Leah
Caneck mantenía el ceño fruncido mientras revisaba de los papales frente a su escritorio, su quijada se encontraba fuertemente marcada y su semblante era tenso, aparte mi mirada y me removí incomoda de estar en la misma posición en el sillón de su oficina, Caneck ante el ruido dirije su mirada hasta a mi, sonríe levemente al verme, pero tan rápido como su sonrisa aparece se desvanece en el momento que Sussy, su secretaria, entra en la oficina.
-te he dicho que debes de tocar la puerta entes de entrar- el evidente tono molesto de voz provoco que pequeños escalofríos pasasen por mi espalda, y que decir de Sussy; temblaba tal como hoja de papel contra el viento.
-lo lamento señor Faure- dijo de forma apresurada mientras agachaba la cabeza en sumisión, Caneck aun molesto le asintió para que hablase- su hermano llego hace poco y pide una cita urgente con usted- me sorprendo ante la noticia mientras que de reojo veo como Caneck hace sus manos puños y en su quijada se marca ante el enojo.
-dile que pase- responde cortante y ella asiente para intentar salir apresurada de la oficina cuando es detenida de nuevo por las palabras de Caneck- una cosa más Sussana- le llama y esta se da vuelta asustada-luego de que hagas entrar a mi hermano ve por tu liquidación y saca tus cosas del que era tu escritorio- la pobre chica asiente asustada y rompe en llanto mientras sale prácticamente corriendo de la oficina.
Le miro incrédula ante lo que acaba de pasar, por dios, solo se olvido tocar la puerta, pobre chica.
-¿era necesario eso?- le pregunto molesta.
-es mi empresa, y mis empleados Leah, yo se que medidas tomo para solucionar las cosas- su mirada es fría y dominante, tan así que me hace encogerme sobre el sillón.
A los segundos Aitor hace acto de presencia en la oficina.
-¿Leah?- su tomo de sorpresa al verme es digno de un gran actor, realmente parecía sorprendido de verme, cuando realmente el era el causante de que ahora estuviese junto a su hermano.
-Tanto tiempo Aitor- le sonreí levemente, mientras sentía la potente mirada de Caneck taladrándome.
-ustedes... ¿regresaron?- pregunto Aitor fingiendo estar desconcertado.
Este chico se merecía un puto Oscar, hasta incluso me hacia dudar de que el era la persona con la que había planeado todo esto.
-nunca terminamos, solo nos tomamos un tiempo- respondió Caneck aun molesto con la presencia de su hermano en la oficina.
Fruncí mi ceño ante la respuesta de Caneck, nosotros no habíamos regresado ¿o si?.
Técnicamente había aceptado el volver a vivir con el, ¿eso significa que habíamos vuelto? Al perecer el si creía eso, bueno, el también cree que jamas rompimos, así que lo que el cree no es del todo cierto.Ademas cabe mencionar que hace unos días se estaba revolcando con la zorra de Amelia.
Aunque que mas da, realmente no estoy con el porque quiera, y cuando esta mierda se termine me alejare lo mas que pueda de él.
Me acomode mejor en el sillón mientras los hermanos Faure tenían una linda discusión en cuanto a los que es su complicada familia, y cuando me refiero a familia hablo de su padre; Alessandro Faure, el temido mafioso italiano que fue asesinado a mano de su primogénito, aunque eso ultimo muy pocos lo sabían, la mayoría creía que había sido asesinado en un tiroteo, cuando realmente Caneck lo había matado.
Estuvieron hablando una hora sobre el asunto del 3 aniversario de su muerte, Aitor reclamándole que debía de estar presente y Caneck negando rotundamente su asistencia.
Aunque esta vez estaba del lado de Caneck, para comenzar como iba a asistir si el mismo lo había asesinado, solo aclaro que Caneck tuvo razones de sobra para hacer lo que hizo, entiendo que una vida es una vida, y que por mas mierda que sea la persona nosotros no somos quienes para arrebatársela, pero ese señor era una mierda y realmente nos hacia un favor dejando de existir.
Al final Aitor no logro convencer a Caneck, por obvios motivos, y salio de la oficina echo una furia, no sin antes mirarme de reojo y guiñarme un ojo y sonreírme levemente sin que Caneck lo notase.
Cada vez me sorprendía más con sus dotes de actor.
Por lo que Aitor me había dado a entender, Caneck no sabia que el estaba informado sobre el asunto de June, y es que estos según Caneck y hasta según yo habían terminado, cuando realmente aun se veían.
-Caneck- le llame y este me miro atento- tengo hambre- dije y este asintió para pararse de su asiento y tomar de su chaqueta.
-Vamos por algo de comer- dijo y miro sonriendo de medio lado.
Asentí y me pare del sillón.
(***)
Después de comer y volver a la oficina por una eternidad de tiempo más, llegamos finalmente a eso de las 22:00 horas al penthouse de Caneck.
Suspire agradecida de ya no estar más en esa maldita oficina suya.
Me había llevado a esta porque yo se lo había pedido, no quería estar encerrada acá, pero realmente fue una muy mala decisión, estar ahí me hacia sentir mucho más atrapada que en este lugar.
Me encamine a la cocina seguida de Caneck y prepare un poco de café mientras este me miraba atentamente.
Me sobresalte al sentir su mano sobre mi cintura y me di vuelta mirándole sorprendida.
El tomo de mi mentón con cuidado y sin previo aviso planto un pequeño beso sobre mis labios.
-te extrañe tanto Leah, no sabes cuanta falta me hiciste todo este tiempo...
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Pitiless (PAUSADA)
Genel KurguÉl es despiadado... No posee corazón y carece de sentimientos, de la misericordia no conoce su significado. Toma lo que considera suyo, pisoteando sentimientos y destruyendo todo a su paso, no le importa nada mas que el mismo. Él es Caneck