Ensayo de Chicas (Editada)

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Desperté en mi cuarto con un terrible dolor de cabeza, unas fuertes náuseas y un aliento a vómito que apenas podía soportarlo. Mientras miraba el techo recostada una y otra vez me preguntaba a mí misma como llegué a mi casa... Escuché que alguien abrió la puerta principal, rápidamente voy hasta la cocina (Donde se encuentra la dichosa entrada) y aparece Zafira con una bolsa de Mercado y con mi llave cerrando como si fuera su casa. 

- Creí que nunca ibas a despertar, te dormiste como un tronco - Me dice ella mientras deja las bolsas en la mesada. 

Había muchas preguntas que quería hacer, empezando por el hecho de que ella tiene mis llaves, pero había una pregunta mucho más importante para mí - ¿Que hago en ropa interior? 

- Supongo que esa fue tu idea, me dijiste que querías dormir cómoda - Me Responde y agrega. - Me decidí a traer algunas cosas de mi trabajo. - Me responde Zafira mientras coloca la mercadería en la heladera y mi alacena. 

- ¿Cómo? - Pregunté. 

- ¿Te acordás que te dije que trabajaba en la despensa de mi familia? - Me pregunta Zafira, indagando para ver si recordaba. 

- Si, me acuerdo - Le contesto 

- Bueno, aproveché a ir un poco más tarde y le dije que iba a sacar algunas cosas, le conté que me iba a cuidar a una chica que conocí la cual no se sentía bien. - Contesta Zafira. 

- ¿Y qué te dijo? - Pregunté.

- Más que nada, que le avisé si no vuelvo a casa y que llegue a horario mañana. - Responde Zafira a mi pregunta. 

- Pero, estoy bien Zafira... Solo tengo un poco de dolor de cabeza. 

Zafira se acerca a mí.

- Candy ¿Porque no me dejas que te cuide?  -Pregunta ella mientras acaricia mi cara con mucha suavidad. 

- Es que... No estoy muy acostumbrada a que me cuide... 

-Una mujer - Me interrumpe ella. 

- No, no que quise decir eso - Le dije algo nerviosa. 

- No hay problema, o sea, creo que para vos es una situación nueva - Me responde sonriéndome. 

- Supongo que sí - Agrego mientras me apoyo en la mesada y la contemplo ella que aún continúa ordenando todas las cosas de mercadería que me trajo. 

A medida que ella iba acomodando la mercadería y ordenando algunas cosas de la cocina, yo no dejaba de mirarla desde la mesada y ella lo sabía, al finalizar, ella fue acercándose a mí. 

- Sólo quiero que te sientas bien Candy. - Me responde ella mientras posa su mano en mi cintura... Mi remera era algo corta por lo que su mano fue directamente a mi piel. Les juro que me estremecí - ¿Querés tomar un té con limón? - Pregunta luego 

- Me encantaría - Contesté. 

Ella se dirigió a la cocina y, como si supiera donde están las cosas, ella busca la tetera para ponerle el agua. Vi que todo se veía distinto a como yo lo recordaba... Más ordenado, más limpio. 

- Quería cocinarte algo pero, visto considerando, que vomitaste un par de veces prefiero prepararte algo liviano - Me dice mientras se llenaba la tetera. - ¿Tenés hambre? - Me pregunta girando hacia mí. 

- No, todavía no - Le contesto mientras la contemplo en la cocina como colocaba la tetera en el fuego y lavaba las tazas para servir.

- ¿Paso de verdad o fue un sueño? – Pregunte mientras la contemplo.