En la depresión del 23 las cosas si que estaban raras... pantalón corto, T-shirt color tierra y zapatos de cuero negro cuartiados. Uuu que manera de recibir las cuatros estaciones! El crudo invierno de Nueva York era el motivo de porqué no dejaba de correr todo el tiempo, de mis rodillas gastadas y de mi piel color escarcha. Sin mencionar el hecho de hacerme experto en robar manzanas. Un hijo de Irlandés no temía nada ni a nadie, herencia de un huérfano...
En las calles los canillitas anunciaban la gran crisis, en un sólo día llegamos a ver 3 suicidios con mis compinches de andanzas. Caían del cielo y quedaban estampados en las empedradas calles. El que lograba quedarse con algún reloj sano, pañuelo o incluso un par de zapatos, ya tenía la semana cubierta. Lo mejor era hacernos del pan de la panadería de la sexta, el gordo Jhon en su vida podría alcanzarnos al manotearle del canasto algún pan o rosca seca! Era el turno de Dimetri, tendría que distraer a la señora Payton ofreciéndole un trabajo irrisorio mientras el resto nos escabullíamos por la puerta trasera... "¡a por los dulces camaradas!".
EXTRA, EXTRA!!! El Bombazo en Wall Street mata 38 personas los anarquistas Sacco & Vanzetti son acusados! EXTRA!!!
En el puerto los barcos, mercaderías, gente de todas partes, caos y desorden por doquier, huelgas y predicadores, apuestas clandestinas policías corruptos. Las obras paradas, las calles con más charcos para salpicar y el Central Park refugio de desamparados.
Los inviernos complicaban jugar a la lata, se te pegaban los deditos. No estaba bueno para correr con los tamangos.
En el edificio de la quinta, sentados en una gigante viga de acero llena de remaches del tamaño de mis tobillos, se podía ver las columnas de humo negro naciendo en el horizonte del caótico Atlántico.
Una noche, cuando llegaba a la cuenta de 18 estrellas fugaces, observé la infinita sensación de la felicidad. Bajo el amparo de la Luna más grande que puedo existir, el reflejo de una niña me cautivó por completo! Miles de mariopsitas en mi panza (había comido bien ese día), la mente en blanco y el corazón a mil por hora. La llamé Luz. En un momento me inventé mil historias, sobre de quien iba de la mano, en dónde viviría, en que lugar le comprarían el jabón para ese magnífico pelo castaño, el tamaño de su tutor. El color de su tono de voz. También me fabriqué un futuro más distante que el que podría pasar mañana. Todo con tan sólo verla reír. Era tan pero tan hermosa, que con tan sólo mirarla me hacía felíz.
Todo empeoró aún más, después de un "Hola" descabellado. Tres cuadras me siguió el policía terco, tan solo por tres manzanas y un orgullo arrebatado. En la esquina choco con mi Luz y soy vencido por lo atónito de su hermosura. "Imbécil!!!"- fue lo más penetrante y cautivador de mis días pronunciado por sus labios fresa!
Brayan"- le respondí haciendo una reverencia.
La diosa de carne y hueso se refirió a mi, su adorador!
A partir de ahí, en cada día y por el resto de mi vida, construiría la forma de estar con ella, observarla, memorizarla... esto acabaría en mi último trabajo: lustra botas en la estación de tren.
El canillita grita el 24 de agosto de 1928 - Extra, extra!!! Un choque del tren subterráneo por debajo de Times Square mata a 16 e hiere a 150, EXTRA, EXTRA!!!
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107 veces que morí
Tarihi KurguNo sabes lo que te pasó cuando pasa. Describirlo aún mucho más difícil que descubrirlo. De todas maneras es real, ocurrió, tiene nombre y presente. Antes, durante y después de lo que cambió tu vida para y por siempre.