Capítulo 16: Perdonando al alma

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Miró nuevamente esa cabellera roja, ese hombre de ojos azules no era Goku. No era él y ni siquiera se le comparaba.

B-bastaㅡ alcanzó a decir.

Pero aquel hombre continuaba con su labor, esa palabra susurrada por el más joven no llegó a los oídos del pelirrojo. Se esforzaba tanto en aquella acción, su concentración era total.

B-bastaㅡ repitió.

Pero de su garganta muy apenas salían quejidos. Un nudo lo asfixiaba y le impedía hablar. Miró abajo nuevamente, esto era demasiado, estaba próximo al clímax.

Gogeta aumentó el ritmo de sus movimientos al sentir sus piernas temblar. Sentía una satisfacción enorme al tenerlo ahí, con él, en esa posición tan dulce, a punto de entregarle su cuerpo.

ㅡ¡Basta!ㅡ gritó. El de ojos azules se sorprendió. Levantó la mirada y vio una desgarradora imagen que lo hizo separarse unos centímetros de su intimidad.

El menor tenía un sendero de lágrimas enmarcando sus mejillas, el negro de sus ojos se veía opacado por el dolor, un dolor que le transmitió, un dolor que le pareció extrañamente familiar. Sí, esa imagen ya la había visto antes, era esa que juró nunca ser causa de que la mostrara.

ㅡNo quieroㅡdijo el menor sollozando. Gogeta lo miró unos segundos, sintiendo una opresión en su pecho.

ㅡ Perdóname, yo me dejé llevar...ㅡ intentó excusarse.

ㅡTú...ㅡhablaba entrecortado, las lágrimas seguían cayendo y las limpiaba bruscamente, a la vez que su cuerpo temblabaㅡ. Tú no eres Goku...ㅡ bajó del escritorio y, con sus piernas temblando, subió su bragueta bajo la mirada del mayor.

ㅡ Esperaㅡpidió. Lo tomó del hombro, inmediatamente retiró su mano al sentirlo estremecerse.

ㅡYo no puedo hacerlo... ㅡ seguía llorandoㅡ. Tengo que irme a buscarlo...

Los pasos torpes del menor se dirigían a la puerta. Gogeta tuvo un poco de desesperación al verlo en ese estado, no podía con la situación.

ㅡ Quédate, por favorㅡ rogó.

ㅡ¡No puedo!ㅡy sin más salió corriendo.

ㅡ¡Espera!ㅡ gritó. Pensó en seguirlo pero no fue capaz. Sólo lo observó irse desde el marco de la puerta de su oficina.

El pelirrojo mostraba un vacío en sus ojos, estaba completamente acabado emocionalmente. Ser la causa del dolor de Vegeta terminó dañándolo más que todos estos años con su ausencia.

***

Gotenks seguía temblando. Era imposible creer que hace tan sólo unos minutos estuvo a punto de tener un orgasmo, y ahora trataba de huir de una realidad. Sus pasos zigzagueantes no eran interrumpidos por alguien, los pasillos estaban vacíos, cosa que no era notada por el de cabellera bicolor porque su mirada estaba perdida en el suelo.

Seguía sollozando, su respiración agitada ya le estaba provocando un dolor de cabeza.

Pero no paraba.

A pesar de que su caminar era inestable y que en cualquier momento podría caer, no mostraba intenciones de detenerse. Se veía más alterado que en ocasiones anteriores, como cuando tenía pesadillas, o cuando aquellos chicos lo tomaron en el baño. Esta situación era diferente.

ㅡ¡Ouch!ㅡ chocó con alguien fuertemente, ambos cayeron al suelo. El único que reaccionó fue el otro chico, ya que él seguía en su tranceㅡ. ¿Gotenks? ¿Cuál es tu problema?ㅡse quejó por el contacto. Luego lo observó detalladamenteㅡ. ¿Qué pasó?

Mi dulce ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora