Comida peligrosa

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*Alerta Lemon*

La noche definitivamente iba por mal camino. Todos sus amigos se habían largado con sus respectivas parejas y la habían dejado sentada en el sofá con ese chico serio y antipático.

--Es una buena fiesta eh—dijo intentando empezar una plática.

--Hmp—le había contestado con los brazos cruzados.

Miro a su alrededor, todos bailaban o platicaban en los rincones de la casa menos ella, no ella estaba sentada como una aburrida de primera.

--Eso parecen buenos aperitivos—señalo la mesa.

No hubo respuesta. Cansada se levantó y se dirigió a los platos llenos de comida. Varios brownies estaban puestos en una bandeja plateada. Tomó uno con la mano y le dio un mordisco abriendo su boca pintada de rojo.

Estaba bien era frío y serio pero no estúpido. Cuando la vio levantarse y alejarse campaneando las caderas enfundadas en ese sensual vestido negro. Sabia que debía componer su actitud anterior.
Se acerco con la disculpa de querer una botana. Ella le ignoró.

--Saben bien—comentó.

Ella no le respondió por unos segundos, parecía ligeramente enfadada.

--¿Entonces el señor si habla?

Vaya que era difícil.

--Cuando me conviene.

--Ya veo. Pues puede que con tu linda cara cualquiera caiga a tus pies pero yo no soy de esas.

--¿Pero aceptas que soy lindo?

--Engreído—se giro sonrojándose.
Sesshomaru terminó su brownie y tomo otro. Kagome volvió solo para tomar uno mas.

Después de unos minutos en los que ella lo ignoraba y el reía mirándola. Kagome sintió una extraña sensación en su cuerpo, tal vez era hambre. Continuó comiendo y Sesshomaru igual.

--No se porque pero quiero besarte—dijo el joven de repente. No sabía que le pasaba pero su cuerpo exigía contacto con otro y ella parecía la candidata perfecta.

Normalmente hubiese declinado semejante invitación pero tratándose de él y aquel acaloramiento que la invadía pues…

--Vámonos—dejo que la tirara de la mano hasta llegar a un rincón oscuro y alejado.

Sin preámbulos lo beso. Él le correspondió con frenesí mordiendo sus labios y moviendo sus manos por su cintura y espalda. Con desesperó alzo su vestido para poder acariciar sus glúteos.
Jadeaban entre besos incapaces de despegarse para tomar aire. Kagome poso sus manos en la ancha espalda varonil de su pareja atrayéndolo sobre de ella.
Una puerta se abrió bajo las escaleras y una pareja salió tomada de la mano, lo que los desconcentró un poco, parecía ser un cuarto donde guardar objetos viejos.
Se miraron a los ojos un segundo antes de adentrarse en el lugar. Sin perder tiempo quitaron las cosas que yacían sobre una pequeña mesa. Sesshomaru la subió y continuaron con las caricias y los besos apasionados. Sin soltarla se bajo el pantalón y ella se subió aun mas el vestido. Sus gestos eran rudos y animalescos como si estuviesen poseídos por un espíritu lujurioso.

--¡Kohaku!—exclamó enojada Rin.

--¿Qué sucede?

--¡Te dije que no pusieras los brownies ahí si no allá!—señalo otra mesa.

--¿Cuál es la diferencia?—preguntó.

--¡Tienen afrodisíaco! ¡Por eso la otra tiene etiquetadas las advertencias!

--No te preocupes pequeña lucen completos—mintió.

--Espero nadie los haya comido—dijo—o no podrán parar durante horas.

Kohaku la abrazó, quizá le convenía darles unos a ella, ya saben, “accidentalmente”.







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