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El distintivo sonido de los frenos hace que el círculo que se estaba formando alrededor de Jimin y Taehyung se esparza con dirección a la entrada del bus escolar. Todos parecen sorprendidos de que Jimin haya por fin aceptada su sexualidad, solo que la mayoría de las chicas no parecían agardarles la idea. Era Kim Taehyung, por dios,  ¿y se lo llevaba Jimin? El chico obsesionado con escribir historias románticas y el callado de la clase. 

Vaya, sí que el mundo da vueltas.

Exactamente lo que piensa Taehyung con una sonrisa, tomando ligeramente la muñeca de su ahora novio oficial. Fue algo repentino, es más, no vio venir que Park Jimin, el chico rubio y tierno con el que ha estado coqueteando estas últimas semanas, fuera a tomar la iniciativa de tomar el noviazgo. Pero, estaba seguro que debajo de toda esa ternura e inocencia que el rubio emanaba, debía haber una buena razón para ello. Leer incontables libros e historias de criminalística y misterio, no iban a pasar en vano. 

Por otro lado, Jimin está tratando con todas sus fuerzas ignorar la mirada de su hermano. Lo vio doblar la esquina desde la calle de al frente, y debía trazar el límite besando a Taehyung. Sí, es casi seguro que el castaño vaya a hacerle algunas preguntas con respecto a su repentino cambio de parecer, y aún así habiendo tenido algunas citas, para Jimin, Taehyung solo era como un amigo, un amigo que estaba conociendo y por el cual algunos sentimientos florecían de vez en cuando. Le duele, muy en el fondo, saber que el castaño es una especie de filtro para sus sentimientos inexplicables y totalmente ilegales hacia su hermano menor, pero podría llegar a enamorase de Taehyung a mitad de camino. 

Al final todo ganarían, sí, muy egoísta de su parte. 

Yugyeom se siente un tanto incómodo viendo como su mejor amigo no despeja los ojos de su hermano mayor, pero aún así, es inevitable no darse cuenta como su semblante se torna un tanto meláncolico. Quién lo diría, piensa Yugyeom, celos de hermano sobreprotector.

— Kook, hay que subir ya, será nuestra tercera tardanza en el mes. —comenta Yugyeom, caminando hacia la entrada del bus. — ¡Hey, Jungkook! 

Jimin solo siente los dedos tibios de Taehyung enroscándose en su mano, y luego como sus pies y los de su acompañante caminan hacia la entrada del bus escolar. Mantiene la cabeza gacha, preparándose mentalmente para las preguntas de los estudiantes, pero es que odiaba bastante tener que en el transporte de la escuela. Mucho ruido, risas y personas mirándote. Es un fiel fanático a escuchar música a todo volumen, mientras respira el aire frío de la mañana camino a la escuela.

Un leve empujón hace que tanto él como Taehyung retrocedan, y solo ve la mochila azul de su hermano junto a su espalda, delante de ellos, subiendo los tres escalones del bus. Taehyung suelta una risa nerviosa, y tomando su mano nuevamente, se adentran al transporte también.

Caminan por el estrecho pasillo, donde todos callan mientras murmuran al verlos, pero al castaño no parece importarle, y con cuidado, se sientan junto al asiento de Jungkook y Yugyeom. 

— Pásame tu celular.—pide Jungkook, mirando hacia el frente, evitando no mirar mucho al lado, donde Jimin se encontraba.

— ¿Para qué?—pregunta confundido el pelinegro, pero aun así, lo saca de su bolsillo.—Si es por lo de Jimin, eh... no creo que... 

Yugyeom guarda silencio cuando el aparato electrónico es arrancado de sus manos. Bien, Jungkook molesto, piensa, lo que faltaba. Este desbloquea la pantalla del celular de su mejor amigo, y sin pensarlo entra a la aplicación donde la foto de Jimin y Taehyung aparecía en la primera sección de inicio. Ve su cabello rubio, sus labios gruesos y la forma característica de media luna en que sus ojos tomando cuando sonríe. Es la foto de verano, cuando fueron a visitar a la abuela y vivieron durante algunas semanas en la casa de playa. Recuerda el viento cálido, el sonido de las olas contra las piedras y el de la risa de Jimin. Había un atardecer hermosa ese día, era algo único porque había estado lloviendo los últimos días, su padre le había regalado una cámara a prueba de agua de las revistas de juguetes, era algo tonto, pero en verdad que tomas fotografías era uno de sus talentos ocultos. 

Su hermano mayor estaba allí, en el lugar perfecto, sonriendo hacia el atardecer, sus brazos estirados en el aire, mientras le regala esa mirada mágica a la cámara. Click. Luego de terminar de tomar la foto, no puede evitar ver como Jimin mira hacia el lente, una mirada brillante y cargada de felicidad, con una pizca de diversión. Jungkook siempre se preguntó si quizá Jimin lo estaba mirando a él, si aunque en esos 3 segundos de felicidad, quizá su todo en ese momento, era él, Jungkook. 

Su rubio hermano le había mandado esa foto a Taehyung, y ahora él la observaría como si esta se hubiese tomado con una dedicatoria explícita a su persona, como si el mismo Taehyung la hubiera fotografiado. Una ola de tristeza y celos lo hundieron en el asiento del bus, era eso y que su único y primer amor, como suele su mente denominar a Jimin, lo estaba rechazando de la manera más cruel y directa posible. 

El besarlo ese día en la cocina, cuando probó sus labios por primera vez, y pude ver claramente el sonrojo en las mejillas de Jimin, acaso ese día, ¿había sido el comienzo del fin? Gira hacia su izquierda, observando la manera en que Taehyung le muestra algunas cosas en su celular, no logra distinguir muy bien qué es, pero puede apreciar el perfil de su hermano mayor, la media sonrisa en sus labios y su pequeña nariz. Luce tranquilo, escuchando atentamente lo que sea que el castaño esté diciendo. 

Vuelve a mirar la publicación en sus manos, y luego a ellos, y luego a la foto con la descripción de Taehyung en ella. Yugyeom a su lado ha dejado de prestar atención a su alrededor, se ha puesto los audífonos prendiendo su MP4 que siempre lleva consigo en caso de que su celular no esté a su alcance. No sabe que Jungkook está reteniendo sus lágrimas, ni que Jimin finge escuchar lo que Taehyung dice, intentando no voltear a ver a su hermano menor.

Después de todo, volver a como antes era lo indicado, piensa Jimin. Ignorarse y pretender que no existían capaz y era la mejor medicina para sus corazones. Jungkook nunca lo comprendería. No hay que ser sabios para que un amor entre hermanos funcione, aún cuando ambos llevan lidiando con estos sentimientos desde pequeños. 






[Lo siento por no actualizar tanto tiempo, pero muchas gracias por esperar por la historia. Espero y se encuentren bien <3]

Pecando al amar ┼ KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora