Jardín de Bambú

3: El Borracho

Me tambaleé a casa y de alguna manera logré llegar al baño antes de vaciar todo el contenido de mi estómago en el baño comunal de mi apartamento. Apoyé la frente en el asiento fresco, sin importarme lo que había estado encima antes de que llegara allí.

—Dios, eres un desastre —dijo Donghae desde la puerta abierta y pude escuchar la sonrisa en sus labios.

—Sí, bueno, no pedí tu ayuda ni tu opinión, así que vete —entró en el baño a pesar de mis palabras y apartó mi cabello pegajoso de mi cara. Retuvo las hebras desordenadas mientras hacía otra donación a los dioses de porcelana.

—Sé que no me pediste ayuda, pero ¿ves a alguien más esperando para limpiarte?

—¡Sí, lo entiendo! ¡Estoy solo! ¡Nadie me quiere! ¡Solo vete a la mierda! —traté de apartarlo, pero mi objetivo era menos que estelar en mi estado de intoxicación. Entonces empecé a sollozar. No pude evitarlo, era un desastre y me sentía fatal y lo último que necesitaba era que me recordaran que nadie me quería.

—Eso no es lo que quise decir. Tranquiliza tu culo borracho —se dirigió al fregadero y, un minuto después, apoyó una pequeña toalla húmeda contra mi frente.

—Oh, Dios, eso se siente bien. Te besaría si no tuviera miedo de contraer una de tus ETS.

Donghae se rió y usó el paño húmedo para limpiarme la cara. —Eso es muy malo porque me encanta besar a los chicos cubiertos de vómito —puso los ojos en blanco y examinó el retrete—. ¿De todos modos qué es eso?

—Bibimbap.

—Eh, bueno, supongo que hay cosas peores que lanzar. Levanta los brazos.

—¿Por qué?

—Porque en algún lugar entre el bibimbap y aquí vomitaste sobre ti mismo. Solo levanta tus malditos brazos.

—Bien —después de intentar levantar mis brazos por encima de mi cabeza y perder el equilibrio dos veces, Donghae finalmente pudo sacarme de mi camisa.

—Mierda, Hyukjae, estás musculoso. ¿Por qué un nerd tiene músculos como estos? Estás aún más tonificado que yo —miré a Donghae listo para darle mi mirada más rencorosa, pero cuando vi su cara me di cuenta de que no me estaba molestando. Honestamente estaba admirando mi cuerpo.

—Hago mucha jardinería, cavo, levanto, cosas así. También me gusta hacer ejercicio en mi tiempo libre... y últimamente tengo mucho tiempo libre —murmuré.

—Sí, me di cuenta. Quizás cuando estés sobrio y termines de ser un culo malhumorado te unirás a mi equipo de fútbol. Ahora quítate los pantalones.

Lo aparté y le fruncí el ceño. ¿Creía que un cumplido era suficiente para meterse en mis pantalones? —No eres mi tipo.

Donghae volvió a reírse y comenzó a desabrocharme los pantalones. —¿Realmente crees que ahora estoy tratando de follarte? En caso de que lo hayas olvidado, no eres mi tipo. Todo ese alcohol te hace oler como una puta barata y estás cubierto de vómito. No te ofendas, pero puedes hacerlo mejor.

Agaché la cabeza y me hundí en el suelo del baño. Por supuesto que podría hacerlo mejor.

—Oh, vamos, no quise decir eso. Deja de llorar.

¿Estaba llorando? Me limpié con la palma los ojos y se me mojó. ¡Para colmo soy un maldito llorón! —¿Por qué haces esto? Solo déjame en paz. Probablemente ni siquiera recordaré que me ayudaste en la mañana.

—No lo haré para que lo recuerdes. Lo hago porque eres mi compañero de cuarto y te ves como una mierda. Además, este es nuestro único baño. Si te duermes aquí, tendré que preocuparme sobre si me voy a tropezar contigo cuando tenga que orinar en medio de la noche y no te quiero aquí mientras me masturbo en la ducha por la mañana.

—¿Te masturbas en la ducha?

—Por supuesto.

—Asqueroso.

—¿Qué es asqueroso? Apuesto a que también lo haces. Si recuerdas esta conversación mañana, apuesto a que fantasearás con eso mientras te masturbas. Ahora, levántate y quítate los pantalones.

—No.

—Sí —Donghae me agarró por debajo de los brazos y usó fuerza bruta para alzarme. Me bajó los pantalones y la ropa interior, casi me tropezó en el proceso cuando agarré mi entrepierna para ocultársela. Luego salí del montón de ropa obedientemente. Abrió la ducha y ajustó la temperatura mientras estaba acurrucado contra la pared sosteniendo mi paquete y sintiéndome patético—. Te sentirás mejor después de una ducha, lo prometo.

—Me sentiría mejor si me hubieras dejado solo.

—Hmm... y aquí pensé que saliste y te emborrachaste porque no querías estar solo.

—Deja de actuar como si me conocieras.

—Deja de actuar como un bebé y bañate —miré al hombre hasta que finalmente puso los ojos en blanco—. ¿Necesito entrar contigo? ¿O puedes hacerlo tú solo?

—¡Puedo hacerlo solo! ¡Sigo diciéndote eso!

—Bien. Cepilla tus malditos dientes mientras está en eso —Donghae me empujó hacia la ducha y salió del baño.

Por alguna razón me sentí más patético con él, si eso era posible. Agarré mi cepillo de dientes y mi pasta de dientes y me enjuagué la boca antes de ponerme a trabajar. Tropecé varias veces cuando incliné la cabeza hacia atrás para enjuagarme el cabello y cuando me incliné para lavarme las piernas, pero por lo demás la ducha transcurrió sin incidentes. Era algo que hacía todos los días y mi cuerpo sabía qué hacer sin tener que dirigirlo. Cuando logré apagar el agua y salir me sorprendí al encontrar a Donghae esperando. Me envolvió en una toalla y usó otra toalla para secarme el cabello antes de ayudarme a ponerme un pijama nuevo.

—Te sientes mejor ¿verdad? —me negué a responderle y él solo sonrió a sabiendas—. Vamos, hora de acostarse —puso sus manos en mis caderas y me empujó a mi habitación desde atrás. No estaba acostumbrado a ser hostigado ni a que me dijeran qué hacer, y tal vez fue por el alcohol, pero al parecer no me importó tanto cuando lo hizo.

Cuando llegamos a mi habitación, me metió en la cama como a un niño y puso una papelera cerca de la cama en caso de que tuviera que vomitar durante la noche. Antes de desmayarme, lo vi colocar una botella de agua en mi mesa de noche junto a dos aspirinas.