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Bailaba con alcohol en sangre junto a su mejor amigo. Aún recordaba el sonido de su risa y la manera en la que hablaba.

—Nene, debemos irnos.—dice HoSeok tomando en brazos el débil cuerpo de su víctima.

La droga que él había usado en su cuerpo seguía haciendo efecto, no sentía nada así que TaeHyung aprovechó cada segundo.

Miró por la carretera recordando a su mejor amigo, la manera en la posaba cada vez que le pedía ser su modelo, él era tan gracioso.

—Eres tan lindo cuándo estas drogado.—se burló HoSeok acariciando sus cabellos.

Bostezó cerrando lentamente sus ojos, dispuesto a dormir a donde sea que su secuestrador lo llevara.


El ventilador viejo ayudaba con el calor en aquella habitación, pero no lo suficiente.

El sudor caía por su mentón causándole una desagradable sensación.

La droga aún no abandonaba su sistema y HoSeok pareció aprovecharlo también. Tocándolo y abusando de él una y otra vez.

—Extraño a JiMin.—susurra observando el techo, HoSeok fumaba a su lado.—A él siempre le ha gustado el verano.

—Ya lo podrás ver cariño.—sonríe bajando sus pantalones para colocarse una vez más sobre el joven.

Su cabeza dolía a horrores y el resto del cuerpo tampoco ayudaba mucho.

Se sentó al oír los pasos de HoSeok acercándose, suponiendo que era hora de cenar puesto que no podía ver ningún rayo de sol en aquél sótano.

—Buen chico—susurra al verlo esperando por su cena. Le entregó un plato cargado de avena y quitó con cuidado las ataduras.

TaeHyung movió sus manos y muñecas, había anhelado durante tanto tiempo deshacerse de aquellas ataduras. Tomó la cuchara con el pulso tembloroso y atacó el plato.

Un recuerdo tonto atacó su mente, era JiMin a sus dieciséis años vomitando en su patio luego de varias botellas de vodka. Exclamando que no debió comer la avena rancia que había encontrado y devorado en su estado de ebriedad.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y sollozó, mientras metía otra cucharada de avena a su boca. Las lágrimas caían de dolor al recordar a su amado JiMinnie. Lo extrañaba tanto.

JiMin, mi alma gemela, aún debo conocer a mis sobrinos y ahijados. Prometo que seré un buen tío y padrino, solo espérame un poco más ¿sí?.

Serás mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora