Cinco

422 58 40
                                    

-¿Y cómo te fue?

Tyrone se encontraba en el receso sentado en el lugar de siempre junto a su amigo, apenas le comentaba su salida con Phill.

-Bien. Fuimos a comer, después fuimos al cine y salimos de ahí como a eso de las 10. Vimos dos películas.

-¿Y que mas? Detalles, detalles.

-Charlamos sobre planes a futuro, teorías conspirativas y acerca de mitología. También me escuchó hablar sobre las constelaciones que alcanzábamos a ver en el cielo. Bueno, me gusta pensar que me escuchó.

El castaño guardó silencio saltándose un detalle importante, recordó exactamente la sensación de las ásperas manos del mayor sosteniendo sus mejillas y sus suaves labios sobre los suyos, iniciando y terminando lo que era un beso corto.

-¿Te siguió la conversación en tus temas raros?

-Resulta que tenemos más en común en gustos de lo que creí. No sabe mucho de astrología pero parecía ponerme atención.

-Si yo estuviera en tu lugar, me olvidaba de Alex y me quedaba con él.

-Creo que lo comienzo a ver más como un amigo.

-Que aburrido.

No siguieron con la conversación debido a que el pelirrojo se sentó de nuevo junto a Tyrone, en un profundo silencio lo abrazó por la cintura y escondió su rostro entre su cuello y hombro cerrando los ojos en el proceso.

-¿Estás cansado?

-¿Se nota?

No recibió respuesta y en cambio se dedicó a escuchar como el par de amigos seguían hablando entre risas. Aunque su momento de descanso se vio interrumpido por escuchar el estómago del castaño rugir.

Abrió uno de sus ojos y miró encima de la mesa percatándose al fin de que no estaban desayunando como siempre lo hacían. Deshizo el abrazo y se ergio en el asiento, se estiró un poco antes de mirar al par.

-No están comiendo.

-Olvidé mi desayuno y por ende el de este tipo también.

-Es que Tyrone me alimenta.

Sin decir una palabra, el oji-carmín sacó un par de billetes de su bolsillo y los puso frente al amigo de Tyrone.

-Ve a comprar, a ver que encuentras.

-Phill, no hace falta. Deja que te regrese el dinero.

El mencionado miró al menor levantando una ceja, de alguna forma había entendido lo que la señora sintió cuando rechazó el dinero por cuidar gatos, sin embargo su amigo habló antes de poder decir algo.

-No se tú, pero yo si tengo hambre. Y la comida no se rechaza, menos el dinero. Gracias, cuñado.

Sin más que decir, el pelinegro se levantó y caminó a otra dirección de la cafetería. 

-¿Cuñado?

-Max y yo nos conocemos desde hace unos cuatro años. Me considera su hermano, así que te considera un cuñado.

-Bien.

Phill volvió a abrazar al menor y recobrar la postura que tenía anteriormente. Antes de cerrar los ojos pudo observar al pelinaranja mirándolos con rabia, sonrió con malicia y tomó a Tyrone del rostro con una mano mientras la otra descansaba en su cintura. 

El castaño sintió sus mejillas arder y su sonrojo empeoró al sentir un beso, fue rápido y corto pero aún así fue muy suave. Justo como el anterior.

Una vez logrado su cometido, el de ojos carmín pudo descansar en la posición que había tomado con anterioridad.

-¿A esto te referías con acostumbrarme?

-Ajá.

Phill sintió una enorme satisfacción al escuchar algún objeto siendo azotado contra el suelo, quizá Alex había tirado algo producto de la rabia.

Fake BoyfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora