Capítulo 7 - Excusa

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La jornada de clases termina, todos los alumnos se van a casa menos Raoul y Agoney que deben quedarse para su clase de canto.

- Te pasas después por casa? -pregunta Aitana

- Aiti, tengo que empezar el trabajo con el memo este -afirma Raoul- pero si saco un hueco, voy, vale?

- Te pasa algo? Últimamente estás muy raro...

- Bueno, ya sabes, lo de mis padres que aún es muy reciente, no te preocupes -se limita a decir el rubio

- Ay, pobre, ya sabes que estoy para lo que quieras -la del flequillo le deja un beso y se va

Alfred tiene razón. Nada. No siente nada. La única forma de que Aitana haga que algo dentro de él se mueva es estando borracho o colocado. Y eso es un problema, él eso ya lo sabía, pero no sabe cuánto tiempo más podrá mantener esta mentira en pie.

Desde hace varios años sabe que es gay, lo acepta y le gusta. Pero no se siente cómodo compartiendolo con nadie. Solo lo sabían sus padres, Álvaro y Alfred. Muchas veces ha pensado que quizás ese odio tan profundo a Agoney se debe a la libertad que irradia desde el primer momento en que pisó el instituto y eso le provoca una gran envidia. Le encantaría poder pasear por los pasillos del instituto sin miedo a mostrarse tal y como es, le encantaría salir del armario, más que nada porque Aitana no se merece que cada dos por tres le ponga los cuernos con algún tío que sí que consigue excitarlo sin necesidad de drogas de ningún tipo. Pero por otro lado, tener polvos esporádicos en los baños de una discoteca y volver a casa cogido de la mano de alguien a quien considera su hermana, no está tan mal, no?

Aiti💛: ya te echo de menos 🙈

Raoul🐺: 😍

Desde luego es un cabrón, se merece todo lo que le pase.

- Hola, lobito -ríe Agoney

Raoul guarda su móvil tras el sobresalto al no esperarse el saludo del canario.

- Y esas confianzas?

- Bueno, ahora somos compañeros, así que estoy dispuesto a formar una tregua -explica Agoney- pero no te emociones, cuando se acabe el trabajo, te doy la patada

- Por qué iba a emocionarme? Eres tú el que me mira el culo en educación física -contraataca el rubio

- Le dijo la sartén al cazo

- Pero solo fue una vez y porque... -se justifica Raoul

- O sea que sí que me lo miras? -ríe Agoney

- Qué? No -se sonroja el rubio

- Qué mono, lobito -ríe el moreno- no sabes mentir

Raoul está dispuesto a contraatacar pero llega Rafa y ambos dejan sus piques para centrarse en la lección. Contra todo pronóstico, a Raoul le flipan las clases de canto. Está aprendiendo mucho técnicamente y eso le ha hecho mejorar en muy poco tiempo, ha descubierto que cuando canta es él mismo. No es ni el pobre huérfano, ni el hermano cabrón, ni el malote de turno, ni el yonki. Simplemente es Raoul.

- Muy bien, pues hasta aquí la clase de hoy -informa el profesor- he pensado que ahora que Raoul tiene un poco más de técnica podríamos intentar algún dúo, qué os parece?

- Por mí, bien -admite Agoney sin ningún tipo de problema

- Depende del dúo

- Cómo? -se extraña Rafa

- Pues eso, que hay dúos de "vamos a pasarlo bien" y hay dúos de "cuánto te quiero, amor mío" y paso de cantar lo segundo con este -señala al moreno

- Ay, pero con todo lo que me quieres, amor mío -le pica con ironía el moreno haciendo que Rafa empiece a reírse

- Vuelve a hacer eso y te quedas sin dientes, primer aviso -le advierte el rubio

- Bueno, lo vamos viendo -concluye el profesor

- Chao

El rubio recoge sus cosas y se va a casa. Agoney empieza a montar la trompeta y saca una de las partituras que quiere tocar.

- Ago, no hace falta que montes nada -le interrumpe Rafa

- Por qué? -pregunta sorprendido

- Porque los dos sabemos que tocas la trompeta perfectamente -le suelta sin rodeos Rafa

- Qué dices? -se sonroja Agoney

- Que sé que querías una excusa para pasar tiempo conmigo

- Y qué opinas de eso? -pregunta el canario con el corazón en el puño

- He aceptado darte clases, no?

- Eso es un sí? -pregunta nervioso Agoney

Rafa se limita a asegurarse de que el aula está bien cerrada y posar sus labios sobre los del canario. Primero suavemente y con delicadeza, después apasionadamente y con agresividad.

- Eso es un sí -confirma el propio Agoney con la respiración agitada y los ojos abiertos de par en par

Ahora es el canario quien se abalanza sobre los labios del contrario. Los besos se transforman en mordiscos y lametones. En menos de lo que canta un gallo, Agoney se ha deshecho de la camiseta del profesor quedándose petrificado frente a las vistas. Ese señor ganaba mucho sin camiseta. Mientras manosea su torso, el otro chico hace lo propio con la camiseta del canario. Ambos se devoran agresivamente, se buscan con desesperación y tan rápido como se han ido las camisetas, salen los pantalones.

- Ra...Rafa, llevas?

- Sí sí -coge los pantalones que yacen encima de la mesa y saca un preservativo- te lo pones tú, me lo pongo yo?

- Ni pa ti ni pa mi, te lo pongo yo -ríe el moreno haciendo lo propio

Entonces, Agoney desciende cayendo sobre sus propias rodillas y, tras colocarle el condon, se introduce el pene de su profesor en la boca primero muy lentamente y luego aumentando la velocidad.

- Dios, Agoney... -gime Rafa- si...sigue por favor

El moreno hace caso al otro chico y sigue divirtiéndose con su entrepierna.

- Ago, ya casi... -le advierte el profesor

Y finalmente, llega. El resto del tiempo de clase se dedican a limpiarlo todo sin que quede ninguna evidencia de lo que ha ocurrido.

- Cuando has aprendido a hacer eso? Sí eres un crío -le dice aún sorprendido Rafa una vez han acabado

- Un mago nunca revela sus trucos, no? -le guiña un ojo el canario- por cierto, ya puedes ponerme buena nota en el próximo examen, que me lo he ganado

Rafa hace un gesto que es el vivo reflejo del miedo.

- Que es broma, Rafa! De verdad me ves capaz de chantajearte? -se hace el indignado

- Anda y tira pa casa -ríe el mayor- eso sí, discreción por favor, no se lo digas a nadie

- Vale, tranqui -mira a ambos lados del pasillo y cuando comprueba que no hay nadie, se lanza y le da un pico a Rafa- nos vemos

- Adiós -se despide el profesor

Y Agoney se va a casa sin acabar de creerse lo que acaba de pasar.

RETO NÚMERO CINCO (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora