Defectos ✔

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Tiffany seguía haciendo de las suyas en el cabello de Jolene mientras ella terminaba de maquillarse. Se puso los tacones quedando unos centímetros más alta, el vestido era sin mangas algo que no le gustaba pues sentía que estaba enseñando demasiado, su cabello querido recogido en un chongo algo despeinado y su maquillaje suave pero vivaz. Su mejor amiga le había prestado un collar a juego con los zapatos que había comprado hace unos meses.

—Te ves hermosa, Jo— le dijo su amiga.

Se miró al espejo sintiéndose irreconocible, jamás esperó verse así de bonita. El vestido le quedaba muy bien, la parte trasera era más larga que en la parte de adelante y el diseño de la parte superior le encantaba. También estaba encantada con sus zapatos, estos tenían piedritas al igual que el collar en su cuello. Vio su reloj y se volvió loca, tenía que llegar temprano junto a Isabella para ver que todo estaba en orden.

—¡Nos vemos!— le grito a su amiga saliendo del departamento.

Cuando llego los invitados aún no aparecían y agradeció internamente mientras caminaba hasta el salón de eventos de la empresa. Allí adentro la mayoría de cosas ya estaban listas, Isabella tenía las manos ocupadas con varias cosas a lo que ella apareció diciéndole que le ayudaría con lo que necesitase.

—Cracias por venir antes— Isabella lucía realmente linda con el vestido rojo pegado a su cuerpo de tirantes—, te ves hermosa.

—Gracias, tu también— sonrió caminando hasta la cocina donde vería que la comida, aperitivos y bebidas estuviese en perfecto orden.

—Todo está listo— anuncio Isabella suspirando de alivio. Jolene salió junto a ella de la cocina, pues en el salón ya había personas disfrutando del champán.

Luz llego hasta ellas acompañada de su novio, después llegó Nicolás con su esposa y así llegaron sus compañeros de trabajo. Tomo una copa de vino rosa que ofrecían sin alcohol ya que no lo consumía por salud. Los chicos bromeaban mientras que ella y las demás, menos la esposa de Nicolás quien la miraba con algo de celos, conversaban atentamente sobre los socios de la empresa.

Su mirada cayó en Patrick entrando del brazo con una bella mujer de cabello rojo fuego y su vestido del mismo color que tenía una apertura desde la cadera hasta el tobillo dejando ver toda su pierna cuando caminaba. Sin duda aquella mujer era demasiado guapa y por un momento se comparo con ella. Pero dejó de prestarle atención en cuanto vio a Patrick de traje negro con su cabello bien peinado y su barba recién rasurada. Lucía realmente hermoso.

Mientras ella observaba sin pudor alguno a Patrick, él se sentía cada vez más incómodo con Grace a su lado. No le gustaba la manera en la que se expresaba ni mucho menos lo coqueta que era con todos los hombres que se le acercaban. Sonrió tomando una copa de vino mientras que ella tomó una de champán.

—Es mi favorita— la voz de Grace era algo chillona, por lo que no le dijo nada evitando así tener tema de conversación.

Mientras la fiesta seguía y en breve tomarían la cena, Isabella y Jolene se encontraban en la cocina solucionando el problema de las langostas, a último minuto no había llegado el encargo por lo que tuvieron que servir un platillo exótico haciendo pasar al pescado como langostas.

—Todo en orden, todo en orden— dijo Isabella sonriendo a sus compañeros ya que se habían desaparecido sin decir una palabra de lo que sucedía.

Camilo la invitó a bailar antes de que ella pudiera sentarse así que fueron a la pista. Camilo era como su mejor amigo aunque él le había confesado su amor anteriormente, ella no pudo corresponderle. Si bien fue una decepción para el muchacho para ella también, ya que creía que le gustaba pero descubrió que solo lo podía ver como un amigo.

—Luces muy bonita hoy— dijo Camilo suavemente mientras bailaban.

—Gracias, tu también estas lindo hoy.

Camilo rio un poco, Jolene se sonrojo y evito el contacto visual ya que se pondría más nerviosa.

—¿Qué harás en mañana?

—Pasaré el fin de semana fuera de la ciudad, mis padres quieren pasar conmigo en el club campestre y me iré mañana.

Camilo asintió lentamente y terminaron la pieza de baile, ambos fueron hasta la mesa donde estaban sus compañeros ya sentados.
La comida estaba muy buena, no podía negarlo. El postre parecía un pedacito de cielo en su boca, debía felicitar al chef.

A unas cuantas mesas de allí estaba Patrick agobiado por tener que sonreír y conversar con la gente acerca de su acompañante, Grace no ayudaba en nada, podía jurar que sus carcajadas se oían en todo el salón. Se llevó la mano a la corbata aflojando un poco el nudo porque ya comenzaba a asfixiarse.

—La fiesta va de lo mejor, ¿no es así?— a su lado llego Nicolás solo.

—Lo que quiero es irme. Otro— le dijo al camarero.

—¿Y Grace?

—Con algún hombre por allí— le resto importancia.

—No es tu tipo, ¿verdad?— indagó tomando de su copa.

—No— le dio un trago a su whisky—, para nada.

—Jefe, lo siento— miró a la chica pelinegra que si mal no recordaba era la secretaria de Nicolás llamada Jolene—, su esposa lo busca.

—Claro— le tendió una copa que Jolene acepto temblorosa al estar bajo la mirada del chico—, acompaña a mi amigo.

Nicolás tenía sus intenciones al dejarlos solos en la barra.

—Eh... si.

Ella se sentó a su lado, donde estaba Nicolás. Afirmo sus antebrazos en la barra con la copa entre sus manos.
Sin saber que decir le dio un sorbo a la copa de vino y le supo a gloria.

—¿No habías probado el vino antes?

—No— murmuró avergonzada.

Él tomó su mano con la copa y la acercó a su nariz.

—La cosecha es de 1997, es uno de los mejores vinos.

Jolene dejó de mirarlo, se había sonrojado y él la soltó. Patrick jamás se había sentido de esa manera, su corazón se acelero y sus manos sudaron.

[...]