Fake Boyfriend

Nueve

Tyrone escuchaba la ronca y somnolienta voz del pelirrojo detrás del parlante del móvil, acompañado de la lluvia y algunos fuertes truenos.

-...Y así es como funciona la tercera ley de Newton, es muy sencillo. Me sorprende que no lo entendieras.

Eran alrededor de las tres de la mañana, hacía una hora había comenzado a llover. El problema inició cuando los ruidosos truenos comenzaron a resonar con frecuencia, si bien algo como eso no lo asustaba, si conseguía que dormir le fuera complicado.

Bien pudo haber llamado a Max para molestarlo e impedirle dormir, pero antes de darse cuenta su dedo ya se encontraba llamando al contacto de Phillip. Fue algo inconsciente, y no pudo retractarse ya que respondió rápido. ¿Quizá estaba despierto estudiando o algo por el estilo? Aunque su voz decía lo contrario.

-La física no es mi fuerte.

-Puedo notarlo.

-¿Estás en tu habitación?

-¿A que viene esa pregunta? ¿Acaso quieres verme en mi cama?. Atrevido.

-No, por dios.

Un enorme sonrojo cubrió su rostro y orejas, no pudo evitar la imagen mental.

-Es solo que no escucho la lluvia.

-Estoy en la sala, Will está dormido y si lo despierto se molesta.

-¿Si?

-Lo molesto viene después, llora mientras se disculpa por haberme regañado.

-Debe ser adorable.

-Es molesto como el demonio.

-Sigue hablando.

-¿Disculpa?

Su sonrojo no hizo si no aumentar en cuanto notó que lo había dicho en voz alta. Su voz normalmente era algo grave, y si ahora le añadían lo ronco era simplemente encantadora. Quería seguir escuchándolo y relajarse, le gustaba.

-Bueno, si te escucho a la larga me dormiré.

-¿Soy tan aburrido?

-Sí.

-Entonces no hablaré.

-Ya, ya. Habla.

-Muy bien, señor.

-No me llames señor.

-Señor.

Y así pasó quizá una hora o dos, ambos perdieron la noción del tiempo entre pequeñas risas, sonrojos y algunas burlas del mayor. Había sido una buena noche, tal vez los truenos no eran tan molestos después de todo.

-¿Tyrone?

Su respuesta fue un ronquido, no era muy fuerte pero definitivamente eso había sido. Soltó una pequeña risa al escuchar aquello, había conseguido dormir al castaño.

-Descansa, cariño.

Colgó la llamada y se puso de pie al mismo tiempo que se estiraba y sentía sus huesos tronar, su sofá era muy cómodo pero no para recostarse definitivamente.

Levantó ambas cejas al ver a su hermano desayunar mientras lo miraba con diversión.

-¿Qué?

-Son las seis de la mañana, vas a dormir una media hora a lo mucho.

-¿Si?

-Que lindo es mi hermanito enamorado.

-Déjame en paz. 

-Pero que envidia, si yo te llamo a las tres de la mañana me insultas y me cuelgas. ¿No eres muy injusto?

-No.

Phill se acercó a su hermano y acarició sus cabellos antes de irse a la habitación.

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-Acerca de la llamada.

El pelirrojo miró a Tyrone prestándole su atención, podía caer dormido en cualquier segundo.

-Dime.

-Lo siento, dormiste muy poco por mi culpa.

-No, está bien. De todas formas no podía dormir.

-¿De verdad?

-Si, los truenos son una maldita molestia.

-Pienso lo mismo, a mi tampoco me dejaban dormir.

Que mentira tan enorme, cuando el castaño llamó estaba profundamente dormido, tanto que se asustó con el sonido del móvil. Pero no iba a reprocharle algo como eso.

-Tengo que comprar algunas cosas para la universidad en una semana, ¿vienes?

-¿No me lo dices con mucha anticipación?

-No, estaré muy ocupado esta semana y no creo recordarlo.

-Bien, iremos en cuanto tengas tiempo libre.

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Editado el 02/08/2022