Donde nadie nos separe [Link & Dark x ti]

4. El misterioso Dark

••••••••••••••••••••••••Narra ______••••

Pasé el día deambulando por la ciudadela, quería conocer el entorno en el que vivían estas gentes. A demás compré una casona y contraté varios sirvientes, ya que iba a pasar aquí un tiempo.
Durante mis paseos tenía la inquietud de que alguien me observaba, (aunque, a decir verdad, casi todo el mundo me miraba ).

La noche se cernió sobre Hyrule, pero eso no interrumpió mi paseo de exploración. Por las noches podían verse las luces de las casas, las luces de las luciérnagas, incluso habían flores que también emitían luz en la oscuridad.

-????-: ¿Habías visto alguna vez unas flores tan hermosas?

Me sobresalté al escuchar una juvenil voz dulce y profunda a mi espalda. Me giré pero no pude identificar de dónde provenía esa voz tan melodiosa, lo único que alcancé a ver fue una tenue sombra.

-______-: vaya, disculpe, creí que estaba sola. Es cierto que son las flores más bonitas que he visto en mi vida...- le hablé a la oscuridad.

-????-: también yo creí que eran las más bonitas, pero veo que me equivocaba. Me hayo ante una flor única, muchísimo más hermosa.

Pegué un salto, ya que la voz volvió a aparecer detrás de mí.

-______-: d-dices cosas muy tiernas, pero ¡me gustaría que se dejase ver!

-?????-: si así lo desea...

De pronto en mitad de la oscuridad vi unos ojos rojizos brillar. Al principio me asusté un poco, pero luego me calmé al ver que tan sólo era un hyliano peculiar.
Tenía los ojos rojos, el pelo blanco y la piel grisácea, vestía con tonos negros. A simple vista me sentí identificada con él.

-????-: lamento si la he asustado, me llamo Dark, es un placer conocerla- el chico compuso una preciosa y fresca sonrisa ladeada, me sonrojé al ver ese gesto.

-______-: v-vaya, yo soy ______. También es un gusto.- dije ruborizada.

-Dark-: no eres de por aquí ¿verdad?, es más, pareces pertenecer a la realeza.

-_____-: supones bien, señor Dark, soy la soberana de Tierras Antiguas.

-Dark-:ya veo... Creí que Tierra Antigua calló. Me alegra saber que no fue así... y ¿cómo es que alguien cómo tu viaja por ahí sin escolta...? Alguien podría... Sorprenderla...-

De pronto Dark se movió deprisa cómo un relámpago, se acercó a mí y tomó mi mano derecha besándola con delicadeza.

-_____-: ¡ah!

Enseguida me soltó.

-Dark-: escucha... Yo podría protegerte...

-______-: ¿Que? N-no creo que necesite un escolta- estaba tan roja por su reciente acción que no podía actuar con claridad.

-Dark-: te vi en el mercado. De no ser por Link ese moblin te hubiese matado.- dijo rodando los ojos.

-______-: ¡claro que no me hubiese matado! Soy arcanista.- levanté mi mano haciendo gala de mi poderosa magia.

Pero de repente Dark posicionó su mano frente la mía contrarrestando mi hechizo.

-_____-: ¿c-como? Creí que yo era la única aquí a parte de Zelda y del héroe que poseía magia... ¿Quién eres realmente?- dije comenzando a dudar.

-Dark-: un noble retirado que desea proteger lo más bello que habían visto sus ojos jamás.

...
Sencillamente me quedé sin palabras. Mi corazón había dado un vuelco, me quedé ahí parada mirándole, cuestionandome si realmente se refería a mí.

-Dark-: jej... Por el momento te dejo, princesa... Nos volveremos a ver muy pronto- y con una sonrisa daleada se desvaneció en la oscuridad.

Me quedé allí en medio de las flores, sin ser capaz de decir o hacer cualquier cosa. Hasta que reaccioné y me fui a mi casa.

Fui a darme un largo baño relajante. Cepillé mi larga melena, curé mis heridas del costado, me puse un fino camisón para dormir y me dirigí a mi cama. Desde allí le mandé la señal a Larin cómo cada noche, informándola de que todo iba bien.
Cerré mis ojos, me recosté hacia atrás y me puse a pensar en todo lo que había pasado estos días.

Para empezar tuve que escapar de cientos de monstruos, después, al llegar aquí me topé con el héroe... Mi corazón se ponía eufórico cada vez que pensaba en cuándo me salvó del moblin del mercado.

No comprendía muy bien los sentimientos que abrumaban mi corazón. Siempre me había sentido como una pieza que estaba hecha para completar algo mucho más grande, un eslabón más. Mi corazón, aunque se percatase de la soledad que le afligía nunca sintió interés por nadie.