Error. [PAUSADA]

17

Habían llegado a esa nueva dimensión, Bill suspiro y miró al castaño dormido en brazos, el viaje había aturdido de nuevo al humano así que como acompañante lo mantendría a salvó por ahora.

—de todas las dimensiones tenía que caer tan rápido en la 5980 ¡Realmente me pone los pelos de punta!

—eso que huelo ¿Es miedo Cipher?

—¿Miedo? ¡Ja! Ya quisieras maldito mocoso. —volteando para ver cara a cara al Dipper de aquella dimensión, quién yacía acompañado del otro Bill. —Azulito en verdad deberías morir en vez de estar cerca de esta copia súper barata de Pino.

—B-Bill por favor, n-no seas t-tan tú.

Bill chasuqeo su lengua con enojo, en verdad odiaba aquella dimensión, le hacía recordar lo débil que era y aunque el Dipper de aquella dimensión lo sacaba de quicio debía admitir que le gustaba su actitud fuerte y reservada, es decir, aquel chico no ocultaba su bella marca de nacimiento, su porte era más elegante y sus ojos eran tan azules como el cielo mismo; Bill se reprimió tremendamente por volver a comparar a Dipper con el cielo pero es que no podía evitarlo.

—solo denme un cuarto para Pino.

—tercer cuarto a la izquierda; ya sabes dónde queda.

—tan inexpresivo como siempre.

—lo necesario, ya sabes bien. —restandole importancia. —Will lleva a Dipper a la habitación.

El denominado "azulito" por Bill, solo asintió y se acercó temeroso a su otro yo, con suavidad estiro sus brazos y hablo con voz temblorosa.

—d-déjame llevar a-a Dipper.

—¿Porqué tienes que ser tan llorón y nervioso? —irritado, odiaba verse actuar asi. Sus cabellos rubios estaban comenzando a cambiar al rojizo que lo caracteriza cuando se hallaba de mal humor; Will por su parte tenía acomulado unas pequeñas lágrimas en sus ojos, al parecer lloraría pronto por lo que  Dipper tomó la decisión de llamar nuevamente la atención.

—Cipher deja de molestarlo o te sacaré de aquí.

Bill solo rodó los ojos y entrego a Dipper en brazos de Will, el demonio sostuvo con cuidado al Dipper original y partió con él a la habitación que le correspondía, así dejando a solas a los otros dos.

—veo que tienes muchas cosas que escupir. —observando la expresión más fría del Gleeful. —anda suelta todas tus quejas amigo.

[......]

Había pasado un buen rato, después de llevar a Dipper a su cuarto lo arropó bien y se dedicó a cuidarlo, pues al parecer el menor tenía algo de fiebre; fiebre que era ocasionada cada vez que Dipper obtuviera los fragmentos.

—parece que bajo. —checando nuevamente la temperatura al dejar escapar un suspiro de alivio.

Will se paró de su silla y antes de tomar el traste con agua sintió que alguien lo sostuvo del brazo, por inercia su mirada se detuvo en el cuerpo que lo sostenía y aprecio aquellos ojos chocolate.

—¿E-estás bien? ¿T-tuviste una pesadilla Dipper?

—Bill... —sintiendo unas pequeñas lágrimas resbalar por sus mejillas, se sentía tan extraño y confundido, había tenido un sueño donde él y su hermana hablaban de un libro y del amor, recordó cuanto había llorado con aquella historia y los sentimientos que le causaba, entonces ¿Porqué justo ahora acaba de mencionar a ese maldito demonio? ¿Porque había ignorado a Phill y Bill en Fight Falls? No lo sabía, simplemente se sintió avergonzado de verlos.

—él está a bajo, no llores Dipper. —con suavidad llevó su mano al cabello contrario y comenzó a acariciarlo. El castaño se sorprendió pero dejo que esa acción continuará, se sentía extrañamente cómodo ante tal contacto. —lo llamaré pero debes dejar de llorar.

—mintió, Bill siempre miente.

Las palabras del castaño parecían dolidas y el demonio no sabía exactamente a qué se refería ¿Qué no se suponía que Phill custodiaba los fragmentos de cuando se conocieron por primera vez? Era imposible que Dipper supiera más allá de eso pero, estaba seguro que el chico estaba sufriendo por los fragmentos que su alma jamás olvidará; su mirada se entristeció, sabía bien entonces a lo que se refería, Will sabía que pronto llegaría el día donde Dipper recordaría todo y muy probablemente se arrepentiría de todo y eso le daba miedo.

—bien, es hora de que dejes de ser infiel Will. —enojado, con rapidez alejo a Will del castaño y lo abrazo de la cintura. El castaño seco sus lágrimas rápido al percatarse de la presencia de Bill.

—¿Llorando por mí, Pino?

—muérete de una vez Cipher.

—lo haría si pudiera.

Ante esas palabras Dipper se tensó, sí, él le había dicho que muriera y esperaba la contestación de siempre pero esta vez fue diferente, Bill dijo aquellas palabras con dolor, como si de verdad odiará la idea de seguir viviendo ¿Qué estaba pasando entre ellos? Ese viaje les estaba haciendo actuar extraños, como si dejarán de ser ellos o tal vez, solo tal vez, el viaje los hacía realmente ser ellos mismos. El castaño de aquella dimensión cerro sus ojos y decidió hablar.

—Will, Bill salgan de aquí, Dipper y yo tenemos que hablar y prefiero hacerlo a solas.

—no voy a salir, no dejaré que digas idioteces.

—el idiota eres tú es por eso que te recomiendo salir antes.

—nada saldrá como lo planeas, deberías saber que cuando uno planea todo sale diferente.

—vale la pena intentar.

El rubio solo se cruzó de brazos y dejó escapar un suspiro, ¿Valía la pena intentar? Eso era algo estúpido, él mismo había dicho lo mismo pero nada salía como él quería, todo salía como ese tipo quería. Bill solo dió una mirada a Dipper quién mantenía su mirada baja, parecía estar sumergido en sus pensamientos, sin más, Bill salió seguido de Will.

—Dipper ¿Qué piensas de esos fragmentos?

—son raros y confusos... No están completos y eso es obvio. —sentándose al ver a su otro yo. —¿Tú fragmento será la continuación del anterior?

—algo así, los fragmentos que yo tengo es uno de los tantos que existen. —tomando asiento. —mis fragmentos son los más importantes porque dan inicio a las decisiones que deben tomar.

—¿Porqué esto está pasando? ¿Qué es lo que realmente debe ocurrir? No entiendo nada.

—y nunca lo entenderás, ni uno de sus versiones lo entiende. —mirando fríamente al castaño. —Juego o lástima, no importa cual de las dos sea, los dioses están haciendo de esto un castigo eterno.

—¿Los dioses?

—¿Qué más podría ser? Él tiene en sus manos a miles de seres que cumplen sus misiones, alguno de ellos tiene en sus manos la nuestra.