Hanna Evans
Por la mañana me levanté temprano, a las 9.00 am estaba desayunando con mi madre, poniéndonos al día.
— ¿Max se fue a una fiesta ayer por la noche?
— No. — le contesté. — Solo fue a buscarme.
— ¿Y con quien estabas tú?
¿Era momento de decir que tenía novio?
— Mamá, te dire algo pero no quiero que lo sepa nadie más, ¿si?
— Puedes confiar en mi, Hanna.
— Con mi novio, Luke. — confesé y mi madre se sorprendió.
— ¿Luke es tu novio? ¡Que maravilla! — gritó y me abrazo. — No se lo digas a Max, ten por seguro que se enojará.
— Eso lo sé... tengo que pensar como decírselo.
— Solo no se lo digas hoy, a la noche Max hace una fiesta por su cumpleaños y es mejor que esté bien con Luke.
— ¡Cierto! Olvidé completamente que mañana es su cumpleaños...
— Podrías hacerle un regalo, le gustan mucho los tenis.
— Está bien, iré al centro comercial ahora que tengo tiempo libre.
Llamé a Emily.
— Bueno?
— Emi! ¿Como te encuentras?
— Hanna, un poco mejor, pero todavía no he salido a ningún lado, sigo quedándome en lo de mi hermano.
— ¿Quieres que te pase a buscar y me acompañas al centro comercial?
— Está bien, voy a vestirme y te espero fuera.
Colgué e hice lo mismo, me vestí, tome las llaves del auto de mi madre y salí rumbo a la casa de Emily. Al llegar ella aún no estaba fuera, por lo que decidí tocar la timbra. Pero no fue ella quien me atendió, si no Jaden.
— Hola Hanna... no te esperaba por aquí.— saludó sonriendo.
— ¡Hola Jaden! Vine a buscar a Emily.
— ¿Quieres pasar? Emily se está cambiando.
Dudé pero acepté.
— ¿Quieres beber algo?— preguntó Jaden mientras nos sentábamos en el sillón.
— No, gracias.— respondi. Jaden sonrió y abrió un refresco para luego tomarlo. Estaba vestido con unos jeans negros y camiseta blanca, su pelo estaba desordenado, por varios segundos me quede hipnotizada admirándolo, realmente era lindo.
— ¿Y como va tu relación con Luke?— preguntó.
— Bien, supongo. ¿Y tu con Cara?— le pregunté queriendo saber su historia.
— Ya. — rió— Con Cara fuimos novios hace un par de años, nada serio, ambos hacíamos lo que queríamos, pero realmente era insoportable, entonces decidí dejarlo allí.
— Es — lo corregí— Aun es insoportable, tiene un gran problema con Emily, ¿puedes creer que cada vez que la ve, la insulta?
— Está loca, y ya se lo dejé claro, que no moleste a mi hermana.
— ¡Hola Hanna!— gritó Emily de la escalera y corrió a abrazarme. Vestía unos jeans con una blusa y una chaqueta. Su pelo era naturalmente liso con pequeñas ondas y ella era naruralmente hermosa.
— ¿Que hubo, Emi? ¿Por qué traes esa ropa? ¿No sientes el calor qué hay hoy?— pregunté.
— Y-yo quiero estar así.— contestó.
— ¿Estas segura?— preguntó Jaden.
— Si. — contestó y luego lo abrazó en forma de despedida y nos fuimos.
Ya en el centro comercial, luego de que le haya comprado unos tenis a Max, nos sentamos en una heladería.
— ¿Ya me va a decir por que llevas esa ropa?
Emily pareció dudar de la respuesta
— Pues, no lo sé, tengo miedo y siento que nunca dejaré de tenerlo, usando esta ropa no llamo tanto la atención.— ¿Y por que no quieres llamar la atención?
— Vea, Hanna. Desde que ocurrió lo ocurrido, no quiero ni decirlo, no quiero llamar la atención para que no vuelva a pasar, y todo el mundo se enteró, ¿que van a decir cuando me vean? "Miren la tipa que fue secuestrada y prácticamente violada"
— Emi...— dije con pena.— no tienes que sentirte así, nadie se va a burlar de tí, es algo feo que a cualquiera le pido haber pasado. Pero no tienes que dejar de ser tú, ves, antes de lo ocurrido tu vestías a tu estilo, shorts, polleras y vestidos, no importaba en donde y cuando estuvieras, y debes seguir así, porque esa eres tú. Eres hermosa.
Emily me abrazó de inmediato.
— Gracias Hanna, tienes toda la razón, me gusta ser yo, me gusta mi estilo, pero no creo estar preparada para vestir así.— Está bien, nadie te apura, pero piénsalo.
— Gracias— sonrió.
— y vea, ¿vas a ir a la fiesta de mi hermano hoy por la noche?
— Supongo que no...
— Debes ir, pasar tiempo con tus amigos y amigas, la vas a pasar genial.
— Lo voy a pensar.
...
Ya estaba terminando de vestirme, tenía un vestido rojo, largo y unos tacones que me dejaban alta, realmente yo no soy muy alta, pero Emily es mucho más bajaque yo.
— ¿Puede ser que esté viendo un ángel?— escuche detrás mío, voltee y era Luke. Me acerqué a él y lo besé.
— Te extrañe, no me escribiste en todo el día...
— Lo sé, mis primas me pidieron pasar la tarde con ellas.
— Está bien, ¿cómo lograste llegar aquí sin que nadie te vea?
— En realidad, tu mamá me dejó pasar.
— Vaya — reí— debí imaginarlo. Me acerqué de nuevo para besarlo, está vez fue un beso largo, profundo, Luke me guió hasta mi cama y nos dejó caer, el encima de mi, comenzó a besar mi cuello, tomé su rostro con ambas manos y lo volví a besar. Esta vez, comenzó a desabotonar mi vestido hasta dejarme en ropa interior.
— Estas como el infierno, ¿te lo han dicho?
— Pues gracias— reí— eres el primero en decírmelo.
— y seguramente el último— dijo y siguió besándome. Le saque la remera y el se sacó sus jeans, comenzó a darme pequeños besitos en mi vientre para luego subir y desprenderme el sujetador, luego me sacó las bravas para luego sacarse su ropa interior.
— ¿Estas segura?
— Claro.
Comenzó a buscar algo en su pantalón pero no lo encontraba.
— No tengo condón.
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Los Evans ©
Teen FictionSecuela de #VCMH Max es el chico más caliente y mujeriego de toda la ciudad. Con su notable encanto enamora a las chicas y luego las desecha de la noche a la mañana. Es ahí cuando llega Hanna, su hermana menor de 16 años que pasó 4 años en un inter...