《Adaptación》
Mire a mi alrededor con el corazón aún latiendo desbocado dentro de mi pecho. Esos malditos susurros seguían escuchándose, cada minuto mucho más cerca. Me aferre al hacha en mi mano y mire a Eugene asegurándome que estuviera bien. Tate seguía ladrando hacia ellos, eso no hacia nada más que subir mis nervios, nosotros aún no podíamos verlos pero el malditamente si.
—Váyanse. Ahora. —murmuró Michonne con su katana lista —Vamos, yo los cubro.
Tragando saliva salí del lugar y camine hacia el tembloroso hombre que se aferraba con fuerza a la reja. Cruce uno de sus brazos por mis hombros y me queje cuando su peso cayó en mi, inmediatamente la mujer que más molesta puso a Michonne se acercó a mi ayudándome, no podía recordar su jodido nombre justo ahora. Sin mirar atrás camine, pero escuchando claramente como la espada de Michonne acaba con unos cuantos de ellos.
No se realmente cuanto tiempo caminamos, pero si podía decir que lo hicimos lo más rápido posible. En algún punto de la madrugada, cuando el sol recién comenzaba a salir Michonne tomo mi lugar. Con una mueca moví mi hombro observando cortamente a mis espaldas donde Aaron y Daryl cargaban el cuerpo sin vida de Jesús. ¿Por qué demonios dejamos los caballos tan lejos? Acelere mis pasos tomando la asquerosa máscara de las manos de Michonne y la observe todavía con confusión y miedo. ¿De iba todo esto? ¿Qué mente retorcida podría hacer algo como esto? Era tenebroso, escalofriante y malditamente retorcido. Los problemas definitivamente jamás se irían.
— ¿Quién diablos haría esto? —pregunto la mujer de la venda tomando la máscara de mis manos
—Sospecho que a algún envase lleno de una salsa espesa, de impulso anormales y rabia hecha metástasis —mire cortamente a Eugene y mi ceño volvió a fruncirse. Nunca dejaba de ser un rarito.
— ¿Qué hacemos ahora?
—Por el momento, no detenernos.
Casi grite de alivio en cuanto vi los animales muy tranquilos, amarrados y comiendo pasto esperando por nosotros. Acaricie el lomo del caballo en el que había venido junto a Aaron y agradecí mentalmente porque nada les había ocurrido. No nos tomo mucho tiempo en subir a Eugene a uno de ellos. Y después de que Aaron y Daryl se encargaran de subir el cuerpo de Jesús a otro, comenzamos nuestro camino de vuelta a Hilltop. Por fin.
Lo único en lo que pensaba ahora era llegar al lugar, tomar a manchas y partí a casa junto a mis hijos. Recuperar mis horas de sueños, olvidar esta noche y prepararme para darle la noticia sin romper sus pequeños corazones. Tanto tiempo sin muertes a nuestro alrededor que ya había olvidado como se sentía, ahora sería difícil sentarme frente a ellos y decirles esto. Eran niños grandes que ya entendían a la perfección lo que significaba la muerte, quizá podría endulzar un poco la noticia, pero de todas maneras entenderían que el ya no estaría más.
—Ojala lo hubiera conocido antes —levante mi cabeza hacia la rubia de nombre Magna —Parece que era un buen hombre.
—Si. No debió estar aquí afuera —respondió Aaron
—Todos sabíamos el riesgo que implicaba estar aquí afuera —dije con una mueca. Podría haber sido cualquiera de nosotros.
—Quizá lo que sucedido estaba destinado a suceder —volvió a hablar y asentí a sus palabras. Era una fiel creyente de ese "por algo pasan las cosas"
— ¿Hay más gente? Alexandria, Hilltop, ¿hay más?
—Si. Las hay y las hubieron —contesté frunciendo el ceño. Si éramos bastante gente ahora, y antes había más, muchas más personas.
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The Walking Dead || Daryl Dixon || P2
FanficPARTE DOS. "Nunca pensé en llegar a volverme tan loco por una mujer y como ya dije, espero que siga siendo de esa forma por el resto de mis días. Iba a querer para siempre sus ojos y su grande sonrisa junto a mi. Ella era mía para siempre. Ella. La...