Children┃JiKook.

O4: miss him.

—Mami.

—¿Sí, cielo?— Sun Hee se agachó para quedar a la altura de su pequeño.

—¿Qué tiene JiMinie?— Cuestionó, con un pequeño mohín en sus labios, a la vez que sus ojitos se volvían cristalinos —¿Está bien, mami?

Sun Hee sólo sonrió levemente al notar la gran preocupación que tenía su pequeño hijo sobre su mejor amigo. Le resultaba tan tierno como se cuidaban el uno al otro.

—Es sólo una gripe, cielo. No te preocupes, dentro de poco estará bien, y podrá jugar contigo como siempre.

—¿JiMinie estará bien?— El pequeño JungKook pasó una de sus manos por sus ojos, limpiando el vago rastro de lágrimas que estuvieron a punto de salir.

—Estará bien, cariño.

—¿Y podrá jugar conmigo otra vez?

La mayor asintió con una sonrisa llena de confianza, queriendo transmitirle algo de tranquilidad a su pequeñín.

—¿Y podrá estar conmigo siempre?— Abultó sus labios un poco, moviendo sus manos aleatoriamente.

—Siempre, conejito.

Y tan sólo bastaron esas palabras para que JungKookie mostrara una brillante y grande sonrisa.

Su Mochi estará con él de nuevo. ¡No podía estar más feliz!

La sonrisa de Sun Hee se agradó más al observar el entusiasmo repentino del menor, siendo evidente el cambio en su ánimo.

—¡Vamos a ver a Mochi, mamá!— Tomó la mano de ella, quien se levantó, volviéndose a su postura anterior. JungKook jaló aún más la mano de su mamá, queriendo llegar lo más rápido a la casa de su mejor amigo, con una linda sonrisa plasmada en su rostro.

• (❀) •

—¡JiMin! ¡JiMin!— Entró por la habitación que ya conocía desde hace mucho, corriendo en el proceso de llegar hasta la cama en donde estaba su amigo de las mejillas abultadas. Dejó rápidamente a su madre en la sala junto con la madre de JiMinie, ¡Quería abrazarlo! ¡Quería verlo! Unos saludos no iban a detenerlo.

El mencionado al escuchar esa voz dulce tan inconfundible para él, sonrió y dirigió su vista hacia la puerta. Puerta por donde había entrado su amiguito prácticamente corriendo en su dirección.

—¡JungKookie!— El menor se lanzó a sus brazos, abrazándolo con todas sus fuerzas. Reposando su rostro colorado en el cuello de su Hyung, sin intenciones de soltarse.

—Mochi, te extrañé mucho.— Apretó más sus bracitos alrededor de JiMin, que simplemente la sonrisa en su rostro no podía faltar.— Mamá no me dejaba venir contigo, porque me decía que estabas enfermo y que después podía llegar a contagiarme.

—Tu mamá tiene razón, Kookie.— JiMin depositaba suaves caricias por la espalda del menor.

—Sólo quiero estar contigo.— Dejó su escondite en el cuello contrario, para mirar a su Hyung con unos pucheritos en su bonito rostro —¿Tú no, JiMinie?

—Por supuesto que quiero estar contigo, pero no me gustaría que llegaras a enfermar por mi culpa.— El mayor formó una mueca.

JungKook negó con su cabeza repetidamente, para luego volver a su lugar favorito: el espacio en el cuello del mayor. Envolviendo sus brazos aun más en el cuerpo del mismo.

—¿Qué haré contigo, Kookie?— Rió suavemente, a la vez que acariciaba los cabellos castaños de su tierno conejito —¿No puedes estar separado de mí por un rato?

La respuesta que obtuvo fue un leve movimiento de cabeza por parte de JungKook, de un lado a otro.

—No puedo, JiMinie.

—Ow, conejito.— JiMin depositó un pequeño beso en la cabeza de JungKook —. Yo tampoco, Kookie.

( . . . )

Les juro que cada vez que escribo un capítulo de esto, me da un ataque de diabetes.

Disfrutenlo, amores.