Capítulo III. Una cita lluviosa

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Terminaron las clases y como habíamos acordado Luka me vino a buscar a clase. Me despedí de las chicas que me miraban con cara de perversión y nos fuimos.

-¿Quieres ir a tomar un helado de André?- Eso me puso nerviosa pues la leyenda decía que si te pides uno de aquellos helados, te enlazarías con un alma gemela.

Asentí. Nos pasamos los 20 minutos de trayecto hablando, no podía parar de mirarlo. Era tan perfecto...

-¿Un helado para los novios?- Dijo el heladero... Me sonrojé.

-No somos pareja... Todavía...- Dijo mirándome y lo último diciéndolo en tono susurrante.

Pasaban las horas, aunque parecían fugaces... ¡No quería irme!

Una gota... otra gota... hasta que empezó a llover.

-¡Ven, vamos a ese porche!- Le seguí. Empecé a temblar, y Luka al percatarse, se quitó rápido la chaqueta y me la puso encima.

-G-Gracias...- Le di un beso en la mejilla. Esta vez fue él el que se sonrojó, estaba tan adorable... 

-¿Alguna vez te han besado bajo la lluvia, bichito?- No me esperaba que él me hiciese esa pregunta... ¿¡Por qué me la hizo!?

-Yo nunca he...- Miré hacia abajo. Él sabía a lo que me refería.

-Entonces haré las cosas bien, tiempo al tiempo- Dijo sonriendo mientras me acariciaba la mejilla.

-Oye ¿Y por qué me llamas bichito?- Dije para quitarme la duda de si sabe de mi identidad secreta.

-Es un simple apelativo cariñoso. ¿Te molesta?- Puso cara preocupación.

Negué con la cabeza y nos sonreímos mutuamente mientras nos mirábamos a los ojos.

Cuando cesó de llover, Luka me acompañó a casa, me dio un beso en la mejilla y nos despedimos.
Aquella había sido mi primera cita... Y ojalá que no fuese la última.

AL DÍA SIGUIENTE.

Ese día me desperté pronto, me preparé y al bajar vi a Alya esperándome en la puerta de la panadería para ir juntas a la escuela.

-¿Qué tal ayer con Luka?- Dijo Alya con una sonrisa pícara.- Jul me dijo que su hermano volvió con una gran sonrisa.

Me sonrojé.- ¿A-ayer? Todo bien, pero lo pasé un poco mal porque él procuro besarme y le dije que nunca había besado...- Mi leve sonrisa se convirtió en una cara decepción.

-Ey, chica, no te preocupes, todos hemos tenido un primer beso, y no hay prisa, si de verdad está interesado en ti, esperará lo que haga falta.- Intentó animarme.

Una vez en la escuela, la mirada de ese chico que no salía de mi mente se conectó con la mía. Una sonrisa a la par se empezó a formar en nuestra cara, se acercó a mí.

-Hola bichit...-Alguien le cortó.

Una chica de mi altura, pálida de cabellos cobrizos y ojos profundamente negros se acercó por detrás de Luka.

-Con que aquí estabas, cariño.- Dijo sonriendo falsamente mientras me miraba con asco.

-Espera un momento Marinette.- Se giró mirando a la chica cuyo rostro parecía el de una diosa.- ¿Jade, podemos hablar?- Dijo alejándose de mí mientras la agarraba del brazo.

Mi cara desconcertada los miraba. Estaban hablando, ella parecía algo alterada mientras que Luka estaba tranquilo apoyado en la pared. 

Pasados los minutos decidí irme de ahí, mis ojos estaban ya cristalizados ¿Cómo pude pensar que yo le podía gustar?

Empecé a dar unos pasos cuando, cuando alguien me paró. Luka me miraba con cara aborrecida.- Marinette, escuchame atentamente, no hagas caso a absolutamente nada de lo que Jade pueda decirte; es muy mentirosa y muy manipuladora.

Con una mirada bastóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora