23

753 81 28
                                    

Es domingo por la tarde, han pasado exactamente tres semanas desde la pelea que tuvo con su hermano menor. Tres semanas donde sus padres han estado preguntándoles el porqué de su distanciamiento. Tres semanas faltando al club de literatura para la escritura. Tres semanas con Taehyung acompañándolo a la escuela. Tres semanas viendo a Suni venir a la casa y pasar las tardes en el cuarto de Jungkook. Tres semanas con muchos sentimientos encontrados. Dos semanas. 

¡Tres semanas! ¿Cuánto tiempo más podría aguantar con toda esta tensión? La espera lo convierte en alguien muy impaciente. Jimin pensaba que al menos con todo lo que dijeron, la pelea bajo la lluvia y el poder olvidarse de sus sentimientos, al menos, podrían hablarse mutuamente. Sí, no era de esperarse, pero su orgullo tampoco lo animaba a pararse junto a su hermano y hacer cómo si nada hubiera pasado. 

— Demonios...—murmura, mordiendo la cabeza de su lapicero azul.— Necesito concentrarme... 

Estaba realizando unos ejercicios de Química que probablemente le servirían para obtener algunos puntos en el examen de mañana, pero es imposible concentrarse cuando las risas en el cuarto de al lado lo distraen, más aún la película de Iron Man a todo volumen. Lo entendía, fin de semana. Pero, aún así, también se distraía con el celular vibrando y viendo todos los mensajes que Taehyung le enviaba. Eran fotos de gatos y uno que otro video gracioso. 

Taehyung. Él se había convertido en un soporte casi emocional. Mentiría si dijera que estar junto a él le alegra los días, y de alguna u otra forma, lo hace alejarse de ese tren de pensamientos llamado "¿en verdad me gusta mi hermano?". Era muy complicado, tanto así que había momentos en donde solo se apoyaba en la pared que daba al cuarto de Jungkook, y simplemente sonreía al escuchar sus risas. Parecía un lunático, dios, sí que lo parecía. Pero, también habían días donde regresaba tarde a casa con marcas en su cuello que escondía debajo de un chalina, y simplemente pasaba de largo hasta su habitación, ignorando la forma en la que el pelinegro lo seguía con la mirada hasta que desaparecía por las escaleras.  

Luego, habían esos días donde se encerraba en su cuarto, y lloraba porque no podía aguantar los sentimientos encontrados que burbujeaban bajo su pecho. Lo odiaba, lo aborrecía y esperaba el día donde simplemente disfrutara de la compañía de su novio sin necesidad de sentirse como un traidor. Su mente no lo dejaba en paz. No cuando ayer se despertó a mitad de la noche y sudando, con una erección entre sus pantalones de pijama y el picor en la punta de su lengua a punto de decir: "más rápido, Gukkie". 

Corrió al baño a limpiarse el rostro y llorar unos cuantos minutos. Bajó a la cocina para tomar algo que lo tranquilice, y al volver a subir se encontró con él. 

Ambos a mitad del pasillo, su hermano en un pijama completo y él solo en un simple chandal de tela y el torso descubierto. Había escuchado pasos, por un momento pensó que alguien más había entrado en la casa, pero  la puerta de Jimin tiene un sonido característico. Entonces, estando sin poder dormir, decidió al menos ir al baño y echar un vistazo a lo que sea que el rubio hiciera. 

Sus días evitándolo parecían ir bien, o al menos eso quería creer. Lo veía en la escuela, en casa y en el bus. Jungkook sabía que no podía escapar de su hermano mayor aún cuando se lo pidiera al universo, era muy lógica la situación. Son hermanos. Se verán el rostro hasta que uno de los dos muera. Pero, verlo a unos pocos metros de él y con los latidos de su corazón retumbando por todo su cuerpo, relame sus labios sin quitar la mirada de Jimin. Lo observa. Lo observa detenidamente, porque no muchas veces tenía la oportunidad de verlo tan de cerca. Lo odiaba, lo odiaba tanto como para ignorarlo olímpicamente, pero también lo amaba. Lo amaba tanto que su cuerpo simplemente reaccionaba al verlo, al tenerlo cerca. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 06, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pecando al amar ┼ KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora