"Después del Después".

Cap:2 Minutos antes...

...

Día soleado, día despejado y lleno de vibras.
Hay pocas personas que se fijan en los pequeños detalles y saben disfrutarlos. Me levanté inspirado, tomo mi cuaderno y me puse a escribir.

Cuerpos.

Un cuerpo común y corriente como los demás, una manos suaves y seguras que quiero tocar, unos labios moldeados específicamente  para ser besados con amor, unos ojos llenos de brillos en los cuales pongo mi camino para ser guiado. ¿Pero que hay más allá de un cuerpo?

No hay nada.

Si la persona no controla sus emociones; sus miedos pueden absorber lo bueno, sus nervios pueden ser la peor maldición en la cual caer, un Cuerpo sin alma, es cómo sentir algo que no está. Claro, no estamos vivos si nuestra alma no está en su lugar, por eso somos capaces de manejar nuestros sentimientos...

Pare de escribir y me senté frente al espejo.

–¿Que ves cuando me miras?-Le hablé a mi alma. Por muy dentro que estuviese se que me escucharía.
–¿Que veo? Púes... Veo un chico seguro, alguien duro de destruir, alguien duro de influenciar, un chico lleno de vida seguro de si mismo y capaz de muchas cosas.
–Tu qué ves eso en mí, más no es cierto. ¿Porque me lo dices?
–Si es cierto, estoy seguro de eso. Sólo que aveces no escuchas a tu alma y te dejas llevar de tus emociones, ese no eres tú, eres mucho más que eso.-respondia como si supiese de lo que hablaba.
–Entonces por qué me deje caer tan fácil, por qué me dejó influenciar así. Si fuese yo, no estaría hablándome a mi mismo.
–Aveces tienes que irte de la realidad para encontrarte, para hallar respuestas, para estar seguro de ti mismo.
–La realidad es esta: Soy un chico el cual nadie distingue, el cuál nadie aclama o busca. Soy ese tipo de chico que se pierde solo y calla lo que siente, me ahogue sólo y ya no se como volver a respirar.
–Ahí esta el problema. Ese chico no eres tú. No eres uno más del montón, no eres prototipo de otra persona. Ya calla las voces de tu cabeza y empieza a escuchar tu alma, tu ser. Y verás, que volverás a ser tú.

Me levanté del espejo, me acosté y tome mi celular.
Me estaba llamando Cristina.

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Carolina había tocado mi puerta, venía a hacer tareas y conversar un rato conmigo.
Que mal presagió acababa de tener, sabía lo que ocurriría y no detuve nada.

Carolina pasó y se sentó en mi mueble, se cruzó de piernas y me observó durante unos minutos.
Yo estaba en la cocina preparando un sándwich para así comer.  Su mirada quemaba mi nuca, la sentía, la imaginaba. Volteaba cuidadosamente para así poder verla, y si, me observaba.

–¿Que tanto miras caro? -voltie enseguida.
–No nada, solo miro sin ver.
(Mentía)
–¿Cómo es eso?
–Miras a un lugar fijó más no observas nada. Piensas en otra cosa y así tu mente proyecta las imágenes dadas o imaginadas.
–Ah si, entonces. ¿Que piensas?
–En nada.
–¿Quieres comer ya o después?- le pregunté.
–Déjalo ahí, luego me lo como.
–¿No me dirás? A mi que soy tu Amigó, a mi que durante estos 7 meses de conocernos, en los cuales me lo has dicho todo y aún así no confías.
–¿Que pasó entre tu y Manuela?- se levantó y tomó su sándwich.
–Ese es otro cuento, ya te lo sabes. Vos eras mejor amiga de ella -Trataba de ignorar la pregunta. - ¿Porque?
–Solo me daba curiosidad, después de su relación la he visto muy mal, más sería, ida de la realidad, como si viviera en un sueño. Ya no se si de verdad vive sana o volando por tanta droga que consume.
–Ella me dejo a mi, eso es todo.
–¿Seguro?

Me puse a recordar la verdadera historia.

•Aveces vivía de mis sueños, aveces vivo de mi realidad, otras sólo quisiera haberlas ignorado y dejarlas pasar•

Retomé mi conversación.

–Si. Seguro de ello.

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†: "Prefiero olvidar a estar recordando cosas que me atormentan, así vivo feliz"