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Era la quinta vez que se mudaban en las últimas dos semanas. TaeHyung había perdido la sensibilidad en parte de su cuerpo, ya que HoSeok parecía haber desarrollado el gusto de torturar el cuerpo de su víctima mientras lo violaba.

HoSeok pisaba el acelerador pensando en que debía cambiar de auto, uno más veloz. No quería tener que entregar a su amado.

Ambos sabían que se acercaba el final.

La policía había trazado un mapa impecable de los movimientos de HoSeok, así que ahora no pasaban más de dos días en el mismo lugar.

TaeHyung miraba por la ventana, su mente en blanco, acostumbrándose a permanecer en silencio y obedecer. Su espíritu fue cayendo lentamente, doblegandose a su secuestrador.

Hizo lo que pudo, pero ya estaba cansado.

Quería dormir, descansar de todo aquello.



TaeHyung, he hecho todo. He dado todo por sobrevivir, prometo que no ha sido en vano.

Serás mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora