Ocho

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Tyrone mantenía los ojos cerrados, complaciéndose con el suave vaivén del pecho de su "pareja" justo detrás suyo, el sonido de una suave respiración la cual parecía opacar los demás sonidos y unos cálidos brazos rodeando su cintura, con las manos descansando en su abdomen.

Hubo una junta directiva la cual no duraría más de dos horas, por lo que prácticamente todos tenían libre el horario durante un largo rato. El día estaba nublado y con aire frio, por ende mientras todos sacaban sus abrigos, Phill se ofreció a calentarlo él mismo y por circunstancias obvias no se negó.

El castaño no podía evitar reír, cada vez que abría los ojos podía apreciar a Alex mirándolos fijamente, ni siquiera se esforzaba en disimular. Además, si pasaba junto a ellos por algún motivo, soltaba bufidos o gruñidos. Quizá Phill tenía razón y todo lo que quería era su atención, pero se sentía...bien, de alguna forma.

Uno de los brazos que descansaban en su cintura se deslizaron suavemente (acariciando parte de su cuerpo en el proceso) hasta su cabello, el pelirrojo aprovechó para jugar con el cabello del castaño, enredar y hundir ahí sus dedos. No recordaba exactamente cuanto tiempo llevaba queriendo hacer eso, pero finalmente tenía la oportunidad.

Suave. Esa fue la primera palabra que pasó por su cabeza, su cabello era suave y sedoso.

-Mierda, Tyrone.

El mencionado entreabrió los ojos, comenzaba a sentirse somnoliento.

-¿Si?

-Quiero golpearte hasta matarte o apretujarte hasta que tus órganos salgan por alguno de tus agujeros.

-¿Qué? 

-¿Nunca has tenido el pequeño deseo de hacerlo con un perro muy bonito y adorable?

-Bueno, algunas veces...¡Hey! ¿Me estás comparando con un perro?

-Quizá.

El castaño dio un pequeño golpe a la mano del pelirrojo, el cual solo atinó a reír un poco por su reacción, había esperado algo como una patada o una mordida que lo dejara sin brazo.

-Phill.

-¿Si?

-Quiero un café, caliente.

-Además exigente el niño.

-Hablo en serio, a este paso me quedaré dormido y tengo clases después.

-¿Con leche?

-Espera, ¿venden café aquí?

-Lo hacen, ahora dime bien como lo tomas.

-Uno de café y dos de azúcar, con leche.

-Bien.

Por un momento, Tyrone se arrepintió de la decisión que tomó. El pelirrojo lo soltó y se puso de pie, el calor que recibía hace un momento lo abandonó de forma abrupta y el frio logró percibirse más intenso durante unos segundos.

Frotó sus ojos un momento antes de levantar la mirada y percatarse de que el mayor ya estaba caminando en dirección a la cafetería, lo miró un poco más y sintió una enorme curiosidad invadirlo al notar como una chica que se encontraba cerca del lugar se levantaba y lo seguía casi corriendo, tratando de no perder su toque "adorable". Los había visto juntos un par de veces antes, ¿quizá Phill tenía un crush en ella? ¿o era al revés?. Frunció el ceño, no le gustaba la idea para nada, tal vez por que por el momento el pelirrojo era "su novio".

-Oh vaya, ¿te engaña frente a tus propios ojos?.

El castaño sacudió un poco la cabeza escapando de su pequeña burbuja mental, percatándose de dos cosas. Phill ya no estaba ahí, y Alex se había sentado junto a él.

-No diría eso exactamente, quizá solo tienen algo de que hablar.

-Claro, nunca quieren ver lo evidente.

Tyrone prefirió perderse en sus pensamientos antes de seguir escuchándolo, lo quería y todo pero a veces era insoportable por lo necio que llegaba a ser. 

Si el pelirrojo era así de amable y servicial siendo un novio falso, ¿sería mejor como un novio real?. Quizá sería tres veces mejor, con solo fingir ya hacía cosas tan...lindas por él. Definitivamente quien llegase a ser su pareja de verdad sería muy afortunada, en solo un par de semanas había visto más del "frío y egocéntrico" Phill.

-...y es por eso que yo nunca te haría algo así.

El castaño miró al pelinaranja saliendo de sus pensamientos una vez más, no lo había escuchado en absoluto. ¿Algo así? Ni idea de a que se refería.

-Ah, seguro.

-Me voy, antes de que tu novio me patee o me pegue la rabia.

Tyrone se limitó a mirarlo retirarse, esperó un par de minutos más hasta que divisó al pelirrojo llegar con un par de vasos desechables en las manos. Lo que llamó su atención era que su cabello iba algo despeinado y su piel estaba algo roja.

-Listo.

El mayor le entregó uno de los vasos antes de sentarse junto a él.

-Te despeinaste.

-Ah, si. Es inevitable cuando el aire pega directamente en tu cabello.

-Pero el aire no está muy intenso.

-Lo sé. 

Phill soltó una pequeña risa cuando el menor comenzó a intentar arreglar su cabello. Quizá tuvo que saltar una barda y correr fuera del colegio para conseguir el café, y correr de regreso para que llegara caliente, pero solo quizá.

Fake BoyfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora