La Manzanita verde y El Cazador [Hunter x Hunter]

Capítulo VII

Capítulo Final:

Nana

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— ¡Te encontré! -gritó el Caperuzo acorralando a Killua contra una pared.— ¡No podrás regresar a la base!

Y el más rojo que un tomate Killua, miraba lleno de nervios a todos lados, antes de empujarlo por el estómago y salir corriendo.

— ¡Eso crees tú! ¡JAJAJA!

Y así, llegó hasta la pared donde estaba Alluka sentada en espera de su hermano.

— No creo que esa sea la forma correcta de jugar. -comentó la rubia, que estaba sentada junto a Leorio viéndolos jugar.

Antes de que el albino pudiera replicar, entró la misma mujer de avanzada edad con quien nuestros pequeños protagonistas habían interactuado previamente.

— Amo Killua, la comida está lista.

— Genial, ya me estaba aburriendo. Gon es realmente malo jugando. -criticó mientras cargaba en su espalda a su hermano, sacando la lengua al moreno que estaba frente suyo.

— ¡Wahh! ¡Eso es cruel! ¡No es mi culpa que nadie quiera jugar conmigo en el pueblo!

Más bien, Gon siempre los rechazaba con una sonrisa.

— ¡Deberías agradecer poder jugar conmigo! ¡Tengo cientoooos de amigos pero no tiempo para ninguno!

Killua estaba más solo que Hisoka.

— ¿¡En serio!? ¡Eres genial! ¡Gracias!

Que gay se sentía.

— Sisi, ya cállense y vayan a lavar sus manos. -ordenó Leorio apartando la vista de su periódico y levantándose.

— Por favor. -pidió Abe antes de salir de la habitación para dirigirse al comedor y preparar la mesa.

Y así, nuestro grupo de bellos personajes, iniciaron la emocionante aventura de nada más y nada menos que ver quien entraba primero al baño para lavarse las manos.

Al final ganó Alluka.

Alluka es un ser lleno de maldad.

Alluka es Alluka.

— ¡Genial! ¡Se ve delicioso! -lloriqueó Gon una vez todos estaban sentados a la mesa.— ¿¡En serio hizo todo esto en tan poco!? ¡Gracias, gracias!

— Oh no, pequeño. Fue Mito quien preparó casi todo. -alagó la anciana.

— ¿Ustedes ya comieron? -preguntó Killua jugueteando con su cuchara en su plato de crema de zanahoria.

— Antes de que llegaran habíamos terminado, gracias. -la mujer hizo una reverencia y se dispuso a salir de la sala.

— ¡Espera! Pídele a Mito que venga. -ordenó Killua antes de que dieran las gracias y comenzaran a comer.