Llegué a casa, se habían suspendido el resto de clases por lo sucedido, me tumbé en mi cama e intenté descansar.
-¿Qué te pasa, Marinette? Estás algo embobada- Dijo mi kwami con una pequeña sonrisa.
-Ese chico... No me lo puedo quitar de la mente. Esos ojos, pelo y sonrisa perfecta- Suspiré- ¿Qué me pasa?
-Creo que te gusta ese chico...- Me respondióa mariquita con sonrisa pícara.
-¿Qué? ¡Sí! ¡Osea, no!- Me sonrojé- ¿Cómo me va a gustar? No le conozco y él solo me ha visto como Ladybug, no como mi yo real.
-No hace falta conocer a alguien para saber si te gusta o no, mira a Chat, lleva tiempo enamorado de ti y no sabe ni como eres bajo la máscara...
-¿Qué debo hacer? ¿Le hablo mañana?- Me tapé la cara con la almohada, sentía frustración.
-Vale, pero de hacer eso, recuerda que él solo te conoce por Ladybug...
AL DÍA SIGUIENTE.
Vi a las chicas en el pasillo de la escuela, me acerqué y las salude, un poco apartada vi a Juleka hablando con Luka, al parecer era el chico que akumatizaron ayer. Se acercaron.
-Chicos? Os presento a Luka, mi hermano mayor.- Dijo con su tono inexpresivo la pequeña gótica.
-¡Hola!- Dijeron todos al unísono a excepción de mí.
-Eh... Esto... H-Hola...- No me salían las palabras, esa mirada me dejaba sin habla, pero necesitaba un poco de valor, al fin y al cabo él pensaba que no me conocía.
-Relájate, no muerdo- Dijo Luka mirándome con una sonrisa pícara.
Me puse roja y agaché la cabeza; todos se empezaron a reír y luego yo; para que mentir, había sido una situación graciosa.
Sonó el timbre y sugerí ir yendo a clases. Siguiendo a las chicas noté una mano en mi hombro y escuché un: Tranquila bichito, no deberías de ponerte roja.
-¿¡BICHITO?! ¿¡CÓMO BICHITO?!- Pensé- ¿Por qué me llamó así? ¿Acaso sabía que yo había sido la chica de rojo que le rescató? ¿O simplemente había sido un apelativo cariñoso?
-¿Marinette, me estás escuchando?- Luka me chasqueó los dedos en mi cara mientras soltaba una pequeña risa.
-Eh? ¿Qué? -Entré en razón...- Perdón estaba en mi mundo.
-Te decía que si querías dar una vuelta después de clase.
-¿Quién, yo? ¡SIIIIII!- Dije ilusionada por poder quedar a solas con el chico de profundos ojos azules.
Luka me sonrió y se fue hacia su clase terminando la conversación con un:
-Te recojo después de clase.
ESTÁS LEYENDO
Con una mirada bastó
Roman pour Adolescents¿Creen en el amor a primera vista? Marinette no lo creía, hasta que vio esos ojos azules... Esos profundos ojos azules...