Naruto: "Mascara"

Capitulo 23

Fuego negro, por todas partes. Naruto no sabía lo que estaba pasando tampoco se concentró en ello. 

Sangre, el suelo estaba totalmente bañado de sangre. El hedor llegó a su nariz y de inmediato quiso vomitar, pero aún así, no lo hizo.

Estaba arrodillado mirando el suelo, sentía tanta presión que no podía moverse. Solo pudo levantar la cabeza para que el horror lo invadiera cuando lo hizo.

Cuerpos decapitados, extremidades, órganos por doquier y las cabezas de sus amigos en un estado de descomposición.

¿Q-que? - Las palabras porfín salieron de sus labios mientras que las lagrimas comenzaron en sus mejillas.

Esto debía ser una pesadilla, claro que lo era, pero se siente tan real. ¿En realidad era una pesadilla? no podría decirlo.

Destrucción... - Escuchó una voz apagada.

Levantó la vista un poco más y ahí vió a una persona, abrió los ojos en shock al distinguir a esa persona.

Era él, envuelto en una especie de aura negra. Los relámpagos negros salían de él en todas direcciónes, destruyendolo todo, matando cualquier señal de vida.

El Naruto negro de repente se giró hacia él, Naruto abbrió los ojos con horror al ver lo que tenía en la mano.

La cabeza de Anko, la sangre caía de su cuello cercenado y las lagrimas de sangre caían de sus ojos, sintió terror y tanto enojo a la vez.

T-Tu... - Naruto se enfureció, intentó llamar a su chakra pero nada pasó.

Allá a donde voy... - La voz apagada del Naruto negro llegó a los oídos de Naruto - Todos sufren... - Naruto se detuvo, el tipo frente a él realmente estaba... sufriendo - Todo lo que toco desaparece... - Lagrimas negras caían de sus ojos mientras se acercaba a Naruto - Yo no quiero esto... ya no... - La voz de agonía comenzaba a hacer efecto en Naruto, sentía el dolor de la versión de si mismo frente a él - Solo somos... Destrucción - Dicho eso, el poder estalló en el Naruto negro.

Fue como un tornado de chakra, pero en vez de ser azul, este fue negro. Lo destruyó todo a su paso y la oleada de poder se acercaba peligrosamente a Naruto quien no pudo correr, no pudo moverse en lo absoluto.

Solo le quedó una cosa por hacer...

¡¡¡NOOOO!!! - Gritó Naruto con desesperación.

- Con Mikoto -

Mikoto se consideraba a sí misma una mujer algo complicada, no acostumbraba a dormir por las noches y cuando lo hacía generalmente era de dia, cuando su hijo estaba de misión y el nuevo integrante de su pequeña familia, Naruto, se encontraba entrenando.

Cada vez que cerraba los ojos, tenía miedo de volver a soñar con aquella noche. No sintió pena por los tontos Uchihas sedientos de poder, ella tenía miedo de volver a ver los cadaveres de aquellos niños y madres inocentes.

Pero aún mas terror le daba era el ver el rostro de su hijo, lleno de lagrimas cuando estuvo apunto de apuñalarla. Un niño de su edad no debió llevar tal carga.

Eres un niño tan bueno... no debiste ser tu... - El recuerdo de las palabras que le dijo a su hijo y luego verlo quebrar en llanto.

No podrían culparla de sus miedos luego de eso. Luego de aquella terrible noche se encerró en el barrio Uchiha, no quería ver las miradas curiosas y lastimosas de la chusma, aunque a veces debía soportarlas cuando Sasuke no estaba disponible para ir de compras.

Sonrió al pensar en su hijo, el unico que estuvo ahí para ella despues de todo. Aunque tuvo que hacer muchos esfuerzos para arreglar la mente rota de su hijo, pudo lograrlo, al menos en una pequeña medida.