Leah
- ¡déjame en paz!- grite intentando apartar su cuerpo, sin embargo no logre nada y Caneck golpeo bruscamente de la puerta del casillero que estaba junto a mi, estaba acorralada, sus dos brazos impedían mis salida de escape y mantenía un de sus piernas entre las mías impidiéndome cualquier tipo de movimiento.
- ¡para que! ¡seguramente te quieres ir a revolcar con otro! no te vasto con que asesinara a Adam, quieres que mate a todos los malditos chicos de esta universidad- siseo con rabia, podía sentir el veneno en sus palabras.
-ya basta Caneck, por favor...- suplique y las lagrimas espesaron a correr libremente - terminemos con esto Caneck, por favor, ya no quiero seguir más con esto...- solloce con fuerza y sentí como él tomaba bruscamente de mi mentón.
-no llores- dijo furioso y yo solloce con más fuerza- ¡que no llores maldita sea!- grito golpeando nuevamente de la puerta del casillero, la cual con el segundo golpe cayo en el piso haciéndose escuchar el sonido del metal.
Hipe y mire directamente de sus ojos azules- deja de seguirme Caneck, te estas volviendo loco, si supuestamente te engañe deberías de alejarte de mi, esto nos esta haciendo daño a ambos- dije intentando controlar mi llanto y ser racional.
-y una mierda de eso Leah, tu eres mía, y si bien me pusiste los cuernos una vez intenta hacerlo de nuevo y el tipo correrá el mismo destino que Adam y a ti te volveré a encerrar, mas sin embargo esta vez sera para siempre.- sentencio y me beso con rudeza para después irse y dejarme destruida.
Me desplome sobre el suelo y solloce con fuerza, al sentir una mirada sobre mi levante la vista para así encontrarme con los fríos ojos de la rubia mal teñida frente a mi.
-ni siquiera sacrificando a Adam logro que Caneck se aleje de ti- dijo mirándome con desprecio.
-el te amaba...- dije y solloce con fuerza, Amelia soltó una carcajada y me miro divertida.
-el solo era una pieza en el tablero- dijo y se agacho hasta estar a mi altura- era lindo pero como un peón sirvió a su reina y se sacrifico por ella, lamentablemente no logro el cometido, tú aún me estorbas en el tablero, ya hallare la forma de deshacerme de ti Leah...- susurro y se levanto dejándome nuevamente sola en el pasillo.
grite con impotencia mientras sujetaba de mi cabello y tiraba de este.
-Cuanto lo siento Adam - susurre mientras lloraba con más fuerza...
Abrí los ojos espantada y apreté de mi pecho con fuerza intentando calmar mi respiración, ya después de un par de minutos logre volver a regularizarla.
-¿estas bien?- mire con un ceja alzada a Caneck que estaba a mi lado,no estoy bien, sin embargo asentí y me volví a recostar en la cama,- haber visto a Erick hoy en definitiva no trajo nada bueno.-
- iré a buscarte un vaso de agua- dijo Caneck y se levanto de la cama en dirección a la cocina.
Estaba durmiendo en su habitación, porque según el no le encontraba sentido al echo de que durmiéramos separados si habíamos "regresado" no se lo negué porque no quise molestarlo más, no después de todo lo ocurrido en la tarde.
Suspire y justo en el momento Caneck entro a la habitación con el vaso de agua en la mano.-bebe-dijo y extendió su brazo hacia mi, asentí y tome del vaso.
Al sentir el frío liquido bajando por mi garganta me sentí un poco más tranquila, al terminar le entregue el vaso a Caneck quien al recibirlo volvió a salir de la habitación.
Me recosté de nuevo sobre la cama y cerré los ojos intentando borrar todo recuerdo de mi mente. Sentí como la cama se hundía a mi lado y seguido de esto como ponía su mano sobre mi cintura pegándome a su pecho.
No dije nada y tampoco hice el intento de apartarme, me mantuve en silencio e intente volver a dormir, aunque realmente no podía, no con todos los recuerdos que pasaban por mi mente.
Dios, cuanto me jodía tener que estar en estas situaciones.
(***)
Mire escéptica a Caneck, ¿por qué mierda tiene un ramo de rosas en la mano?
Okey, el cree que regresamos, y por eso me trajo un ramo de rosas, bien, entiendo que eso hacen las parejas normales cuando discuten y luego se reconcilian, pero este es un caso totalmente distinto, Caneck asesino a su mejor amigo por un mal entendido, eso no se soluciona con rosas.
Además que el todavía cree que en verdad lo engañe, así que volvemos al comienzo ¿por qué mierda tiene un ramo de rosas en la mano?-toma- dijo mientras extendía su brazo con el ramo de rosas hacia mi.
Las tome insegura y levante mis cejas confundida- ¿porque razón son las rosas?-mi pregunta pareció descolocar un poco su semblante, pero rápidamente volvió a su aspecto comúnmente serio y frío que lo caracterizaba.
-Hoy es tu cumpleaños- dijo sonriendo de medio lado, abrí mis ojos sorprendida, con tanto ajetreo se me había olvidado mi cumpleaños, aunque realmente había dejado de importarme hace ya varios años está fecha.
-agradezco tu gesto Caneck, pero sabes que no me gusta que me regalen cosas para esta fecha- dije y opte por caminar con el ramo hasta la cocina.
Deje las rosas sobre la encimera mientras buscaba el florero y acto seguido lo llenaba con agua para poner el ramo dentro de este y volver a dirigirme al salón y dejarlo sobre la mesilla de vidrio.
Me parecía un gesto dulce de su parte el que me regalará flores, pero no me parecía adecuado, Caneck solo estaba haciendo cosas innecesarias.
Por mucho que me diera este tipo de detalles mi postura no cambiaría, yo no planea volver con el, pero de acuerdo al plan era bueno que el creyera que sí.
Después de la pesadilla de anoche no tenía dudas de lo que estaba haciendo, quería recuperar lo mío, pero también quería venganza, quería hacerlo sufrir, y lo lograría.
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Pitiless (PAUSADA)
General FictionÉl es despiadado... No posee corazón y carece de sentimientos, de la misericordia no conoce su significado. Toma lo que considera suyo, pisoteando sentimientos y destruyendo todo a su paso, no le importa nada mas que el mismo. Él es Caneck