Ensayo de Chicas (Editada)

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En este preciso momento creo y pienso que este no era la hora ni el lugar indicado para dejarme llevar, por qué en un momento comencé a escuchar un forcejeo de llave. Al instante recordé que hoy había una reunión del grupo literario, así que, ellos estaban afuera intentando abrir la puerta por lo que de repente se escuchó el timbre.

El grupo literario está a cargo de Nilda, es muy interesante, ellos se reúnen a leer sus escritos que por lo general son mini cuentos y poesías. He venido algunas veces que ella nos ha invitado y está bueno, me gusta como escriben... Saben qué, no recuerdo su apellido, me cuesta mucho recordarlo pero sé que era compuesto.

Yo estaba encima de Zafira, quien tenia su ropa toda desordenada, la desesperacion me pudo para besar su piel... Su respiracion era algo apresurada pero no se si era por los nervios que de ser descubierta o por el calor de lo que estaba pasando. Fui para abrir la puerta mientras ella se acomodaba su ropa, o sea, para acomdarse el corpiño tuvo que quitarse la remera por lo que quedo con el torso descubierto, tenia que hacer tiempo.

- Mil disculpas Nilda. - Me excusé con la señora encargada del grupo literario.

- ¿Pero qué pasó que estaban cerrada la puerta? - Pregunta Nilda algo indignada.

- Fue culpa mía señora. - Expone Zafira mientras se iba acercando.

- ¡Zafira! - Exclamé asustada por una posible confesión.

- No Candy... Tengo que decírselo... Es que habíamos finalizado unos ejercicios de desinhibición porque nos preparamos para un proyecto anexo al grupo de Candy, y bueno, nos estábamos cambiando la ropa de trabajo y cómo las dos nos fuimos a cambiar, para no dejar el salón sólo y por seguridad nuestra cerramos con llave y la dejamos puesta... No fue nuestra intención causar algún problema, de hecho no nos acordábamos que hoy había taller de literatura. - Argumento Zafira hábilmente.

- No... Perdónenme a mí... Yo no sabía nada porque esto no estaba en la planilla. - Nos dice Nilda observándome para ver si yo mentía. 

- ¡Claro si estaba en la planilla Candy! - Exclama Zafira intentando que yo siga su mentira.

- Sí, sí estaba... ¡Ay no!... Sabes le dije a Florencia que lo ponga, pero creo que se olvidó. - le contesto a Nilda. 

- ¡Bueno chicas, no hay problema! Si quieren... Cámbiense tranquilas y nosotros esperamos afuera. - Me sugiere Nilda cerrando nuevamente la puerta.

Comenzamos a reírnos y mientras yo fui por mi mochila, le hacía señas a lo lejos a Zafira quien estaba conteniendo la risa para que no expulse ninguna carcajada. Mientras salíamos pensaba en la increíble la facilidad que tiene ella de persuadir... Por un momento creí que iba a apelar a la sinceridad así que en un momento sentí que mi corazón explotaba.

Zafira y yo salimos a caminar, la noche estaba estupenda, la luna llena aportaba un brillo tan intenso que hacía que el alumbrado público sea unas meras lámparas mediocres, era la primera vez que paseábamos juntas, nos tomamos de la mano, sé que para muchos sería una cuestión un tanto infantil y un poco dura de sentimientos al remarcar este momento tan trivial como algo importante, pero para mí era lo más osado que hice hasta el momento: iba tomada de la mano de Zafira... No voy a negar que al principio respire hondo y miraba hacia todos los extremos para ver si alguna persona le estaba llamando la atención. 

Zafira, notó mi inseguridad, así que, sin mediar palabra, ella se detiene para besarme, sin importar las personas que transitaban en la calle e ignorando a los mirones ocasionales, me mira a los ojos para sonreírme mientras acaricia mi cara. Quizá para muchos es solamente una mera acción pero, para mí fue una forma de ella para decirme que está todo bien, haciendo que me tranquilicé y me relaje, pues no estábamos haciendo nada malo sólo estábamos caminando juntas.