¿Jugamos? - Luke Hemmings

Capitulo 1

- ¡Jade!- grito Jess al verme. Corrió hacia donde yo estaba, me miro con una gran sonrisa en su rostro que desapareció cuando vio mi cuello. Fruncí el ceño.

-¿Paso algo?- dije un poco preocupada. Mi cabello estaba atado por una coleta.

-Si, mira Jade, se que has tenido sexo salvaje pero nunca habías tenido una marca como esta - dijo poniendo sus manos en el mismo sitio donde Luke me había succionado. Cerré mis ojos.

-Mierda- susurré. Solté mi cabello, intentando ocultarlo.

-¿Quién fue el chico que te hizo eso?- pregunto Jess mientras caminábamos a clases.

Me quedé callada, Luke y yo no solíamos hablarnos en publico.  Él es popular y es mujeriego. Yo soy popular, agresiva y controladora. Luke y yo llevamos años viéndonos el uno al otro, pero nunca hubo necesitad de hablar. 

-Jade... - dijo Jess imaginándose a cualquier chico con el que yo hubiese estado. Baje la mirada y seguí caminando mirando el lindo piso. Choque contra algo y mi furia creció, miré hacia arriba donde los ojos azules de Luke me miraban intensamente, el cabello se había corrido lo suficiente para que el viera el chupete que me hizo.

-Que lindo - dijo poniendo sus manos en mi cuello. Sentí como la mirada de Jess y la de todos los amigos de Luke sobre nosotros.

-Idiota- susurré lo suficientemente alto para que todos los que ponían atención escucharan. Me hice a un lado siguiendo con mi camino. Jess corrió a mi lado.

-¡¿Fue él?!- grito sorprendida. - Pero tu dijiste que él... - La interrumpí.

-Se lo que dije, nunca le había hablado a él hasta hoy, no hemos tenido sexo. Él es mi nuevo juguete, con el que quiero jugar. - dije fría .

-Lo sé, se que tu eres capas de eso, pero las personas pueden pensar que tu eres el juguete de él. - dijo Jess un poco preocupada.

Todas las que fueron solo un juguete para Luke terminaron mal, muchas se fueron del instituto, otras se deprimían, otras lo odiaban... etc.

Las clases pasaron rápido, Jess tenía un asunto que resolver por lo que no me pudo acompañar a casa, como me tuve que ir sola, me puse mis audífonos. Después de un rato de caminar alguien tiro fuerte de mi brazo tirando me contra la pared de ladrillos. Mi espalda se quejo pero intente ignorarla, miré mejor a la persona... Luke. Sus manos estaban en mi cintura, sus ojos azules estaban más oscuros, trague saliva, su cuerpo estaba pegado al mio, por lo que pude sentir su corazón latiendo rápido y un bulto en mi estomago, ya que yo era más baja que él.

Empezó besando mi cuello, fue subiendo hacia mi oreja. Cerré mis ojos, puse mis manos en su pecho, mi corazón latía rápido... Juguemos - dijo una voz malvada en mi cabeza. Puse mis manos en su cuello, junte nuestros labios en un fugaz y placentero beso. Su lengua encontró la mía. Empecé a bajar la mano por su espalda y él acaricio mi pierna, Baje mis dos manos hasta su estomago, bajando hasta el botón de sus pantalones. Él gruñó, pero no se separo de mi. ¿No le molesta que tal vez lo desnude en media calle?.

Lo bueno es que este lugar era muy solitario costaba mucho que carros pasaran o personas. Le desabroche el botón, deje sus labios para bajar hasta que mi rostro quedara al frente de su miembro excitado. Le baje el pantalón sacándolo de sus piernas y poniéndolo a mi lado. Sonreí malvada mente, empecé a tocar su miembro sobre la tela negra de su bóxer que lo lastimaba.

Baje un poco su bóxer, yo sabía lo que él quería, pero no le quite el bóxer. Lamí la tela que cubría su miembro haciendo que él se desesperara. Uno. Dos. Tres. Me levante con su pantalón en mis manos y salí corriendo lo más lejos que pude de él. Excitado, abandonado y en bóxer. Se donde vive Luke, para llegar a su casa debes pasar por una larga calle llena de gente, miré triunfante el pantalón en mis manos.

Él me había dejado un chupete y yo lo deje sin pantalones. Así es como a mi me gusta jugar. Lo deje con las ganas, eso es lo peor que le puedes hacer a un hombre.

Llegue a mi casa, tiré mi mochila al sofá al igual que los pantalones, entre en la cocina. Tome una manzana le di un mordisco y corrí hacia mi habitación. Maldición. Mi habitación tenia la ventana abierta, a mi mamá le gustaba abrirla pero a mi no. ¿A quién le gustaría escuchar los gemidos de las chicas con las que tu vecino se acuesta? ¿A quien le gustaría ver esa horrible escena? A mi sinceramente no. Me acerque a la ventana, antes de que pudiera cerrarla, pero ahí estaba mi vecino, con sus ojos clavados en mi, con una camiseta y en bóxer, fruncía el ceño molesto.

-¿Me devuelves los pantalones?- pregunto suspirando.

-No- dije seria. Él se puso rojo pero de furia, cosa que me hizo reír.

Iba a cerrar la ventana pero Luke la detuvo con sus dos manos, nuestras casas estaban lo suficientemente cerca como para que él se pasara a la mía cuando quisiera. Él entró en mi cuarto, con el ceño aun fruncido.

-Mis pantalones. - pidió de mal genio.