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     Si naces en Cybertron, naces dentro de castas. Un lugar, una profesión, en el que vivirás por el resto de tu vida. Esta forma de organización llevó a tener a Cybertron en orden y paz por miles de años y llegó a ser la tradición de Cybertron para que hasta el cybertroniano más antiguo nunca olvide cómo son las cosas y el más nuevo sepa cómo son las cosas.

     En Iacon, Cleodata y Jazz son uno de los dichosos en nacer dentro de una casta que da la libertad de explorar el planeta en el que se han criado, pero a pesar de eso, Cleodata no está conforme pues a diferencia de Jazz —que nació con la casta libre de realizar observaciones culturales y análisis y se le permite por ser macho— ella tuvo que aprender a ser de carácter fuerte gracias a todas las veces que fue tratada con inferioridad por ser hembra y largada al hacer su trabajo como reportera. Mientras entrevista a cybertronianos que salieron del Pozo de la Allspark siendo famosos, ella tiene que anotar, memorizar, aguantar malos tratos y llevarse mal con otros de su especie. Pero eso era lo que deben hacer los de su casta, mientras que otros cybertronianos nacen con castas para construir, gobernar, hacer leyes . . . archivar . . . o pelear en la arena de gladiadores.

     Su buen amigo Jazz asiste a esas peleas ilegales en las cuales ella no estaba interesada, pero sí preocupada, ya que si es descubierto sentado en una de las bancas de la arena sería sentenciado. Pero es típico de Jazz, de actitud despreocupada ante la autoridad e incluso la vida, aprovechando cualquier oportunidad para saltarse las reglas.

     Después de la hora de salir en las pantallas, ya era hora de sentarse en La Casa del Aceite Viejo de Maccadam; la rutina de todos los días. Cleodata entra al lugar de siempre a relajarse con Jazz y lo nota con su otro amigo, el archivista Orion Pax, levantarse para retirarse de la cantina. A pesar de tener un amigo y una figura paterna en común, Orion Pax y Cleodata nunca se han conocido mas que de nombre ya que Cleodata nunca ha visto la necesidad de entrar al Salón de los Registros para recopilar información como Jazz, al ella tener que recopilarlo directamente de los cybertronianos.

     —Te vi con Orion al entrar, ¿de qué hablaron? —curioseó Cleodata pidiendo una jarra de Visco.

     —Me estuvo contando que ha estado contactando durante estos últimos ciclos a Megatronus —comenta Jazz despreocupado mientras juega con la jarra.

     —¿El Megatronus?, ¿el gladiador que se auto nombró como el doceavo Prime? —interroga ella asombrada. ¿Por qué?, ¿por qué un simple archivista hablaría con un gladiador que tiene el descaro de auto nombrarse como un Prime? —¿Qué podría tener en común esas dos castas? Nada —dice con burla.

     —Aunque no lo creas, Megatronus y Orion Pax tienen algo en común. Y creo que podría interesarte —Jazz la miró de reojo.

     —¿Sí?, ¿y qué podría ser? —dijo Cleodata alzando una ceja, bebiendo de la jarra de Visco.

     —Un ideal.

     ¿Cómo que un ideal? Si no tienen la voluntad propia para poder pensar, solo hacer para lo que fueron creados, pensó ella. Ya ella decía que ese tal Megatronus tenía algo raro al tener el coraje de llamarse así. Los gladiadores nacen sin nombre y mueren sin uno al ser vencidos de manera rápida en la arena, pero aun así, Megatronus persiste.

     —Cuéntame.

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PRIMER CAPITULO AL AIRE.

Adaptado en su totalidad en Transformers Exodus.

Y bueno, aquí está Cleodata.

Espero que les guste mi primer intento de fanfiction y la pasen bien

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Espero que les guste mi primer intento de fanfiction y la pasen bien.

Se les quiere,

xoxo, CL.

Gladiador GrisáceoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora