5.

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Jimin cree que lo que siente es algo totalmente nuevo, aunque se esté mintiendo por dentro, ver a Taehyung tratar de conquistarlo es divertido y halagador. Aún siente miedo que sus compañeros se burlen, pero al parecer nadie es lo valiente posible como para decir todos esos apodos cuando está con el castaño.

Se han sentado juntos los últimos días. Comparten anécdotas y una que otra historia interesante. Jimin cree que Taehyung es totalmente simpático y gracioso, su humor es casi similar al suyo y se siente bien poder congeniar con alguien de su misma edad. Lo malo de todo esto es que el rubio no ha podido sentir algo más allá de la atracción, quizá sea muy rápido, pero en verdad quiere que el sentimiento sea recíproco.

Quizá sea porque es la primera vez que intenta algo con un chico, pero aun así quiere poder demostrarle a Taehyung que él también es capaz de poder sentir lo mismo. Es un poco molesto tener que dejar ese pensamiento atrás, pero sabe que si no decide a tiempo, todo esto será una pérdida de tiempo y sin querer estará jugando con los sentimientos del castaño.

Ha pasado menos de cinco días desde que Taehyung pisó su casa, y Jimin lo ha invitado unas tres veces, siendo rechazado sin ninguna razón. Hasta que el Taehyung decidió contarle que Jungkook la última vez lo miró de una forma totalmente aterradora, y que si iba a volver, necesitaba saber que su hermano no se lanzaría a matarlo si es que sus padres no estaban presentes.

Es raro imaginarlo, es más, Jungkook nunca ha mostrado interés en su vida personal desde que tiene memoria. Siempre ha sido algo frío y cortante con la demostraciones afectuosas. Jimin sabe que sólo se abrazan para sus cumpleaños y Navidad, aun cuando han demostrado poder llevarse bien, la confianza está en los suelos y es algo en lo que deberían trabajar.

Así que ese mismo día al regresar a casa decide ir a la pieza de Jungkook y esperarlo hasta que vuelva. Normalmente su hermano regresa unos diez minutos después, ya que va en pie junto a Hoseok y Yugyeom, a diferencia suya que le parece más cómodo ir en bus.

El cuarto de Jungkook es ordenado, quizá haya envolturas de comida por el suelo, pero la cama siempre está tendida, y envidia eso de él. No hay nada sospechoso, no es como si el pelinegro fuera a robarle algo, pero si que a veces se pregunta si Jungkook ha intentado tomar sus cosas como en los libros muestran.

Hay una respisa solo para sus figurinas de acción, y le parece tierno que aun tenga con las que jugaba de niño. Solía tomar al Capitán América y pelear con su hermano sobre quién era mejor, pues Jungkook amaba a Iron Man, aunque aun cree que lo sigue haciendo en secreto.

La puerta se abre con fuerza, y Jimin se sobresalta en su lugar. Jungkook tira la mochila en la cama y se cruza de brazos mirando a su hermano con una ceja enarcada, como preguntándole en silecio por su presencia.

—Jungkookie, yo... uh...

—Jungkook—responde de manera fría su hermano.

— ¿Qué?

—Que me llamo Jungkook, no Jungkookie.

Jimin retrocede y toma asiento en la cama, aun bajo la presencia de su hermano, se siente intimidado.

— ¿Estás pasando por la rebeldía?

—Creo que dejé en claro que para entrar deben tocar, ¿no?

El rubio suelta el aire de sus pulmones y decide ir al grano, no tendría por qué soportar los cambios de humor de su hermano. Es más, ni siquiera debería sentirse intimidado por la mirada fría de Jungkook.

—Vine a preguntarte algo.

—Habla.

—Taehyung me dijo que...

— ¿Taehyung?—Jungkook camina hacia él lentamente— ¿El de la otra vez?

Jimin traga grueso.

—S-Sí, kook-ah.

Jungkook se detiene como si pensara en qué hacer, pero su rostro se ha desformado en una mueca, y Jimin se pregunta que demonios está ocurriendo.

— Entonces...

Hay un pequeño silencio en donde Jimin juga con sus dedos nervioso, y Jungkook lo mira tratando de controlar sus pensamientos.

— ¿Qué hay con él?

—M-Me dijo que tú lo miraste mal cuando se iba, y desde allí ya no quiere venir.

Jungkook ríe.

— ¿Lo has vuelto a invitar?

—Sí, me gusta pasar el rato con él.

La lengua del pelinegro choca contra su mejilla, quería gritarle y decirle al rubio que ambos podrían ver una maratón de película mientras se acurrucan en su cama.

—Como sea.—espeta con un dejo de molestia—Lo miré mal porque me da mala espina, agregando que siempre está a tu lado.

Jimin frunce el ceño.

— ¿Desde cuándo te preocupas por mí?

Jungkook se pregunta lo mismo. Había estado evitando a su hermano un poco más de la cuenta, pero no es como si el rubio lo notara. De todos modos, no eran unos hermanos tan unidos.

— ¿No puedo preocuparme?

—Taehyung ya no quiere venir por tu culpa.

— ¿Ahora es mi culpa?—Jungkook vuelve a acercarse—Deberías darte cuenta con quién te juntas.

—Sí, claro.—Jimin se levanta molesto.—Pues ahórrate tus comentarios porque lo verás más seguido.

— ¿Por qué tendría que venir?

— ¡Porque me gusta, Jungkook!

Jimin sale rápidamente de la pieza esquivando el cuerpo de su hermano, que si lo tomaba en consideración, estaban a centímetros del uno del otro.

Jungkook toma su mochila con fuerza y la lanza contra el suelo. El ruido no es fuerte, pero el golpe sí.

Siente una molestia indescriptible.

A Jimin le gusta Taehyung.

Pecando al amar ┼ KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora