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La voz de la radio se oía con distorsión en aquél auto que iba a toda velocidad por la solitaria carretera. HoSeok lanzó en cigarro por la ventanilla y limpio sus lágrimas mientras presionaba el acelerador, a su lado yacía el muchacho dormido a causa de unos cuantos somníferos.

-El presunto culpable ha desaparecido hace seis días con su víctima, según los rumores se dirigirán al norte de Daegu. Las fuerzas especiales han trazado un impecable mapa en donde Jung podría acomodarse, así que esperemos que nuestra ley pueda hacer justicia en este caso abominable.-dice la voz femenina a través del parlante.

-Las marchas y las manifestaciones de la sociedad han causado gran impacto no solo en nuestro país, si no que también el mundo entero esta siguiendo y apoyando estás marchas.-comenta el hombre.

Ve como el rubio se mueve levemente en su asiento. Abre sus ojos con lentitud, y parece recordar en qué situación se encontraba. Observó al mayor con temor e intentó mover sus manos, sin embargo se encontraba maniatado. La tela en su boca tampoco le permitía emitir algún sonido fuerte. Sus pies tampoco se habían salvado, estaba totalmente inmóvil, a merecer de su secuestrador.

-Tranquilo bebé-murmura HoSeok acariciando la mejilla morada.-ya verás que todo se solucionará y estaremos felices juntos.-el muchacho lo observa sollozando en silencio.-Haré lo que tenga que sea para que seas mío por siempre cariño.

TaeHyung sollozó una y otra vez, aunque había aceptado su destino el miedo seguía en sus entrañas.

Miró por el retrovisor a las patrullas detrás de ellos. El nuevo auto de HoSeok los hacía luchar, y eso parecía enorgullecerle a su secuestrador.

-¡Puta mierda!-gritó sollozando al ver como las patrullas lo habían acorralado. Con desesperación desabrochó el cinturón de seguridad de TaeHyung y lo tomó en brazos.-¿Estás listo bebé?

El castaño asintió con lágrimas cayendo por sus mejillas.

Serás mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora