"Después del Después".

Cristina.

Luego de un mes sin saber nada de Cristina me vuelve a llamar, con la voz un poco desgastada, Carrasposa, sin alegría. Se escuchaba destruida y obviamente necesitaba mi ayuda.

Fui a la biblioteca del pueblo, claro, un pueblo grande como ningún otro, casi parecía una ciudad. Los faroles iluminaban la noche fría, los supermercados ya cerrados a las 11:15 y pocas tiendas donde vendían discos aún sin cerrar; me encontraba saliendo. Bajaba desde la biblioteca hasta la última tienda de los Casanova. Pare un momento en la casa de Edw.

Edw era un compañero de la Universidad del pueblo, claro, la única que había. Entrenaba todos los días desde las 8am hasta las 10am Natación, y salía hacia su casa a las 11 después de aparcar su auto Volvo de los últimos modelos en la sección de personas importantes, o así le habíamos colocado Maicol y Cristina. Edw era el único de los 4 que era reconocido por todos y aclamado por muchas, en cuanto Maicol entró a la U nadie le prestaba atención por lo que había sucedido en la fiesta del Día 20, en la cual conocí a Manuela.

Junto a la casa de Edw, vivía una señora que amaba a los gatos y más adelanté Emma, una chica con pelo mono, ojos azules cristalinos y tenía unas estupendas curvas, claro, en el barrio donde vivía Edw también vivía las personas más reconocidas de la U.

Me encontraba bajando más cuadras, eran las 12:12 de la madrugada, y no era de esperarse una visita a esa hora.
Toque la puerta de Edw.

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–Hey Scott que haces a estas horas en mi casa.- salió Edw en pantaloneta y sin camisa, obvio Edw era un tipo gigantesco y marcado, tenía el pelo castaño y estaba despeinado, se frotaba los ojos al son que me repetía. -Hey, que haces a estas horas en mi casa.
–Necesitaba un favor tuyo, claro si puedes.-Dije
–¿Ya viste la hora que es?- miro de reojo su reloj pegado a la pared.
–Si, si, lo sé. Acaba de llamarme Cristina y se escuchaba un poco mal, y sabes que no se donde vive.
–¿Donde estabas?¿Cuando te llamo y que te dijo?- me invitó a pasar y me senté en sus muebles de lana, suaves y calienticos, ya iba para dos días sin dormir bien y al sentarme vostece, se me notaba el sueño a leguas en las bolsas de ojeras que tenía.
–Estaba en la biblioteca, ya sabes que mantiene abierta 24/7 y pues solo me dijo que necesitaba hablar conmigo. -Respondí sin ganas, me estaba muriendo del sueño.
–Esta bien, te daré la dirección.

Anotó en un papel de esos de mesas que venían por paquetes de 100, tenía un bolígrafo antiguo.

Calle 16, número 13-13 Avenida Bolívar.

–Gracias Edw. No sabía a quien más acudir y acabo de quedarme sin batería.
–Quédate tranquilo, deja tu celular aquí y lo pongo a cargar, mañana en la U te lo paso, y me avisas cómo te va con Cristina.- A Edw parecía gustarle Cristina y a Cristina se le notaba que le gustaba Edw, una historia complicada, más ninguno de los dos daba el primer paso.
–Esta bien. 'Aun no se porqué acudió a mi si el que le interesa eres tú'.-Murmure.
–¿dijiste algo?.
–Que me tengo que ir, mañana nos vemos.
–Ten, toma mi tabla, mañana me la pasas, es para que no camines tanto.

Edw aparte de la natación era muy hábil con la patineta y muchas cosas más. Cerré la puerta de la casa y seguí bajando por las tiendas Casanova, Maicol odiaba a los Casanova, ya que el hijo de el señor Mario Casanova se había encargado de regar por todo lado que Maicol tenía sida por causa de haberse metido con una chica de intercambio el 20 de abril en la fiesta.

•Las preocupaciones de la vida se solucionan solas, ignoralas y sigue viviendo como si nada•

Llegue después de 20 minutos a la casa de Cristina, desde la avenida del Comercio hasta la Bolívar había patinado, me sentía exhausto.
La casa de Cristina era azul claro por fuera, tenía dos macetas con plantas colgadas a los lados de la puerta y tenía unas ventanas con bolillos de acero, como si fuera una cárcel.

(†)

12:53 am.

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†: "Mi vida era un novela, más no era el dramaturgo que la escribía"