Capítulo XXV. Una última oportunidad.

125 9 3
                                    

Desde la perspectiva de Adrien:

-Soy un monstruo. ¿Cómo he podido hacerle eso a mi padre?- Dije entre un llanto mientras abrazaba a mi padre, el cuál yacía sin vida.

Ladybug se acercó hacia mí sin decir nada, simplemente comenzó a llorar a mi lado mientras me abrazaba por detrás.

-Gatito, no ha sido culpa tuya...- Me susurró al oído intentando animarme.

En ese momento Viperion apareció, contemplando la escena tan lúgubre.

-No está todo perdido, aún no has utilizado tu Lucky Charm, Ladybug.

-Era cierto, no estaba todo perdido, aún tenía una oportunidad de recuperarle.- Pensé.

Ladybug en ese momento se puso de pie e invocó su poder final, todo lo que había destruido Lepidóptero se arregló y volvió a la normalidad; todo menos él.

A LOS DOS DÍAS:

-Hoy estamos aquí para despedir la muerte de un ser querido, Gabriel Agreste...- Dijo el cura.

Estábamos toda la familia y amigos. Les pedí a la prensa que por favor que no viniesen a pesar de que él era una persona famosa.

Cuando todo terminó, Nathaly se acercó a mí para hablar conmigo.

-Adrien, sé que jamás me perdonarás por haber sido Mayura y haber ayudado a causar todo el caos de París. Ahora eres huérfano y también eres menor de edad. Tienes que tomar una decisión, estar a cargo de Servicios Sociales, o dejar que te adopte. Me he ofrecido voluntaria para poder adoptarte. Sé que nunca podré reemplazar a tus padres, pero te conozco desde pequeño y eres como un hijo para mí.

La abracé dándole las gracias.

Marinette se acercó a mí para hablar a solas.- Adrien, el Maestsro Fu nos ha llamado a los 3 para hablar. Supongo que ahora que todo ha terminado, querrá que le devolvamos los prodigios.

EN CASA DEL MAESTRO FU:

El Maestro Fu nos ofreció una taza de té al cual aceptamos con gratitud.

-Cuando se crearon los kwamis, cada uno recibió un poder, el de Tikki era crear, y el de Plagg destruir. Ambos kwamis son la fuerza más poderosa del universo. Si se juntan se puede pedir un deseo. Adrien, has salvado París a un precio muy grande, por eso, te entrego el prodigio de Ladybug para que seas el que diga el deseo; pero cuidado, solo tendrás una oportunidad para que puedas salvar a tu padre y a tu madre.

Estuve pensando durante un buen rato, no era algo fácil. Quería recuperar a mi padre y a mi madre, pero sin que se acordasen de los prodigios ni ellos ni Mayura; tampoco quería dejar de ser Chat Noir ni que Marinette dejase de ser Ladybug.

Después de estar mucho tiempo pensando...

-Vale, ya lo tengo... Tikki y Plagg, guardianes del universo, me ha sido concedido un deseo: Deseo que mi padre y mi madre resuciten, que nadie se acuerde de sus muertes y que nadie recuerde los prodigios salvo Marinette, Luka, el Maestro Fu y yo.

-Sabia decisión Adrien. Marinnete Dupang-Cheng y Adrien Agreste, ahora que todo ha vuelto a la normalidad, y que Lepidóptero ya no está, me deberíais entregar vuestros prodigios, pero habéis sido los mejores portadores que he visto jamás, por eso mismo os dejo que os quedéis a los prodigios de Ladybug y Chat Noir, utilizarlos con sabiduría y ayudad a París en todo lo que necesite por muy pequeño que sea el problema.

DOS AÑOS DESPUÉS:

-Buenos días Adrien.- Dijeron mi padre y mi madre. Todavía no me había hecho a la idea de que hayan vuelto después de tanto tiempo.

-Buenos días, padres. Hoy tenemos el cumpleaños de una chica llamada Marinette... ¿Podría ir?

-Claro, pero a las 7 estarás en casa.- Comentó Gabriel.

-Cariño, ya no es un niño, déjale un poco más.- Me defendió mi madre.

-De acuerdo, a las 9, pero si vuelves más tarde, estarás castigado.

Fui corriendo hacia el parque, estaban todos, no podía imaginar lo que había cambiado todo.

Alya y Nino seguían juntos, al igual que Marinette y Luka, que se les veían muy felices.

Kim se hizo famoso por batir un record Guinness de natación, desde entonces Chloe empezó a interesarse por él, y ahora están saliendo juntos.

Harry se había venido con su familia a París a pasar unos días por el cumpleaños de Marinette.

-¡Hola cariño!- Recibí un beso.

-Hola amor, llegas justo a tiempo.- Flora se vino a vivir a París para estudiar diseño, estuvo con mi padre y con el tiempo nos enamoramos y empezamos a salir.

-¡MIRAD!- Alya sacó su móvil para poner las noticias.- Una banda de ladrones han robado en el Louvre.

Marinette me miró y asentí.- Nos fuimos corriendo detrás de un edificio...

-¡PLAGG, GARRAS FUERA! ¡TIKKI, PUNTOS FUERA!

Con una mirada bastóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora