Prólogo

52.8K 1.9K 1.9K
                                    

Era medio dia, el sol estaba en su punto mas alto en la aldea escondida entre las hojas tambien conocida como Konoha una de las aldeas mas fuertes de las naciones elementales, el lugar que vio y verá nacer a los mas grandes shinobis de todos los tiempos, además de eso también tiene en su posesión al gran zorro de las nueve colas también conocido como Kyubi.

Hace ocho años ocurrió la tragedia más grande de la historia de Konoha, el gran Kyubi no yoko atacó la aldea llevando en su paso a miles y miles de vidas tanto shinobi como civil, los libros dicen que el Yondaime Hokage Minato Namikaze uno de los prodigios más grandes que la aldea pudo ver nacer, dio su vida para asesinarlo pero eso es lo que dicen los libros.

En realidad no se puede matar al Kyubi ya que los Bijuus son entidades de chakra por lo tanto no pueden ser asesinados, en el caso que logren borrarlos por completo su chakra se exparciria y se volvería a reunir en otro lugar lejos de su última ubicación por lo tanto el Yondaime no lo mató, la única forma de detenerlos es por medio del sello.

El Yondaime dió su vida para sellar al más fuerte de los Bijuus en un bebé recién nacido que también resultó ser su hijo que en ese mismo día nació, condenando al inocente niño a ser llamado Jinchuriki.

Es de conocimiento publico que un Jinchuriki es tratado como el Bijuu encarnado, en la mayoría de los casos solo los evitan, en otros los exilian para mantener a la bestia lo mas lejos posible. Pero Konoha es un caso diferente, el ataque del Kyubi dejo mucha tristeza en los corazones de las personas, mucha gente perdió a sus seres queridos y sus corazónes se llenaron de odio, odio hacia la bestia, odio hacia su Jinchuriki.

Durante los primeros años su vida el Jinchuriki del Kyubi fue tratado como una basura, fue expulsado de su orfanato, mandado a vivir a los barrios bajos de Konoha, hurgando en la basura para poder comer, marginandolo cada vez que lo veían, no permitían que sus hijos se acerquen a el, sin embargo durante los primeros cuatro años nunca ha recibido agresión fisica.

La soledad es lo que siempre acompañaba al niño, gracias a eso a su edad pensaba como un adulto, el aprendió mucho de la vida sin leer un solo libro también aprendió a diferenciar lo bueno y lo malo, leer el ambiente y saber como se siente una persona con solo mirarla a los ojos, también aprendió a ver las cosas desde otra perspectiva.

Pero como solo era un niño, lo unico que podía hacer era esperar su muerte o que alguien se apiade de el, con su condición el no podía comprar alimentos en tiendas sin que le aumenten drasticamente el precio, ni siquiera tenía ropa decente siempre embarrada de suciedad y eso lo alejaba aún mas de las personas.

En su cuarto cumpleaños fue encontrado por el tercer Hokage Hiruzen Sarutobi y se enfureció por como trataban al pobre niño, de inmediato lo sacó de las calles y le depositaba dinero en una cuenta bancaria para que pueda comprarse comida, con esto el niño dejó de hurgar en la basura y pedir limosnas a los viajeros que no conocían su condición.

Hiruzen estaba sumamente triste por lo que vivió el niño, escuchó sus historias de como vivió en la calle y los insultos que recibia de los aldeanos, pero lo que realmente quebró al viejo fue una simple pregunta.

-FlashBack-

Hiruzen había logrado terminar antes su papeleo y estaba ancioso por terminar el dia, conoció al niño hace apenas dos dias y hoy llevaría al niño a su restaurnte de ramen favorito, el niño era hiperactivo, muy alegre y tenía un talento natural para las bromas,  estaba seguro que al niño le encantaría y salió de su oficina, se dirigió al apartamento que le compró. Tocó la puerta y de inmediato el niño de cabellos rubios como el sol, peinado de puntas, ojos azules claros como el cielo y con bigotes de zorro en las mejillas que al viejo se le hacía adorable, el niño rapidamente corrió a abrazarlo.

Naruto: "Mascara"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora