Cuatro

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Johnny estaba perdido, jodido infierno, eso no podía estarle pasando, nunca había estado ahí y dudaba que cuando Yuta se desocupara no pudiera encontrarlo pero, el bastardo conocía tan bien ese lugar como para torturar a Seo un poco, no quería perder su orgullo llamándole a Yuta, YoonOh no era una opción, conocía tan bien el lugar como Johnny lo hacia, en conclusión, nada.

Los buscaría por su cuenta, aprender de ese lugar no parecía malo tampoco, tal vez lo ayudaba en algún futuro cuando no estuviera tan frustrado sobre Ten.

Llegó a un lugar lleno de cabinas.

Suspiró, probaría suerte ¿qué tan malo podría ser? Sobre todo mentiría si dijera que no sentía curiosidad sobre qué había allí dentro.

Caminó en el pasillo mirando cada cubículo, su vista se fijó en el último.

No estaría mal felicitar a la persona que le chupaba el pene a su amigo. Fue dispuesto a esperar a que aquella persona saliera, se acercó y cuando llegó la puerta se abrió.

«Rápido» Se rio un poco, quizá molestaría a YoonOh por eso, solo un poco.

Vio a una linda chica rubia saliendo de espaldas haciendo una señas ¿había alguien más adentro? Cuando ella se giró y se vieron la cara ella quedó en blanco y su sonrisa se borró, John fijó su vista en la persona de rodillas al agujero donde YoonOh tenía su polla, se parecía a...

—¿Lisa? —parece que su nombre la hizo reaccionar y cerrar la puerta un poco demasiado fuerte.

—¡Johnny! Que... ¿Qué haces aquí? —dijo nerviosa con una mano fuertemente apretada sobre la puerta.

—Traje a un amigo... Lisa, la persona... La persona allí dentro era-¿era TaeYong?

Johnny no podía juzgarlo, no tenía derecho a decir nada cuando el chico era agradable, sin mencionar que su amigo tailandés lo traía tan frustrado como la mierda.

—Si, escucha, por favor no digas nada, nada de esto a nadie, esto es nuevo para él y yo lo traje aquí para tratar de aclarar su mente.

El más alto la tomó por los hombros para tratar de calmarla un poco, podría usar esto.

—De acuerdo pero necesito algo a cambio.

—Tienes una cara de póker horrible, pero bien, dime.

—¿Me dejas besarte? Un buen beso.

Lisa arqueó una ceja. Necesitaba aclararse también, la rubia era muy bonita, más que eso, tenía un buen cuerpo, y era tailandesa, entonces estaría bien, aunque no fuera Ten, estaría bien, sin embargo, se sentía tan mal, como si estuviera a punto de engañar a Ten.

—Mira, no me gustas solo, solo que, necesito comprobar algo.

No dejó que ella le respondiera.

La tomó por la nuca.

Y la besó.

Un beso sin mierdas, un beso bien dado.

Y no sintió nada.

Lisa correspondió, no tenía problema en hacerlo y podría presumir que se había besado con John Seo. Sin embargo Johnny no se sentía igual de afortunado; si, era una de las más deseadas de la universidad pero no para él.

Dejó de besarla y suspiró derrotado.

—Lo siento —llevó una mano a su cabello.

Lisa estaba muy sonriente.

—No hay problema, uh... Tengo que hacer una llamada ya vuelvo.

Eso era lo que ella estaba apunto de hacer antes de encontrarse al estadounidense. Johnny se quedó un momento parado frente a la puerta de madera.

¿Debería decirle a YoonOh?

Primero tenía que salir de ahí.

· · • • • ✤ • • • · ·

¿Se podía tener un flechazo por una prostituta? Deadpool era prueba de ello, pero YoonOh no era él.

El castaño sentía que en cualquier momento se vendría, pensó en avisarle a la chica, finalmente optó por no hacerlo, era loco pero de alguna forma quería dejarle algo de él a TaeYeon además del recuerdo de haberle chupado la polla.

A TaeYong le gustaba esto, la sensación en la boca, de tener algo pesado y duro en ella, el leve hormigueo en sus labios y el salado sabor.

Quizás TaeYong no fuera tan heterosexual después de todo...

Gimió cuando sintió algo caliente y espeso en su boca, había hecho correrse a YoonOh, con eso en mente le hizo sentirse extraño, extrañamente bien. Se tragó la semilla.

El castaño soltó un sonoro jadeo pero no era suficiente para el, él quería más, más de ella, quizás conocerla, Yuta siempre había dicho que el orden de los factores no altera el producto. ¿Podría conseguir algo más de TaeYeon que solo su nombre y una mamada? Esperaba que sí.

—Tengamos una cita, TaeYeon.

¡TaeYong estaba en pánico! ¡¿Dónde rayos estaba Lisa?! ¡Si decía una palabra YoonOh se daría cuenta!

Sacó de su boca la blanda polla, la propia se había emblandecido también, de pronto estaba incómodo. Respiró un poco antes de negar, luego se sintió estúpido porque el castaño no podía verlo.

A la mierda si se espantaba.

—Yo... No lo creo, YoonOh —su voz salió tranquila y calmada, como si no hubiera tenido un pene hasta la garganta hace un momento.

YoonOh abrió los ojos por el cambio de voz, guardó su virilidad en sus pantalones y se quedó ahí parado. ¿Por qué no simplemente se iba? Estaba demasiado ido ahora.

—Gracias —dijo TaeYong en un susurro lo suficientemente alto para que el castaño lo escuchara, su mano se dirigió a la madera alrededor del hueco y dio una suave caricia.

YoonOh no dijo nada y se fue con una ligera sonrisa en el rostro y las manos en los bolsillos.

Mientras tanto TaeYong se quedó un rato mirando la madera sin realmente verla, el sonido de una puerta abrirse le hizo volver. Lisa lo miró un segundo notando que no estaba feliz o enloquecido como lo esperaba, verlo tranquilo la desconcertó.

—Hey, cariño... ¿Qué tal estuvo? —le dedicó una sonrisa llevando una mano al blanco cabello de TaeYong.

—Bien —dijo sin mucho ánimo, la rubia arqueó una ceja.

—¿Solo bien?

—Me gustaría hacerlo de nuevo —confesó sin mirarla.

—Para eso estamos aquí, YoonOh ha sido el primero de la noche.

—No, Lisa. A él.

Lisa entendió entonces, su amigo sospechaba que era el YoonOh que conocía, pero no era el único en el mundo con ese nombre, Lisa sabía que estaba en lo correcto por... Johnny.

—Vayamos por él —ella lo ayudó a levantarse del suelo.

—Pero piensa que soy chica, TaeYeon, y yo no lo soy —comenzó a caminar hacia la puerta, quería llegar a echarse en el sofá de Lisa y ver películas románticas mientras ella lo mimaba como siempre lo hacía cuando se deprimía.

—Entonces hazlo dudar, todos son heterosexuales hasta que ya no lo son —le sonrió.

Ellos caminaron por los pasillos hasta la salida.

• Cubículo • [JaeYong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora