Después de asegurarse de que Aaron estuviese a salvo en la barca, Anubis fue hacia el palacio donde el suponía estaba Seth. Y efectivamente, el estaba esperando a su hijo. Anubis se adentró al palacio haciendo volar las puertas de madera recubiertas de oro y de unos enormes jeroglíficos que hacían referencia a la grandeza de Seth.
El estruendo de antes, ya había alertado a Seth, de que su hijo había llegado, junto con los otros para tratar de detenerle. Por si fuera poco, Seth sabía que sus demonios eran unos inútiles, por lo que no sería difícil matarlos. El palacio estaba distribuido de manera que había un jardín interior, por lo que las habitaciones estaban ubicadas al rededor del jardín, contaba con Dos pisos, y tenía una entreplanta que permite ver desde el segundo piso el jardín, donde Anubis estaba llamándole a Seth para que enfrentara su destino.
Anubis: Seth!! Ven acá malnacido hijo de perra!! Enfréntate a tú destino!!
Seth: No tienes porque gritar hijo, por cierto, yo también te quiero.
Anubis: Te atreviste a tocar a quien es el prometido de TÚ hijo? ¿De verdad crees que no me daría cuenta?
Seth: Bueno, soy yo, eso es de esperar*dice sin mucho afán*
Anubis se abalanzó contra seth, dando un brinco para llegar al segundo piso.
Anubis: Te dije que lo lamentarías sucio hijo de perra!!!
Anubis tomó por el cuello a Seth,ahorcándolo y arrojándolo contra la pared de caliza de su palacio, mientras Seth trataba de incorporarse a la batalla, Anubis lo tomó de nuevo y ahora lo arrojó contra el piso ubicado en el jardín, y bajando hacia él para seguir golpeándolo como si no hubiese un mañana.
Seth: Parece que ya eres un hombre hijo *tose y escupe sangre dorada* ¿Quién te enseñó? ¿Horus?
Anubis: Oh no, es solo mi ira total cayendo sobre ti.
Seth: Me enorgullece saber que al fin tomas un consejo que te ha dado
Anubis: Ajá *toma de nuevo a Seth y lo arroja contra lo que serían las puertas del palacio*
Seth: Ven a mí hijo mío*dice levantándose y con los brazos abiertos como si quisiera un abrazo*
Anubis: Ahora si me reconoces? Después de que trataste de matarme cuando era niño?
Seth: Se que hice mal, pero ¿podrías perdonarme?
Anubis: Ni loco lo haría, eres un maldito desgraciado!!*se abalanza contra él*
En aquél momento, una red cayó sobre Anubis, evitando que se puera levantar, la red estaba hecha de metal recubierto en oro
Seth: ¿Sabes algo? Los griegos no fueron unos imbéciles después de todo, trajeron estos maravillosos inventos*dice mientras patea la quijada de Anubis* Ah, y por cierto*saca una daga con mango de mármol con incrustaciones de piedras preciosas en ella*No solo lo besé y lo secuestré, sino que también me daba el placer que un rey necesita *le clava la daga en el hombro*
Anubis: Agh!! *ahoga su grito de dolor*
Seth: Y cada vez que acababa, él pedía más y más, ya veo porque lo quieres tanto, lástima que no podrás salvarlo de nuevo.
Anubis: No te atrevas a tocarlo una vez más!!
Seth: O qué? Me vas a golpear? *le saca la daga*
Anubis: Aagh!! Ah!
Seth: Traigan a los escarabajos de Isis, les vendrá bien una comida antes de dominar el mundo
Los demonios solo reían al ver a Anubis de esa manera, a pesar de haber visto lo que ocurre cuando se enoja de verdad. Los escarabajos de Isis eran tan grandes como una camioneta doble cabina, de unos colores brillantes con unos ojos negros como el abismo y unas mandíbulas que podían partir un poste de concreto.
Al acercarse a Anubis, estos soltaron un líquido verde que humeaba, un ácido que si un mortal lo tocara, se desintegraría al instante la parte que haya tenido contacto. Pero para él era un líquido caliente, que olía a entrañas, y vaya que él sabía como olían. Él invocó a una pareja de grifos,que de inmediato bajaron y comenzaron a dar zarpasos a los escarabajos a diestra y siniestra, pero su cuerpo era duro, casi como un trozo de oro, sin embargo, mientras un grifo peleaba, el otro quitó de encima la red de oro de Anubis, dándole así la movilidad que necesitaba.
Anubi: Seth!! Ven y enfréntame miedoso hijo de puta!!
Seth: De nuevo tú? * dice mientras se dirigía a la barca para matar a Aaron* Que no puedes dejar de molestar?
Anubis: Son las doce y sabes lo que significa
Seth: Seguro que lo quieres hacer? Nunca antes habías estado en tu forma total de dios. Pero mejor para mí, sirve que mueres más pronto.
Seth y Anubis corrieron el uno contra el otro, y a mitad del camino, su altura cambió, medían ahora 2.25 metros de largo, y ahora ellos estaban vestidos a la moda del antiguo egipto. El impacto entre ellos dos fue tan grande que la tierra misma tembló a los pies de todos.
Anubis tenía una una garrocha con doble filo y un bastón parte Ankh y parte hacha
Por su parte Seth, poseía un khopesh y un hacha.
Ambos se abalanzaron el uno contra el otro, tratándose de hacer el más daño posible, Anubis lanzó un golpe con su garrocha intentando cortar el cuello de Seth, pero este lo pudo esquivar. Seth trató de cortarle el torso, pero le faltó, sin embargo Seth tenía más experiencia en guerra por lo que dio una vuelta y con el khopesh y esta vez acertó una gran tajada en el pecho del contrario. Anubis solo pudo hacerse para atrás y contraatacar con su hacha, esta vez le acertó un corte profundo en la cara haciendo que a su vez se enojara.
Seth: Hijo de... Si eso es lo que quieres, bien
Anubis: Anda, no te temo
La batalla continúo, y Seth decidió quedarse solo con el hacha, por lo que el khopesh desapareció como si no existiese, por su parte Anubis, soltó el hacha e hizo aparecer otra garrocha.
Mientras los gigantes peleaban, Jaemuaseth y los otros peleaban contra centenares de demonios de todos los aspectos, para su desgracia eran muchos
Jaemuaseth: Son demasiados demonios! Necesitamos ayuda
En ese momento, de la tierra salió un ejército de momias de Osiris, que eran más grandes, esfinges, escarabajos, petsuchos, serpopardos y guardianes del más allá (cuerpos esqueléticos de color café en estado de putrefacción) y muchas serpientes.
Los animales fueron convocados por Isis, que también lucharía por detener a Seth, los demonios se lanzaron contra ellos y los animales también. Isis por su parte, entró en su forma completa de diosa y comenzó a luchar.
Isis: Oye Seth!! Voltea hijo de perra!!!
Seth: Que demonios sucede ahora!
Seth no pude ver quien era, ya que un puñetazo fue a parar en su cara
Anubis: Tía? Nunca te había visto luchar!
Isis: Y eso no es nada
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Amor Con Un Dios.
Fiksi Penggemartrata sobre un joven llamado Aaron, que conoce su verdadero amor de hace mas de 5000 años.