Ladrón de ropa interior

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Se agazapó tras la puerta de los vestidores. Nadie debía verla. Nadie.
La misión era simple: robar.
No sabia en que momento había consentido eso. Bueno si, pero comenzaba a arrepentirse.
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La botella la señalo.

--¿Verdad o reto?—preguntó Eri.

--Reto.

--Entra al vestidor de chicos y roba una prenda de ropa interior.

Todas sus amigas sonrieron.

--Kagome no se atrevería …

--Kagome no es así.

--Hecho—contestó. Ya verían de lo que era capaz.
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Despacio tiro de los Lockers. Todos estaban cerrados. ¡Joder!
Con miedo de causar un estruendo y ser descubierta se encaminó hacia las duchas. Quizá si alguien se estaba bañando dejaría su ropa descuidada.

Antes de llegar, vislumbro en la larga  banca de madera un uniforme escolar y en el suelo un bóxer negro. Sonrió.
Se acercó con cautela y lo recogió con curiosidad. Se paro riendo y justo cuando pensaba escaparse sintió que alguien tiraba de su mano.

--¿Qué haces?—preguntó en su profunda voz.

Quiso desaparecer en ese instante. Subió la mirada y se topo con quien menos quería verse.

--Sesshomaru—dijo en un susurro. ¿De todos los varones que asistían a la escuela era él quien descuidaba su ropa? La mala suerte la seguía no había duda.

--¿Así que pensabas robarte mi ropa?

--Bueno EH….

--¿Tanto te gusto Kagome?—cuestionó serio lo que hizo que ella enrojeciera al instante.

--No es lo que crees. Yo…

--Shhh, no dije que me molestara—la silencio posando un dedo en su boca.

Su corazón comenzó a acelerarse al notar la cercanía del joven. Siempre le había parecido atractivo pero nunca imaginó que lo tendría así de cerca. Que podría mirarlo a detalle. Su rostro simétrico. Sus profundos ojos negros y piel blanca.

--Porque no mejor te acercas—volvió a hablar.

Ella titubeó. Si estaban a unos palmos ¿Qué mas podían acercarse?
Nerviosa dio un paso pequeño.

--Mas.

Dio otro.

--Mas.

--¿Por qué no mejor dices que quieres y dejas de jugar conmigo?—le reclamó.

Él le miró. Sus ojos se entre cerraron. Ella le sostuvo la mirada.

--Quiero un beso.

--¡¿Qué?!

--Lo que escuchaste.

Se acercó y estampó sus labios contra los de ella. Primero se resistió pero tras un momento de duda cedió. Permitiéndole colar su lengua en su boca. La tomo de la cintura posesivamente y ella paso sus manos por su cuello profundizando el beso.
Tanto tiempo había deseado eso. Siempre la veía de lejos y sin embargo ella no parecía notarlo a él. Nunca le dedicaba miradas de soslayo como las otras chicas, ni chocaba adrede con él. Simplemente lo ignoraba. Pasaba con la mochila al hombro y ni si quiera lo veía. Lo que solo provocó que aumentará su gusto por ella. Siempre buscaba la manera de encontrársela entre clases o a la salida. La observaba a lo lejos, su forma de sonreír, de caminar, incluso de morder el lapicero lo estaban llevando al borde de la locura.

Cuando les fue imposible tomar aire se despegaron. Solo para volver a juntarse como si se trataran de dos animales en celo. Él se sentó en la banca y la coloco sobre sus piernas. Para poder refregar sus cuerpos a gusto y que estuviese a su alcance todo lo que podía tomar.
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Las chicas reían pero fueron distraídas cuando cayo en medio del círculo una prenda negra.

--Kagome—dijeron al verla.

--¡Lo lograste!—exclamó Yuka.

--Ya ven—se jacto del acto.

Giro justo para ver a Sesshomaru salir de los vestidores. Este le guiño un ojo y ella en respuesta le lanzo un beso.
Tuvo mucho cuidado al sentarse ya que debajo de la falda no llevaba nada. Después de todo había sido un trueque.


Reto de drabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora