47- Ocultando sentimientos

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La noche llegó a su fin.

Todos regresaron al hotel, charlaron durante un tiempo en la sala común y se fueron a sus habitaciones a dormir.

Mañana a primera hora regresarían a casa.

Mañana Ace anunciaría su partida a todos.

Mañana daría comienzo a un cambio.

La chica no podía dormir, no dejaba de darle vueltas a aquello. Se levantó, se puso la bata y salió de la habitación haciendo el menos ruido posible, no quería despertar a las chicas.

Caminó por los pasillos del hotel hasta llegar a un balcón que daba vistas al mar. Se sentó contra la pared abrazando sus rodillas y contempló el inmenso mar. Sintió la fría brisa de invierno chocar contra su cuerpo.

Abrazó más sus rodillas buscando calor mientras pensaba en aquel tema que tanto le dolía.

Se había acostumbrado tanto al ver al pelinegro cada día que ahora, al pensar que al llegar a la casa de Luffy y Sabo él no estaría allí, se le removia algo por dentro.

Se mordió el labio inferior reprimiendo nuevamente sus lágrimas.

Ace- Hola. -saludó sonriendo un poco al verla.

La chica se sobresaltó y lo miró.

(Tn)- Ace... no aparezcas así de golpe...

El chico rió un poco, una rísa que se apagó cuando vio los ojos cristalinos de la chica.

Se agachó preocupado mirándola más de cerca.

La chica miró a otro lado y se secó las mejillas con el dorso de las manos.

Ace- (Tn)... ¿Que ocurre?

La chica negó sin mirarlo, el motivo que tuvo para alejarse y sentarse en aquel lugar es para que nadie la viese, y ahora aquella situación le daba apuro.

Ace- (Tn) mirame...

(Tn)- Estoy bien... no pasa nada.

Ace- ¿Y por qué estabas llorando?

(Tn)- No estaba llorando...

Ace tomó su rostro y lo giró con suavidad hacia él. Pasó sus dedos por debajo de sus ojos y secó los restos de lágrimas sin poder borrar su expresión preocupada.

Ace- Yo te conté lo que me preocupaba, ahora es tú turno.

La chica bajó la mirada sin saber que decir.

Ace cerró la puerta del balcón impidiendo que sus voces atravesaran los pasillos.

Se giró nuevamente a mirarla y antes de que volviese a preguntar la chica habló.

(Tn)- Tan sólo estoy así por lo que dijiste...

El chico se sorprendió por sus palabras.

Ace- ¿Tanto te afectó...?

Asintió.

Ace- No pensaba que ... que me tuvieses tanto aprecio ...

La chica lo miró y negó.

(Tn)- No sólo te tengo aprecio...-susurró.-

Ace la miró un poco confuso.

Ace- ¿Ah no...?

(Tn)- No...

Ace: ¿Y que más...?

La chica suspiró y se levantó.

(Tn)- No tiene importancia. -caminó hacia la cristalera para abrirla pero las manos del pecoso la detuvieron antes de abrir.

Ace- Dime por favor... quiero saberlo.

(Tn)- Ace hace frío... -dijo queriendo excusarse.- Y no es importante, es una tontería.

Ace- Aún así quiero saberlo...

(Tn)- Ace...

Justo en ese momento oyeron un sonido procedente del otro lado de cristalera se oyó un ruido.

Ambos se sobresaltado y se quedaron congelados sin moverse, no fue hasta que la chica abrió un poco y muy lentamente la cristalera y miró por la rendija.

Suspiró un poco al ver de quien se trataba y abrió la cristalera por completo.

(Tn)- Esta noche os habéis puesto de acuerdo en asustarme. -dijo riendo un poco.

Zoro- ¿Qué hacéis ahí los dos?

(Tn)- Vine a tomar el aire y me encontré con Ace, ¿ Y tú que...?

Zoro- ¿Con la cristalera cerrada? -dijo interrumpiéndola.

Ace: No creo que haya nada de malo en querer hablar.

Zoro lo miró con una expresión dura, una expresión que sorprendió a la chica.

(Tn)- Será mejor volver a las habitaciones...

Ace suspiró y asintió y despidió a la chica. Ambos se quedaron viendo a la joven alejarse mientras ellos se sumergian en un incómodo silencio

El momento de la partida llegó.

Todos estaban empacando sus cosas en la caravana y acomodándose en los asientos.

Llegó el momento de la verdad.

Una vez subidos todos en el coche la chica dirigió una mirada preocupada al chico, sentía su corazón latirle con fuerza.

Los minutos pasaban desde que partieron rumbo a casa, y Ace no hablaba.

(Tn) habría deseado haberse podido sentar a su lado y darle el apoyo que necesitaba, pero fue sentarse Ace y el monito corrió a sentarse a su lado sin darle tiempo a ella a reaccionar.

El ambiente en la caravana era tranquilo y alegre, todos reían y comentaban las cosas divertidas que habían ocurrido en el viaje y la chica pensó que quizás ese sería el motivo por el que Ace no quería decir nada.

No quería arruinar aquel ambiente.

Quería alargar aquel momento, quería alargar inútilmente aquel momento feliz.

Quería alargar uno de sus últimos momentos felices frente a unos meses sólo en Italia.

Quedaban 20 minutos para llegar y Ace no pudo alargarlo más y habló.

Habló tranquilo, contándolo todo de la mejor forma que podía.

Todos se quedaron en silencio oyéndolo.

Cuando acabó el silencio reinó en la caravana tan sólo se oía el sonido del motor, las risas cesaron convirtiéndose en un sollozo.

La chica giró la cabeza y su corazón se comprimió al ver al monito llorar

En Trazos De Pincel (Ace Y Tú) [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora