-¡Scorpius!¡Scorpius Malfoy!-El anteriormente nombrado se giró y sonrió al ver quién le había llamado.
-Hola Abril.
-¿Qué ha pasado ahí dentro?Has estado genial.
-Un estúpido te insultó.
La Ravenclaw se sonrojó.
-¿Has montado todo ese follón por mi?-El chico asintió.-Gracias.
La chica le abrazó cariñosamente y se despidió de él.
-¡Tú eres idiota!
-Hola Damatra, yo también me alegro de verte.
-¿¡Cómo puedes decir tales chorradas enfrente de todos!?
-Perdona que te corrija Damatra, pero yo no he dicho ninguna chorrada, he dicho mi opinión, y me da exactamente igual que te parezca que me he puesto en evidencia.
-Tu no eres un Malfoy.
-¡Ni te atrevas a decirme cómo debo ser por mi apellido!¡No sabes nada sobre los Malfoy!
Damatra se alejó moviendo su melena al aire.
-Tu pelo no se ve tan bien como el de Abril.-Pensó mientras sonreía.
Cuando Scorpius llegó a la sala común de Slytherin, toda la casa estaba dividida en dos partes; una que apoyaba a Scorpius, y la otra que no aprobaba como pensaba.
-¿¡Qué está pasando aquí!?-Dijo Mcgonagall apareciendo por detrás de Scorpius.-¡Todos a la cama!
Todos la miraron perplejos por unos segundos, y después, se fueron, uno a uno, a los cuartos.
Por la mañana Scorpius se despertó radiante, estaba muy feliz aún de haber causado tanto revuelo, abrió su baúl y sacó una cajita, (¿Os acordáis de la cajita del primer libro la cual no puse nada sobre ella?) la miró y la abrió, contenía unos cuantos pétalos de flor, ya secos, y una pequeña cartita que tenía las esquinas dobladas.
-Al final no me atreví a dártelo.-Pensó mientras cerraba la cajita con sumo cuidado.
Bajó al gran comedor sólo, algo que era raro porque él era muy "popular" entre los Slytherin.
Se encontró con Abril hablando alegremente con Juan.
-Venga Scorpius, tú puedes.-Se dijo así mismo.
Tocó el hombro a la Ravenclaw.
-Abril, ¿Podemos hablar?-Dijo tímidamente.-A solas.
La chica le cogió de la mano y le llevó a una esquina.
-¿Qué quieres?
-¿Recuerdas esta caja?-Dijo enseñándole la caja.
-Creo qué si.-Dijo pensativa.-¡Ya la recuerdo!Me la enseñaste cuando me pedistes perdón.
Eso último lo dijo en un tono más bajo.
-Así es, solo quiero que lo abras, aún que, no te sé decir, si significa algo para mí lo que pone dentro.
La Ravenclaw lo miró dudosa, pero cogió la cajita y la abrió.
Los pétalos de flor estaban secos, pero seguían oliendo a rosa, después sacó la carta y comenzó a leerla.
"Querida Abril:
Te escribo esta carta muggle para que sepas que no quiero que me odies, y que te amo muchísimo, vivir sin tí sería como morir apuñalado cada día, por favor perdoname, y si puedes puede ser, también di que sí a lo que, si levantas la cabeza, te voy a decir.
Con amor,
Scorpius"
La caligrafía era impresionante.
Se quedó unos segundos mirando la carta y los pétalos atónita, hasta que recordó lo que la carta decía, "Y si puede ser di que sí a lo que, si levantas la cabeza, te voy a decir."
Ella levantó la cabeza lentamente y le miró a los ojos, le seguían trasladando a lugares fantásticos.
-Abril... ¿Quieres ser mi novia?
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