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Jinyoung estaba más exhausto de lo que había estado en su vida entera. Apenas podía contener la sangrienta masa de un niño que había sido colocado en sus brazos cuando el pequeño mocoso estaba finalmente fuera de él. 

Lo había odiado durante unos segundos antes de que la partera tratara de llevárselo para lavarlo. Entonces se había puesto a la defensiva, lo quería de vuelta, y no confiaba en la mujer para el cuidado de su niño ni siquiera por un minuto. Podría haber sido capaz de luchar si hubiera sido capaz de mantener sus ojos abiertos o levantar sus brazos. 

Infiernos, tan paranoico como había sido cuando el niño había sido llevado a un recipiente con agua tibia, Jinyoung todavía se desmayó. Nunca iba a dejar que Jaebeom pusiera otro niño dentro de él. Había sido demasiado difícil.

 Cuando Jinyoung despertó, Jaebeom se veía mucho mejor. Sus ojos no estaban amplios con preocupación y miedo, incluso estaba mirando a una cuna de mimbre que había sido colocada en su cabaña, cerca de la cama donde él aún yacía. Las sábanas estaban frescas también. Así como su ropa. Todavía se sentía sucio y mugriento de las horas de sudar y gritar de dolor, pero alguien todavía había cambiado su ropa, lo había atendido, y después cuidado al niño cuando él estaba inconsciente. 

Debió de haber estado muy profundamente hundido para que alguien hubiera cambiado las sábanas debajo de él sin que lo notara.

 Jinyoung miró a su compañero.  Jaebeom ni siquiera había notado que él estaba despierto porque sus ojos estaban demasiado concentrados en lo que estaba mirando en la cuna. Él hombre incluso inclinó la cabeza un poco. 

No había forma de que hubiese sido él el que había cuidado del niño. La partera debía de haber visto por todo porque, tanto como Jinyoung sabía que su compañero lo adoraba a él y amaba a su bebé, pero un salvaje hombre lobo no tendría la menor idea sobre cómo cuidar un niño humano. Jaebeom se había vuelto un poco menos salvaje mientras que las semanas pasaron, pero sólo la forma en que veía la cuna, como si la criatura en su interior fuera algo nuevo y extraño, hacía obvio que había algunas cosas que él no sería capaz de hacer. 

Jinyoung sonrió, cerró sus ojos, y sin querer, se quedó dormido otra vez. Se despertó la segunda vez por el sol brillante en el cielo. Mediodía, tenía que ser, lo que significaba que había estado descansando durante cerca de veinticuatro horas. Y realmente necesitaba hacer pis. Cambió su cuerpo suavemente, a la espera de un dolor agudo en su mitad inferior, pero lo que consiguió no fue ni de cerca tan malo como esperaba que fuera. Había dolor, desde luego, pero no fue tan abrumador que no podía respirar o pensar. 

Era sólo por si a caso que se estaba moviendo tan despacio, Jinyoung continuó moviéndose suavemente. Se movió de la cama y probó sus piernas, agradecido cuando fue capaz de ponerse de pie.

Era una sensación extraña. Estaba mucho más ligero ahora de lo que había estado hace apenas un día. Su vientre estaba plano, a presar de que nunca sería firme otra vez después de esto, lo que él odiaba. Por cierto ¿Dónde estaba su hijo? Conciencia y pánico se lanzaron contra él mientras arrastraba los pies hacia la cuna. Vacía. No había nada adentro. 

Mierda ¿Dónde estaba su bebé? Quería verlo. Ni siquiera podía recordar si era un niño o una niña. Había estado tan fuera de sí cuando el bebé había sido puesto en su pecho. Tenía que encontrar a su hijo. También necesitaba hacer pis, y ahora mismo, no estaba seguro de lo que era más urgente. 

Su vejiga protestó, y tuvo su respuesta. Pis primero. 

Jinyoung no pudo llegar hasta el retrete. Salió afuera e inmediatamente fue a un arbusto detrás de la cabaña. Aliviado, se dirigió a encontrar a su compañero y a su hijo. Apenas salió de la parte trasera de la casa cuando vio a Jaebeom caminando hacia la parte delantera. Su compañero sostenía troncos para el fuego y la partera estaba junto a él, sosteniendo un bulto con lo que parecía una botella pero estaba hecha de cuero. Ella estaba alimentando al niño. Había otros betas y omegas detrás de su alfa, algunos llevando comida, otros con sábanas limpias. 

CDAS [BNIOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora