"Corea del Sur 2019"
Las calles de Seúl se habían convertido en un lugar donde las únicas reglas que contaban eran las de ellos.
Aquí no existe la piedad ni el perdón, arrepentirse o romper una de las reglas era firmar tu sentencia de muerte. Aquí nadie hacía nada por nada y tener mala memoria o ser un soplón equivalía a que nadie estaba dispuesto a levantarte simplemente te hundían aun más de lo que estabas, aquí se olvidan de las personas que uno asesina, aquí solo vale la sobrevivir, solo existe matar o esperar a morir, aquí es todo o nada.
Aquí solo manada la mafia DRIFTING.
Un golpe en mi mejilla me obligó a girar mi rostro y estremecerme al sentir el sabor metálico de la sangre caer por mis labios, me incorporé de vuelta en la silla en la que estaba sentada y mire a la figura que tenía en frente.
—Eres una estúpida, al venir aquí nena- escupió con asco el hombre que tenía en frente de mi. La oscuridad del cuarto y la lámpara que de vez en cuando parpadeaba no me hacía ver con claridad su rostro, su respiración y la mía hacían eco por toda la habitación.
"Quien es este tipo? Que hago aquí? Que quiere de mi?"
—Sabes nena - se acercó a mí lentamente poniendo su mano en mi mentón obligándome a mirar sus ojos color negro, negros como la noche -ahora me debes un gran favor- escupió irónico con un tono de diversión- una vez que entras en la mafia ya no hay vuelta atrás.
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DRIFTING
ActionLas calles de Seúl ya no eran seguras. Todos sabían quiénes eran los dueños, todos sabían sus nombres. Pero pocos se atrevían a nombrarlos. Los siete demonios. Los chicos a pruebas de balas. Los chicos del infierno.
