Capítulo XXIII. El inicio del fin.

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Pasaban los días y ni a Adrien, ni a Luka ni a mí se nos ocurría un plan contra Gabriel Agreste sin tener una hipótesis de que algo podría salir mal. ¿Y si descubre nuestras identidades y va a por nosotros? ¿Y si acaba con nuestros miraculous? ¿Y si alguno de nosotros muere?

No sabíamos que hacer. ¿Y si no podíamos cambiar el futuro? ¿Y si el futuro que aguarda París es que Lepidóptero consiga los prodigios? NO. Me negaba a tener un futuro así. No después de haber pasado por tantas cosas.

En ese momento me vino una idea; ir a visitar a la persona más sabia de todo París.

-Buenas Maestro Fu- Dije al llegar a su casa.

-Buenas Marin... ¿Quién es él?- Señaló a Luka.

-Maestro Fu, el es Luka, mi novio. No tenga miedo, él sabe nuestras identidades.- Dije, esperando a que le diese la aprobación.

-Es una persona de confianza.- Continuó diciendo Adrien, algo que me sorprendió bastante.

-De acuerdo, jóvenes. ¿Qué os trae por aquí?

Le contamos todo lo que habíamos descubierto sobre Gabriel Agreste y le dijimos todos los problemas que se nos habían ocurrido que podrían llegar a pasar.

-Marinette y Adrien, confío en vosotros para que entreguéis el prodigio de la Serpiente a quién creáis que lo merece. Os lo daré en el momento exacto.

Todos miramos a Luka, nadie iba a saberlo llevar mejor.

A LA NOCHE:

Después de la charla que tuvimos con el Maestro Fu, no pude pegar ojo en toda la noche.

Este iba a ser el principio del fin. O era ahora o nunca. La batalla contra Lepidóptero iba a comenzar.

DÍAS DESPUÉS:

Gracias a la otra combinación en el cuadro de la madre de Adrien, confirmamos la teoría de que Gabriel Agreste era Lepidóptero.

Nos reunimos Adrien, Luka y yo en casa del Maestro Fu.

-Luka Couffine, te entrego el prodigio de la serpiente. Te dará la habilidad de la segunda oportunidad. Gracias a él, si algo sale mal, podremos volverlo a intentar. Una vez que termines de usarlo, deberás entregárnoslo de vuelta.

-Eso está hecho.

Trazamos un plan para el inicio de nuestra guerra, la guerra contra la libertad, y una vez trazado, nos pusimos a ello.

Con una mirada bastóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora