio una mueca mientras entraba al aula y tiraba su mochila en la banca, al menos no compartían esa clase con el albino.

—No seas tan duro con él ni contigo —Yuta no era bueno mintiéndose a si mismo y parece que YoonOh quería pensar que TaeYong no podría hacerle efecto alguno.

Si TaeYong se lo proponía podría tener efecto en cualquiera, incluso en el más heterosexual del mundo con el suficiente nivel de encanto, el peliblanco cumplía con mucho más que eso.

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*Yuta no lo dice en el sentido literal de gustar, si no como que le agrade también, JaeHyun se lo tomó literal, está medio ew, tiene sus momentos, algo así como su gaypanic.

• Cubículo • [JaeYong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora