The Walking Dead || Daryl Dixon || P2

9.07 "What Come After"

《Lo Que Viene Después》

—Por favor, Ian deja de llorar —murmure meciéndolo de un lado a otro —Cariño, mami no sabe que hacer, por favor, se bueno.

Apreté mis ojos con fuerza aferrándome a su pequeño cuerpo, ya había olvidado las horas que Ian había estado llorando. No sabia que le pasaba y tampoco sabia que hacer para que se sintiera mejor. Mi cabeza había comenzado a doler hace unos minutos y estaba luchando con todas mis fuerzas para que mis lágrimas no salieran también. Me asustaba que llorara tanto, porque nunca antes me había pasado algo así con el, y tampoco sabia si era normal que lo hiciera durante tanto tiempo y de aquella forma.

Me senté nuevamente sobre el sofá, acomodando su cabeza en mi pecho y deje que las lágrimas salieran también. Era como si pudiera sentir toda su angustia, el pecho me dolía, era como si alguien estuviera apretando de el e intentando que saliera de mi cuerpo por mi boca. No sabia que demonios pasaba, pero no se sentía bien, era como antes, hace tiempo no me sentía de aquella forma y lo supe en cuanto comencé a recordar. La última vez que me sentí de esta forma Carl había muerto, y entonces las palabras de Nora vinieron a mi cabeza, seria un mal día y cuando ella lo decía es porque así seria. Algo malo pasaría y no sabia que hacer para evitarlo.

Descubrí entonces que era mi cuerpo el que se encontraba tenso y nervioso, mi pequeño estaba sintiendo todo, le estaba transmitiendo todo aquello. Después de ver Negan, cuando Emir fue a dejarlo a mi lado en la cama, ahí comenzó todo este malestar. Mierda, tenía que mantenerlo lejos de mi mientras estuviera de esta forma. Me puse de pie, aún meciéndolo en mis brazos y con rapidez salí de la casa. Tenía que buscar a Rosie, sólo Dios sabia la paciencia que tenía esa chica, ella podría con mi hijo justo ahora. No fue difícil encontrarla, ella se la había pasado en ese gran huerto desde que habíamos llegado, así que me acerque. En cuantos sus ojos me vieron, se puso de pie y se saco los guantes que llevaba puestos.

— ¿Qué está mal? —pregunto tan despacio como acostumbraba a hablar

—Por favor Rosie, ya no se que hacer. Por favor haz que se calme —rogué entregándole a Ian

Lo recibió con rapidez, el niño se aferró a su cuello y enterró su cara en su cuello aún sin poder calmar ese llanto. La mano de la chica comenzó a acariciar su espalda y su boca había comenzado a susurrar algo que no logre comprender.

—Yo me encargo, sólo esta un poco nervioso

—Es mi culpa —llore abrazando mis brazos —No se que pasa, no me siento bien.

—Esta bien Jazmín, ¿por qué no vas a caminar? Seguro te ayudará a despejar la mente.

Asentí ante sus palabras y dándole una última mirada a Ian, me aleje de ellos lo más rápido que pude. Me sentía... ahogada. No había otra palabra para explicar lo que me pasaba, a eso sumándole de que tenía unas ganas horribles de estar con Daryl. Necesitaba saber que estaba bien, tenía que pedirle que nunca volviéramos a alejarnos el uno del otro después de una discusión. No quería volver a sentirme de esta manera, saber que algo pasaría y estar con la preocupación de que pueda ser el y que lo último que tuviéramos fuera una discusión que pudo haberse evitado, y que también pudimos arreglar hablando.

Me senté en el césped, alrededor de la laguna y suspire abrazando mis rodillas. ¿alguna vez han sentido esas ganas inmensas de gritar hasta sacar todo? ¿Hasta que lo único que pueda escucharse sea tu respiración y el sonido del corazón latiendo con fuerza? Creo que era esa lo que necesitaba. Gritar, sacar todo lo que vengo guardando estos casi dos años. Tomé una profunda respiración y cerré mis ojos tratando de calmarme, un ataque de ansiedad era lo que menos necesitaba ahora.