10

83 7 0
                                    

Joder, joder, joder.

Si es que no puede empezar mejor las cosas, mi mejor amiga gritando desde mi móvil como una auténtica loca y yo mandando a esperar a unos chicos guapísimos que resulta que son artistas.

Fantástico, es simplemente fantástico. No puedo haber dejado una mejor impresión.

Madre, por favor, que no sean mis alumnos, por favor, que ellos no sean mis alumnos. Le suplico una y otra vez al universo.

Sé que estoy haciendo tonto, porque está más que claro que ellos son mis alumnos, porque si no, no habrían entrado a esta clase. Pero Dios, te lo imploro, por favor, que ellos no sean mis alumnos.

Miro asustada, de reojo a los chicos y veo que ellos también me miran, intrigados. Creo que esperan algo, pero no sé el que.

Ahora mismo en lo único que piensos es en como desaparecer, y hasta ahora la única salida que se me ha ocurrido es saltar por la ventana, pero creo que una caída de cuatro pisos no me va a sentar muy bien que digamos.

"¡SON MONSTA X!" vuelvo a rememorar el grito que pegó Ester nada más ver a los chicos.

Ese nombre me sonaba de algo, pero ¿de qué?

Monsta X ... Monsta X ... Monsta X ... he escuchado ese nombre antes, pero ¿dónde?

Vamos Alexia piensa, fuiste capaz de sacarte el curso de principiante de coreano y sacarte el B2 de inglés con el curso intensivo, si has podido con eso puedes con esto.

Estos chicos tienen algo que ver con Ester, a Ester le gustan, las compras, pasar tiempo con Marco y sus chinos ...

¡Eso es! Son los chicos esos que cantan y bailan que tanto le gustan.

No sé ni cómo he podido olvidar me del nombre del dichoso grupo, si fue el año pasado cuando Ester se empeñó en llevarme a Madrid para que las dos fuéramos a ver a sus condenados chinos, perdón, coreanos.

Cuando se enteró del concierto Ester se la pasó hablando sobre Monsta X y sobre sus miembros y todo, porque iba a ser la primera gira mundial del grupo y Madrid había sido uno de los sitios donde se presentarían.

Desde que salió el precio de la entrada estuvo intentando convencerme todo el tiempo para que fuera con ella al concierto, aunque fui rápida y le dije que no me interesaba, ella estuvo ere que ere hasta el último minuto y todo porque ella quería que fuéramos juntas al dichoso concierto.

No consiguió hacerme cambiar de idea, no iba a gastarme mi poco dinero en ir a ver un grupo al cual ni siquiera escucho, solo por contentar a mi mejor amiga. Sinceramente, prefiero guardarme el dinero y gastarlo para algo que sí que quiera hacer.

Pero a pesar de que no fui al concierto sí que acabé yendo con ella a Madrid.

Fue un viaje bastante peculiar la verdad, porque las únicas horas que estuvimos juntas fueron cuando llegamos a la estación y cuando nos fuimos.

Mientras Ester hacía fila desde muy temprano en la mañana, yo aprovechaba y dormía plácidamente en mi cama, mientras ella cantaba como una loca con un montón de chicas yo desayunaba tranquilamente en un bar cerca de donde estaba nuestro hostal.

Y mientras ella hacía fila yo aprovechaba y recorría Madrid, fui a varios sitios, aunque principalmente aproveché el tiempo para salir a comprar algunas cosas que no era capaz de encontrar en Sevilla.

Cuando llegó la hora del almuerzo compré un poco de comida rápida, supuse que con las prisas Ester no había sido capaz de llevarse nada para comer y seguramente en ese momento estaría muriéndose de hambre.

Hola, soy tu profesora de español [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora