Los Evans ©

Capitulo 17

Jaden

Me despierto luego de una larga noche de fiesta de Emily.

Bese a Cara.

¿Por que lo hice?

Estaba cabreado porque Hanna me dejo botado.

Recordé que todo el día de hoy Emily estaría sola porque mis padres aún no volvían, de modo que decidí pasar a buscarla e ir a la cabaña a buscar sus regalos que quedaron allí.

Al llegar la cabaña está completamente ordenada, una señora había venido bastante temprano y la dejo como nueva.
La cabaña era linda, se podía apreciar el mar y las puertas eran de vidrio, de modo que se podía apreciar lo de adentro. El día estaba frío y al llegar debimos prender la chimenea.

Emily vino con su amiga April, y yo con mi amigo Zeth. Los cuatro nos sentamos en la sala de estar, al rededor de los regalos, que eran muchísimos.

Emily estaba algo distraída, de modo que April, Zeth y yo comenzamos a abrir sus regalos.

— Este es de Liana— Leí la tarjeta. Lo abrí y era un vestido negro que a Emily le gustó mucho.

—Este es de Hanna...— leyó April. Lo abrió y era un cuadro enorme con fotos de Hanna y Emily juntas. Emily se puso feliz al ver el cuadro.

—Este no tiene nombre...— Dijo April.— Espera aquí dice... "Adam"

Emily lo tomo rápido y lo puso a su costado.

—¿No quieres que veamos que te obsequio Adam?—bromeó Zeth. Emily le lanzó un almohadón.

— Ya vamos a verlo —Dijo April y le arrebató la bolsa. — Pues aquí hay dos regalos...

— April, basta. — pidió Emily.

— El primero es... un pijama.— suspiré y me calmé, estaba pensado que Adam se pasaría de listo y le regalaría otras cosas.

April saco el pijama y de inmediato me sorprendi. Consistía en una camiseta sin mangas, corta, muy corta. Creo que se dejaría ver el ombligo y un pantalón corto, muy corto también.

—¿Adam está loco?— reclamé.— ¿Quien se cree para regalarte eso?— le saque la bolsa y saque el otro regalo. Definitivamente Adam se las vería. Era un conjunto de ropa interior color rojo.

Apreté mi mandíbula y lo volví a guardar.

Emily rio y de sentó a un lado de mi y me abrazó.
— No pasa absolutamente nada.

Reí y la abrace. Luego tendría una charla con Adam.
— Iré a cambiarme la ropa. — dije— Zeth te dejo a cargo de revisar los obsequios de mi hermana.

Subí y entre en la habitación, estaba desordenada, definitivamente no la había dejado así.

¿Quien carajos había estado en mi habitación?

Luego divide en el piso un sobre abierto.

El sobre de un condón.

Baje rápido.
— Emily, ¿puedes venir?— le grité.

— ¿Que ocurre? — preguntó cuando llegó a mi lado.

— Te lo voy a preguntar una vez. Solo una, y espero que me respondas con la verdad.

—¿Que ocurre?— repitió nuevamente.

—¿Follaste en mi habitación?

Emily se puso nerviosa.
—Claro que no...

—¿Por que estas nerviosa?

— ¡No estoy nerviosa!— exclamó.

—¿Eres virgen?— Pregunté.