LA CUNA DE LAS ESTRELLAS (ÁRABES) [YOONJIN/KOOKJIN]

15. El comienzo.

—¿No escuchaste, imbécil? Quiero que lo sueltes ya —ordenó el pálido.

Jungkook  rió bajo, soltó a Fioji y enfrentó a Yoongi  con indiferencia.

—El mismísimo Park Yoongi —dijo con burla—. No te había visto desde que mi primo y yo visitamos tu casita, que más bien parecía madriguera de ratas en ese entonces. Creí que habíamos dejado las cosas bien claras aquel día, ¿no? ¿Por qué no les dices a todos aquí donde vivías antes, eh? Anda, diles a toda esta gente de bien quién eras antes de casarte con la princesa Verania.

—Sí, claro que puedo —admitió—. Yo era un artesano que no tenía ni para comer. Era pobre, señores. Vivía en un barrio humilde y fui un huérfano que fue criado por su hermano con mucho esfuerzo, pero por lo menos yo no tengo que andar amenazando u obligando a la gente para que permanezcan a mi lado.

Jungkook fue el que soltó el primer golpe.

—¡Papá! —gritó la mayor de las gemelas— ¡No lo hagas, por favor!

—¡Cállate, Lia! ¡Alguien tiene que enseñarle a este bastardo a respetar a los verdaderos hombres! —se fue contra Park— Escucha bien esto, Yoongi: Seokjin es mi esposo, él es el padre de mis hijas y no voy a dejar que una liebre de basurero como tú me lo arrebate.

—Papá, yo creo que... —habló el hijo.

—Usted se calla, Fioji —interrumpió Yoongi—, este problema es entre este señor y yo. Me quedan más que claras sus palabras, pero también acuérdese de las mías: a mí no me importa su familia, cuántas hijas tenga, quién es su esposo o qué tan rico sea, ¡pero a mí no me vuelve a faltar al respeto! ¡Ya no más, Jungkook! ¡El tonto muchachito pobre que usted humilló hace 20 años ya está muerto!

Todos quedaron en total silencio. Las terribles acciones del médico estaban siendo reveladas ahora mismo.

—Ja, ja, ja. Todavía recuerdas tus momentos de estupidez. Me sorprende que aún recuerdes los años en los que te morías por mi esposo —todos rieron—, pero tú jamás significaste algo para él. A Seokjin solo le interesa el dinero y...

Yoongi le dio un golpe durísimo.

—¡De Seokjin no vas a hablar mal! —habló decidido— ¡A Seokjin lo respetas!

—Dinero, posición y oro, ¡eso  es lo que quiere él! —continuó— Pero lo más importante: un hombre.

—¡Cállate! —y comenzó la pelea.

—Jane es una niña demasiado desubicada —dijo Namjoon—. Yo prefiero que empecemos a buscarles esposos ya.

Taehyung  lo miró sorprendido.

—¿Esposos? —preguntó incrédulo— Mi amor, ellas todavía son unas niñas y...

—Taehyung —interrumpió—, ya es hora. Además... tú también te casaste a los 17 conmigo, ¿no es así?