Era las seis y media de la mañana, Fear Street amaneció con algo de neblina junto con temperaturas relativamente bajas, silencioso como lo es usualmente. John estaba en la cocina tomando café junto con varias medialunas, las cuales ocultaba de su hijo desde hace un día, mientras, escuchaba como algunos autos pasaban por enfrente junto con el noticiero matutino. Generalmente debía levantarse una hora y media con anticipación para llegar antes que sus compañeros, pero Fear Street era un pueblo bastante tranquilo y la estación quedaba a solo unas cuadras.
En sus primeros días decidió ponerse al día con los acontecimientos más importantes que hayan sucedido en Fear Street y para su sorpresa, había solo siete sucesos importantes ocurridos en los últimos trecientos años desde la creación del pueblo, los demás eran algunos robos y hurtos de poca importancia, era algo completamente diferente a Beacon Hills y eso que se hallaban a unas pocas horas de distancia. Parecía que toda la locura de Beacon Hills se quedó allí y solo allí.
– Cierto, todo se debe a ese árbol –
Stiles le contó entre los muchos secretos de Beacon, que la lluvia de criaturas sobrenaturales se debía principalmente por aquel árbol en particular, cuyo nombre no recordaba. Aquello era un imán para todo ser no natural, que la atracción era tal que lograba confundir la mente, haciendo que inconscientemente creyeran que había algo en Beacon Hills que les perteneciera, que allí tendrían un nuevo propósito e incluso, que sus vidas llegarían a resolverse. Tomó un ligero sorbo de su café y miro un viejo documento que trajo consigo, recordando todo lo que leyó, pero, solo lo más importante.
El primer suceso importante era un incendio a mediados de los setenta que consumió todo el hospital, dejando de forma increíble, solo tres sobrevivientes entre los escombros, se encontraron varios indicios de que fue intencional pero debido al desastre que dejó el fuego, fue muy difícil encontrar más pruebas para afirmar esa teoría y hacía más difícil hallar al o los posibles culpables.
El segundo en el ochenta y dos, la explosión en la fábrica de cereales en donde fallecieron ocho operarios y dejo a varios heridos, después de varias requisas y comprobar las faltas tanto en papeles como en el mantenimiento de las máquinas, se ordenó su cierre indeterminado.
El tercero trataba del secuestro, tortura y posterior asesinato de dos personas, Marilyn Jens y Violeta Green, las dos jóvenes desaparecieron a solo unos metros después de salir de sus respectivos trabajos, los testigos escucharon gritos y también declararon ver una extraña Chevrolet color verde merodear de manera sospechosa la zona minutos antes de las desapariciones. Sus cuerpos fueron hallados diez días después, a las afueras del pueblo, en una zanja. Sus cuerpos denotaban severos signos de torturas, sus manos y tobillos estaban completamente destruidas para impedir cualquier intento de escape y sus muñecas moradas por las sogas que se usaron para retenerlas en el principio. Sus piernas fueron tajadas desde sus tobillos hasta el inicio de sus zonas íntimas, las cuales no tenían señales de algún tipo de abuso, ni por fuera ni por dentro. En sus cabezas se apreciaban grandes hematomas, se determinó que la causa de sus muertes fue por desangrado, pero de nuevo, no había pistas de un posible asesino, únicamente contaban con los testimonios de la camioneta reportada por los vecinos. El caso jamás fue resuelto.
El cuarto y quinto eran robos efectuados dos años después de encontrar los cadáveres de las dos jóvenes, dejando cuatro policías muertos y tres de los nueve ladrones. Después de un año de robos y de presuntas amenazas, la banda cayó en una trampa puesta por la policía. La palabra grande no basta para expresar la sorpresa al ver los rostros de los delincuentes, se trataba de nada más y nada menos que del sacerdote y sus monaguillos. Debido a la extrema similitud entre cada robo, no había necesidad alguna de buscar otros tipos de pruebas. Dos días después se les dicto la condena, todos los monaguillos recibieron quince años de prisión y en sacerdote ochenta años por corrupción de menores.
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You Changed My Life 'Sterek' -hiatus-
FanfictionYa han pasado 4 meses desde lograron derrotar al Nogitsune, la vida volvió a la normalidad temporal en Beacon Hills, la manada se recuperó de lo sucedido retomando sus vidas. La llegada del Nogitsune los cambio a todos a unos más que a otros y en es...